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Análisis: Aeterna Noctis

Aeterna Noctis es un metroidvania  en 2D, desarrollado por Aeternum Game Studios, que salió el 14 de diciembre de 2021 para  Xbox Series X|S, Xbox One, PS5 y PC, y que ha obtenido recientemente una versión para PS4, de la que hemos recibido una clave para la realización de este análisis.

Aeterna Noctis nos sitúa en el mundo de Aeterna, una tierra de fantasía medieval repleta de magia, misterio y criaturas, donde sus habitantes se hayan sometidos a una continua dicotomía, más antigua que el propio tiempo: aquella que reina ente la noche y el día, el orden y el caos, la luz y la oscuridad. Y, pese a que estas fuerzas naturales se consideren etéreas y puramente abstractas, en Aeterna tienen sus personificaciones en La Reina de la Luz y el Rey de la Oscuridad. Ya nadie se acuerda, pero antes, el mundo no era así, el mundo era solo Caos. Y él creó  a otros seres para gobernarlo, entre los que se encontraban el rey y la reina.

Los monarcas se detestaban tanto que se envolvieron en una encarnizada batalla de tales proporciones que Caos les maldijo con la inmortalidad, y el objetivo de destruirse mutuamente por toda la eternidad. De esta manera, cuando uno de los dos vence, Aeterna cambia a una edad dorada para esa facción, hasta que su rival consigue alzarse de las cenizas y vencerle. Es un continuo ciclo, fruto de una maldición, una sucesión constante de eras del orden y caos. Sin descanso. Sin pausa. Estas están tan implantadas en la memoria colectiva del mundo que nadie se plantea sí de verdad es así cómo se debe desarrollar la historia.

Nosotros encarnaremos al Rey de la Oscuridad, que, tras una de sus típica rencillas, ha sido brutalmente asesinado por la Reina. Tras nuestro aparente fallecimiento, caeremos de los cielos hacia la Ciudad Famélica, donde la mismísima Parca o, como el Rey la llama, «Guardián«, nos explicará cómo vamos a volver a ascender a nuestro trono e intentar ser los vencedores para establecer una era de Caos.

Al caer al mundo terrenal, hemos perdido todo, nuestros poderes de oscuridad, nuestro arsenal oscuro, las gemas que nos otorgan poder y las habilidades que hacían de nosotros un guerrero poderoso allí arriba, pero las vamos a recuperar. Con esto, comenzará nuestra exploración en Aeterna, por un vasto mundo repleto de áreas muy diferenciadas (y muy bonitas), buscando los fragmentos de poder del rey y sus herramientas para así poder colocarlo en el Altar de los Reyes, y volver a ascender.

Aeterna estatua
Los monarcas de Aeterna son venerados con estatuas y puede, solo puede, que con fanfics también.

Como bien he comentado, Aeterna Noctis es un  metroidvania, es decir, tendremos un vasto mundo, pero con muchas barreras que nos impedirán avanzar de primeras. Según vayamos derrotando enemigos y obteniendo nuevas habilidades, nuestras opciones se ampliarán y así podremos viajar a nuevas áreas, en una proporción que da lo mejor a los curiosos y exploradores con multitud de caminos, secretos, coleccionables y zonas que descubrir. Si el juego está bien hecho, esta progresión se siente constante y genera una sensación de pequeños éxitos encadenados, lo que da motivación para cumplir un objetivo último. Entonces, en este caso, puedo decir que Aeterna Noctis está muy bien hecho.

Para desplazarnos por el mapa, al principio, solo podremos movernos, saltar y atacar con nuestra espada, pero mientras avancemos en la aventura se podrán obtener nuevas habilidades, ya sean de movimiento o de combate. Estas nos permitirán, por ejemplo, saltar dos veces, agarrarnos a paredes o hacer uso de una guadaña contra los enemigos. Durante nuestro trayecto por Aeterna tendremos dos maneras de marcar nuestra progresión, los faroles y los tronos. Los faroles son simples puntos de control, ya que, una vez nos maten, reapareceremos con toda la vida en el último farol que hayamos tocado.

Los tronos, en cambio, son mucho más interesantes. Al igual que los faroles, son puntos de control, pero también nos curarán toda la vida. Además, nos permitirá hacer uso de viajes rápido, equiparnos gemas de poder y reasignar puntos de habilidad. Con esto en mente, veamos estas características una a una.

El mundo de Aeterna es enorme. El punto positivo es que todas las zonas están interconectadas con una precisión milimétrica (salvo algunas puertas que te llevan a lugares aparentemente sin sentido), pero aun así es aburrido o, mejor dicho, se hace pesado, atravesar zonas enteras solo para cumplir nuestros objetivos. Por eso, desde un trono, siempre podremos transportarnos a cualquier otro trono de Aeterna en el que ya nos hayamos sentado. Esto es un sistema que nos permitirá ahorrarnos camino a zonas ya visitadas.

En cuanto a las gemas de poder, estas son, como bien nos explica el rey, artefactos que se encajan en su armadura. Hay de distintas categorías y cada una da beneficios distintos. Entre ellas, tenemos desde las simples gemas azules hasta las raras y poderosas gemas rojas. Estas gemas las encontraremos a lo largo del mundo y nos las equiparemos, como bien he comentado antes, en los tronos. Los espacios donde las colocamos empezarán siendo solo uno, y obtendremos más explorando el mundo o comprándolos.

El ultimo apartado relacionado con los tronos es el de las habilidades. Al derrotar enemigos, obtendremos dos recursos: oro y experiencia. Con esta última, al llegar al 100% de experiencia subiremos de nivel y obtendremos un punto de habilidad. En cualquier momento, podremos pausar e ir a nuestro árbol de habilidades (un toque RPG nunca viene mal) para gastar esos puntos en mejoras de estadísticas, añadiendo daño a nuestros ataques o  consiguiendo características especiales. Sin embargo, en los tronos podremos reasignar todos nuestros puntos de habilidad. Además de esto, aunque el rey solo puede subir hasta nivel 20, hay puntos de habilidad ocultos por el mundo.

Aeterna mapa
El mapa se irá expandiendo cuanto mas exploremos, dándonos una visión global de Aeterna.

¿Se me permite hacer una comparativa con Dark Souls? Yo la voy a hacer igual, en mi contrato no pone nada sobre que no pueda. El sistema de penalización por muerte es muy parecido al de la saga de FromSoftware. Cuando morimos, perderemos un fragmento de nuestra alma, con ella se ira un porcentaje de nuestro dinero y experiencia, y se quedará en el sitio en el que morimos o en el cuerpo del enemigo que nos ha asesinado (salvo en el caso de los bosses, ya que se queda fuera de la sala del combate). Si volvemos a morir sin recuperarla, no pasa nada, pero tendremos que recuperarla para seguir ganando experiencia (Gracias Fernando por el apunte) . Si volvemos a la zona inicial del juego, la Ciudad Famélica, y hablamos con El Guardian, nuestro gran amigo, nos ofrecerá la opción de devolvernos el fragmento de alma que hemos perdido, pero no será gratis (ningún amigo que se precie nos hace favores gratis). La broma nos saldrá por 5000 de oro. Como dice el rey, el Guardian es un usurero.

¿Pero qué podemos hacer con este dinero? Pues bien, a parte de agrandar las arcas del Guardián para ver si se cambia de modelito para el próximo milenio (esa túnica que lleva es muy de temporada primavera-verano), tenemos varias opciones. En cada área del juego encontraremos a un amable devoto del rey que nos ofrecerá varios recursos, claro está, de devoción no come nadie; así que nos cobrará por su servicio. Las cosas que incluye son:

  • Un mapa de la zona: Esto nos revelará el resto de las áreas dentro de esta zona del mapa, mientras avanzamos, además de marcar NPC’s, tronos y lugares de interés.
  • Un mapa de secretos: El nombre lo dice todo, marca todo lo que esta oculto: fragmentos del espejo (llego a esto en un rato), gemas, puntos de habilidad y cofres (que solo contienen oro y demás coleccionables).
  • Pociones de salud: Unos objetos muy útiles que nos curarán un corazón. Empezaremos llevando solo una, aunque se ampliará con el tiempo. Algunos enemigos las pueden dar tras morir, aunque siempre podemos comprar más.
  • Un vial dimensional: Extremadamente útil cuando nos vamos de exploración. Tras mantener un par de segundos el botón correspondiente, seremos transportados al último trono en el que nos sentamos, haciendo mucho mas fácil regresar de zonas donde nos encontramos en gran peligro, sin arriesgarnos a morir. Son caros, pero, usados con cabeza, valen la pena
  • Marcadores azules, verdes y rojos: Para orientarnos y marcar zonas que sabemos que debemos atravesar, pero no aún. Estos son de diferentes colores para otorgar distinta importancia a los mismos. Útiles si, como a mi, se te mezcla un mal sentido de la orientación con una mala memoria.
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Aterna tienda
La tienda de Ansur es uno de esos lugares donde el estilo visual del juego brilla más.

Aunque nuestra misión principal esta bastante clara, también tendremos una gran serie de misiones secundarias. El rey no es un alma caritativa, o eso intenta mostrar, y aunque ayude a muchas personas que le pidan asistencia, siempre pide algo a cambio. Tendremos una sección en el menú dedicada a todas las misiones que tenemos, divididas entre las principales, las secundarias y las ya completadas. El rango de las tareas que tendremos que completar es muy variado. Una de las primeras misiones será reconstruir el espejo del alma, un artefacto que nos presenta el Guardian, por el que ganaremos recompensas según vayamos obteniendo sus pedazos.

Otra de las misiones más importantes es superar las pruebas del Templo de los Reyes, custodiado por el Cronista, un personaje cuyo único cometido es apuntar toda la historia de Aeterna. Este personaje sabe todo del rey, la reina y su conflicto, de lo que queremos y lo que deseamos, y nos contará fragmentos de historias que él mismo ha escrito en su amplia biblioteca cuando pasemos a visitarle. A su lado están las puertas del Templo de los Reyes, una gran serie de puertas, cuyas llaves encontraremos a lo largo del mundo, y que nos ofrecerán un desafío de habilidad y plataformeo con una jugosa recompensa al final.

Las misiones secundarias no se hacen pesadas, y se pueden ir completando en lo que se explora o se cumplen otros objetivos, ya que avanzan, aunque de forma paralela, al unísono. Además, las recompensas pueden variar desde simplemente oro a mejoras para nuestras habilidades o vida. El diario del Rey nos permite recordar todas las misiones que tenemos (porque, la verdad, son un montón para alguien que solo mira por si mismo) y los objetivos concretos de la misma que tendremos que cumplir. Bien es cierto que, al ser un juego basado en la exploración y el descubrimiento, a veces estos objetivos son muy poco concretos, como «habla con…» o «encuentra el…». Esto hace que sea más complicado completarlas, aunque nos dirigen en una dirección general.

El estilo visual de Aeterna es curioso. Las cinemáticas, en su mayoría, como la del comienzo; nos muestran la historia en vitrales, hermosos conjuntos de luces y colores que nos narrarán los acontecimientos de Aeterna (en perfecto castellano, debo añadir). Sin embargo, este estilo choca a menudo con otro estilo que usa el juego, y ese será el dominante en el gameplay. Este «segundo estilo» es el dibujado a mano. En el gameplay va bien, se ve precioso, pero en las cinemáticas chirría un poco. Dentro del juego nos encontraremos con grandes zonas muy diferenciadas y con elementos arquitectónicos, artísticos y temáticos que son una maravilla, además de la utilización de elementos en tres planos: uno frontal, por el que pasarán cosas que, todo sea dicho, nos pueden obstruir la visibilidad en momentos clave; uno medio, donde estará toda la acción, con el rey, los personajes y los enemigos; y uno trasero con los fondos en todo su esplendor.

La música también es un gran punto a favor del titulo. Esta es tranquila, en su gran mayoría, mientras exploramos las vastas tierras de Aeterna, aunque modifica su estilo para adaptarse al tema central de la zona, como algo más centrado en la percusión en zonas mineras o mas mecánico en áreas dominadas por la tecnología. Además, toma una vertiente mas tensa cuando nos enfrentamos contra aquellos enemigos que nos han arrebatado partes de nuestro poder. Enemigos que, todo sea dicho, ya hemos derrotado en «anteriores ciclos», así que, sabemos que por mucha desventaja aparente que tengamos, saldremos victoriosos. En general, la música es orquestada; pianos, violines, chelos, alguna trompeta aquí y allá. Todo ello está para dar algo más de impacto, pero cuando de verdad la música entra con ganas se lleva todo el protagonismo.

Y hablando de cosas de audio, ¿os acordáis de que dije antes que las cinemáticas están en completo castellano? Bien, pues los diálogos de los personajes no, pero eso es porque los desarrolladores han hecho un truquito para la localización: ningún personaje habla un idioma conocido, sino un dialecto propio de Aeterna que, al escucharlo, nos dará la sensación de que, efectivamente, hay una comunicación completa, ya que se usan recursos lingüísticos repetitivos, pero nunca podremos comprender del todo el mensaje sin leerlo. Esto hace que la experiencia sea mucho más curiosa y disfrutable (eso, y que la voz del príncipe me encanta).

Aeterna organo
No todo es pelea, también podemos pasar el tiempo tocando nuestro órgano.

En conclusión, Aeterna Noctis es un gran juego, una grata experiencia para fans de los metroidvania, los juegos narrativos y, puede que incluso, los juegos tipo souls. Es una aventura que, cuanto más avancemos, más crece: más zonas que explorar, más armas que utilizar, más habilidades a nuestra disposición, más enemigos, más misiones y, sin embargo, no se siente recargado. Las mecánicas son fáciles de entender, son introducidas con calma, y los objetivos del rey están bastante claros desde el principio, lo cual nos quita el ancla narrativa de vagar sin rumbo en un mundo desconocido.

Aeterna se ve preciosa, suena preciosa, y tiene mucha vida, a veces hostil, claro está. Sus ciudades hablan, sus ríos suenan y sus maquinarias chirrían con el movimiento de sus engranajes y cintas transportadoras, estemos nosotros ahí para verlo, o no. El sistema de misiones da una sensación de progreso para todo aquel que sienta que, mientras se desplaza por el mundo, no esta haciendo nada, añadiendo algo de motivación. El sistema de habilidades añade un toque RPG muy interesante a la fórmula, lo que te deja elegir cómo jugar, así como las diferentes armas, e, incluso, a veces, el título te presenta pequeños puzles en los que hacer uso de tu ingenio y habilidades para salir con una recompensa.

No es difícil, aunque cuenta con dos dificultades, Aeterna y Noctis. Esta segunda no la he probado, aunque supongo que será lo típico: ganar menos oro, recibir mas daño y, puede que, muerte permanente.

Gracias de nuevo ha Fernando Sánchez, desarrollador del título por comentarme más sobre el modo Noctis, según el «El modo Noctis es una mezcla entre este metroidvania que es complicado como Hollow Knight mas la dificultad del plataformeo de Celeste. Cada nivel que subas será un peldaño a la cima» Así que sin duda, me hayo intrigado por probarlo.

Pero el juego de base, así como es, es una gran obra. Me atrevería a decir que es uno de los mejores metroidvanias que he jugado nunca, a la par con Hollow Knight, con una conmovedora historia que se irá hilando mientras el rey recupera su poder y un mundo que, aún viviendo al margen de esta batalla eterna, sufre las consecuencias de la misma.

Para terminar, os recordamos que Aeterna Noctis se encuentra disponible para Xbox Series X|S, Xbox One, PS5, PC y, ahora, en PS4 por 29.99€. Además, cabe mencionar que, la semana pasada, Aeternum Game Studios anunció su nuevo título, Summum Aeterna, que será un roguelite que servirá de precuela del juego analizado aquí.

Adrián Álvarez

Integrador Social y apasionado de los videojuegos, Cofundador y redactor de Helgames y un amante de los Soulslike y Roguelikes.

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