Tras haberlo probado en una demo, y en una beta, Scathe se presenta de forma completa en Steam para que veamos hasta dónde puede llegar la premisa que nos ofrece. Si bien original, contaba con sus puntos fuertes y débiles. Ahora que, como ya he mencionado, el juego está finalizado, veremos si ha conseguido superar las expectativas que teníamos sobre él. Este análisis se apoya bastante en las impresiones de su beta, pues los aspectos generales del juego no han cambiado y no los mencionaré con mucho detenimiento. Ahora sí, pasemos al análisis, hecho en PC.
Incursión infernal
El Creador Divino, ser que rige el orden, presiente que su hermano diabólico, Sacrilegio, está preparándose para invadirle con sus tropas del infierno. Como solución, nos crea a nosotros, Scathe, para que nos adentremos en el mismo infierno y acabemos con su hermano antes de la invasión. Así, un solo hombre armado hasta los dientes se adentra en el laberinto del infierno. El objetivo final, llegar hasta Sacrilegio y acabar con él.
La historia no es precisamente el punto de mayor importancia de un juego de este tipo, pero una buena presentación nos mete más en la inmersión. La historia, si bien no es muy compleja, siempre está presente durante el juego. A medida que juguemos, escucharemos cometarios del Creador Divino y su hermano, Sacrilegio. Si bien estos diálogos suelen repetirse, pueden ayudar a que el juego no se sienta muy monótono.
Ratones en el laberinto
Pero, antes de eso, ¿de qué va el juego? Pues en Scathe nos encontramos con un FPS muy arcade, con aspectos de bullet hell, donde debemos abrirnos paso en un laberinto. El laberinto se compone de varias zonas interconectadas. Cada sala cuenta con una gran cantidad de enemigos de distintos tipos, y que se adaptan al tipo de zona en la que estemos. Podemos encontrar ambientes de naturaleza, de fábrica y zonas con mucha lava. No hay mucha variedad, pero, dada la duración del juego, no es un gran problema. En cada sala, además, hay varias runas repartidas y escondidas, que actúan de coleccionables, así como varios pick-ups que nos dan vida y munición. También hay un power-up que activa el modo diablo, un modo donde tenemos más velocidad y daño, somos invulnerables al daño y vemos a los enemigos resaltados en rojo, algo muy útil para salir de las situaciones más complicadas.
Para avanzar en el juego, hay que buscar unas zonas especiales donde nos enfrentaremos a jefes que nos darán una llave. Tras conseguirlas todas, tendremos que encontrar dentro del laberinto las puertas que nos lleven a Sacrilegio y acabar con él. Las zonas de jefes, así como las salas de armas y las de desafío, están marcadas de forma especial dentro del mapa. Así es más sencillo orientarse, aunque no se muestren los mapas de cada sala concreta.
Lo más importante de todo es que Scathe está orientado al multijugador. Ya sea con amigos o con otras personas, formar un grupo de hasta 4 personas saca a relucir los puntos fuertes del juego. Es posible jugar solo, pero todo será mucho más complicado, pues está pensado para hacerse en cooperativo. Al principio, la dificultad es abrumadora. Los enemigos son implacables y no cuentas con muchos recursos ni armas. Perder una vida es muy fácil, ya sea por enemigos injustos o haber caído en lava o veneno, que nos mata instantáneamente. Por ello contamos con 10 vidas, y si llegamos a perderlas todas volveremos al principio, aunque conservaremos el progreso.
Las escopetas, un amor verdadero
Para poder sobrevivir en el infierno, tendremos que ampliar nuestro arsenal encontrando las armas esparcidas por el laberinto. Para un total de 5, empezando con el rifle inicial de munición infinita. Cada arma tiene, además, un modo de disparo secundario, que utiliza munición única y tiene un tiempo de recarga antes de utilizarse otra vez. Por ejemplo, el rifle tiene un lanzacohetes incrustado.
Cuando encontremos munición de un arma que tengamos, como la escopeta, se rellenará la munición de esa arma al completo. Al principio parecerá que la munición máxima que podemos llevar es muy escasa, pero esto se amortigua cuando tenemos más armas, y podamos cambiar entre ellas. La escopeta, un segundo rifle, la ballesta, la railgun, cada una con su función de matar demonios.
Después tenemos las magias. Estas son unos anillos que llevaremos en la mano izquierda y que poseen distintas habilidades. Al igual que las armas, tenemos que encontrarlos dispersados por el laberinto. Estos anillos tienen distintos efectos, como curar un poco de vida, congelar a los enemigos, ralentizar el tiempo, etc. Pero las magias utilizan unos puntos de energía que se consiguen matando demonios. Las magias acaban siendo muy útiles y se adaptan al estilo de juego de cada uno. Solo podemos llevar un anillo puesto a la vez, por lo que tenemos que cambiarlo para utilizar otros efectos, aunque esto se puede hacer con un solo botón.
Matando demonios se nos llenará la pantalla de sangre, jugos y telarañas, algo normal en otros juegos, que luego desaparece, pero en Scathe esto se convierte en una mecánica. Cuanta más sangre haya en la pantalla, menor será nuestra visión. Para ello, tenemos que limpiarnos con la mano izquierda, que deja la pantalla limpia. Mientras hacemos esto, nuestra mano izquierda no puede utilizar magias, por lo que hay que tener eso en cuenta a la hora de hacerlo. Para evitar esto, es mejor acabar con los enemigos a una cierta distancia. Así como saber evitar a los diablos que atacan a cortas distancias.
Monstros y monstruos
Por suerte, hay una gran variedad de enemigos, y estos cambian según el ambiente en el que estés. La mayoría de ellos disparan una gran cantidad de balas que debemos esquivar, ya sea con nuestro movimiento o un dash, que nos da invulnerabilidad. Aun así, la mayoría de estos enemigos son muy desafiantes. Hacen gran cantidad de daño y tienen un gran movimiento, lo que en grupos los convierte en una auténtica amenaza. Enemigos voladores que se teletransportan, grupos de enemigos que disparan en grupo, enemigos que explotan y los que se acercan.
Pero hay que resaltar los enemigos que se acercan a nuestro personaje y explotan junto a él. Estos enemigos son los más pesados y peligrosos con diferencia. A la mínima que te distraigas con los voladores, los tienes encima. Sobre todo, los que son esferas que van rebotando por el escenario. Para empezar, el daño que hacen es enorme, y golpean incluso si los disparas y estás cerca de ellos. Siempre vienen en grandes grupos y tienen un movimiento tan errático que es complicado acertarles. Aunque también hay demonios, tanto terrestres como voladores, que explotan. Por ejemplo, las arañas. Unos monstruos que también aparecen en grupos y explotan al acercarse, pero al ser tan pequeñas y salir del suelo hay que estar muy pendiente de no tenerlos debajo. Todo esto es por lo que es más recomendable jugar en cooperativo, pues en solitario lidiar con todos estos grupos puede ser abrumador.
Por otro lado, tenemos los jefes. Estos son un cambio en la dinámica habitual de Scathe, y la gran mayoría no son demasiado difíciles. Con un buen arsenal y sabiendo como enfrentarlos, se hace una pelea divertida y desafiante.
El Fin
Todo esto, junto con la música que nos acompaña, nos ha dado un gran juego. Muchos de los problemas con la beta se han solucionado, dando menores tiempos de recarga de las armas y el dash, marcando en el mapa las zonas especiales… Scathe ha resultado ser una experiencia divertida y exigente, con sus momentos más calmados explorando las zonas en busca de vidas y runas, y momentos más frenéticos en los tiroteos.
Aún con todo, el juego no es exageradamente largo, resaltando el hecho de que para ir de una zona a otra del mapa hay que ir a pie, y en cada sala los demonios reaparecen, por lo que en cooperativo esto será aún más corto, pero recomiendo jugar en este modo. Además, existe la posibilidad de que añadan contenido en un futuro. Aun así, para unas horas de juego, este puede ser una buena opción si disfrutas su enfoque arcade y el laberinto.
Scathe está disponible para PC, en Steam, PlayStation y Xbox.