¡Es hora de la masacre!
Carrion fue lanzado originalmente en el ya lejano año 2020 (para ser más específicos, el 23 de julio de ese mismo año), y desde el principio consiguió sorprender y maravillar a partes iguales. Esto lo consiguió, principalmente gracias a su temática, la cual era la antítesis de los survival horror comunes. Nuestro papel, en el título de Devolver Digital y Phobia Game Studio, sería el del monstruo enorme y con sed de sangre que debe eliminar, sin piedad alguna, a todo ser humano que se encuentre en su camino. Esto resultaba ser toda una reinvención de este género, y consiguió darnos una perspectiva diferentes a la que estábamos acostumbrados.
Ahora, con motivo del lanzamiento para plataformas PlayStation de este título, os traemos su análisis, en el que comprobaremos si todo lo que se dijo en su día de Carrion fue meritorio o simplemente exageraciones. Eso si, a pesar de ser un lanzamiento para las consolas de Sony, la clave que nos han facilitado, desde Cosmocover, ha sido para PC (plataforma en la que ya estaba disponible), curioso cuanto menos.
Empecemos por la jugabilidad, uno de los grandes pilares en prácticamente cualquier juego, especialmente en Carrion. En esencia, estamos ante un metroidvania, es decir, un juego cuya jugabilidad hereda lo que hicieron sagas clásicas como Metroid o Castlevania (de ahí el nombre del género). Aquellas personas que estén familiarizadas con el género, sabrán que perderse es parte de la experiencia, y esto es algo que este título consigue captar a la perfección. La sensación de estar perdido está, sin duda alguna, presente, pero no interrumpe ningún momento esa sensación de superioridad que tenemos durante nuestra aventura.
En este título nosotros somos el ser dominante, y aunque algunos humanos vayan bien equipados y consigan darnos guerra, siempre estaremos un paso por delante suya en la evolución. Esto lo notamos en toda nuestra aventura, incluso en aquellos momentos en los que nos sintamos perdidos, y en parte es gracias al excelente sistema de movimiento de nuestro personaje.
Como ya hemos dicho, nosotros controlaremos a un monstruo enorme, pero esté tiene como arma principal (además de diferentes mutaciones que iremos desbloqueando) a sus tentáculos. Estos permitirán agarrar a los enemigos y acercarlos a nuestra boca, pudiendo así crecer en tamaño y por tanto en vida, pero, además, también serán nuestras herramientas de desplazamiento. Con ellos podremos desplazarnos por todo el escenario, al estilo de un Spider-Man con esteroides. Este movimiento resulta ser de lo más satisfactorio, haciendo entretenidos incluso aquellos momentos en los que no sabemos por donde ir.
Por otro lado, me gustaría hacer un paréntesis para hablar de la imaginativa forma que tiene Carrion de mostrarnos la vida de nuestro personaje. Esta no es representada, ni mucho menos, por una simple barra en una esquina de la pantalla, sino que consigue adentrarse en el apartado jugable. Nuestra vida viene dada por el tamaño de nuestro personaje, el cual aumenta al comer humanos y disminuye al recibir impactos. Una vez nos convirtamos en un ser prácticamente microscópico habremos perdido en esta partida. Esto puede resultar intrascendente, pero resulta agradable ver como algunos estudios buscan maneras más imaginativas de mostrarnos si estamos bien o vamos a morir dentro de poco.
Para terminar en el apartado jugable, diré que el combate contra diferentes enemigos a veces puede resultar frustrante, especialmente al principio del juego. Los controles son buenos, pero en ocasiones no son todo lo responsivos que quisiéramos, resultando en varias muertes por culpa de quedarnos atrapados detrás de una tubería y haciendo que los enemigos vacíen el cargador en nuestro personaje. Pero bueno, no es un problema demasiado grande, principalmente porque gracias a la inclusión de nuevas habilidades esta incomodidad desaparece, ya que tenemos más maneras de matar a nuestros enemigos.
Por otro lado, no podemos hablar mucho de la historia. Esta se va contando a través de flashbacks un tanto crípticos que nos aparecerán después de llegar hacia una zona. Estos serán totalmente interactivos dado que controlaremos a un humano, algo que para ser sincero resulta extraño porque los controles de este humano son algo incómodos, mientras que los de nuestro monstruo son divertidos (salvo en combates frenéticos). Se podría decir que esto rompe el ritmo del juego, dado que nos para de golpe durante varios minutos para realizar una actividad un tanto incómoda, pero consigue darnos un pequeño contexto para nuestra aventura.
Gráficamente, estamos hablando de uno de los títulos independientes más «bonitos» y satisfactorios que han salido en los últimos años. El pixel art utilizado en él cumple en gran manera, regalándonos mapas muy diferentes, la mayoría de ellos siendo impresionantes. Además, puede que resulte un poco extraño, pero las diferentes animaciones que vemos cuando un humano está siendo devorado son de lo más satisfactorias.
Por otro lado, con respecto al apartado sonoro no se pueden decir demasiadas cosas, dado que la banda sonora no resulta especialmente memorable. Esta acompaña, pero no aporta demasiado en la mayoría de los momentos. Lo que sí es digno de admiración son los efectos de sonido, desde los gritos de los pobres humanos, hasta el de los golpes de nuestro monstruo con cada superficie. Esta calidad en los efectos de sonido consigue una mayor inmersión del usuario en la aventura en la que se encuentra.
Técnicamente, es un juego sobresaliente, esto se debe a que tiene una optimización tan bien lograda que prácticamente podría funcionar en cualquier ordenador. Las bajadas de frames son extremadamente escasas, consiguiendo una fluidez que pocas veces se ve, y que además resulta de lo más agradable. Además, en todas nuestras horas de aventura no hemos llegado a encontrarnos ni un solo error medianamente reseñable, algo que es difícil de encontrar hoy en día.
En resumen, estamos ante uno de los mejores videojuegos independientes que hemos tenido en los últimos años. Todos los apartados de la obra de Phobia Game Studio y Devolver Digital aportan a dicha valoración, desde su jugabilidad cuasi perfecta hasta un apartado gráfico sublime, pasando por el apartado técnico más refinado que he visto en los últimos años, teniendo en cuenta las características del título del que estamos hablando. Todo en este título aporta para conseguir tener una experiencia absolutamente redonda.