AnálisisDestacados

Análisis: Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

Los «souls-like» están en boca de todos desde hace una década. Es, posiblemente, el género de moda y más referenciado desde que Dark Souls 2 salió al mercado y popularizó la fórmula. Esto hace que haya una cantidad bastante llamativa de usuarios y fans del género, lo que conlleva a una serie de factores que determinan el éxito o no de los títulos que adoptan este género.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la industria es la cantidad de juegos «souls-like» que llegan al mercado y su, por desgracia, eterna comparación con la ya conocida «saga souls». Esta comparación podría parecer casi necesaria u obvia, pero por momentos se utiliza más como arma que blandir contra todos aquellos que quieran hacer un juego del género y no sea FromSoftware. Ya pasó anteriormente con otro juego desarrollado por Team Ninja: Nioh. Cuando este salió al mercado se estuvo hablando más de la propia «saga souls» que del título en cuestión. Esto mismo le ha ocurrido a Strangers of Paradise: Final Fantasy Origins, aunque con matices.

Un reboot de Final Fantasy, quizás con algo de sorpresa.

¿Final Fantasy 1/0?

Stranger of Paradise (para acortar), desarrollado por Team Ninja y producido por Square Enix, es algo así como una especie de remake, reboot y precuela del Final Fantasy original de 1987. En esta se nos narra la historia de los cuatro caballeros de la luz (¿o cinco?) que, portando sus cristales, liberarán al mundo de Caos, una entidad maligna. Caos no se corresponde con una persona ni una criatura. Caos es algo así como un todo, una niebla que corrompe el mundo, una especie de «cosa» omnisciente que pudre todo a su paso y es la causa de todo lo malo que ocurre en el mundo. Nosotros, como caballeros de la luz, debemos restaurar los cristales primordiales (aire, agua, tierra y fuego).

Nosotros, en principio, manejamos a Jack, un señor malhumorado y malencarado que resuelve todo a base de puñetazos. Aquí reside una pequeña dosis de comedia (si es que se le puede llamar así). Los grandilocuentes discursos realizados por las criaturas de Caos se ven interrumpidas constantemente por Jack alzándose en armas, proclamando que no le interesa lo más mínimo ni la historia ni lo que la criatura tenga que decirle. Esto podríamos verlo de dos formas: la primera es que, Jack, representa a la figura del jugador, que está harto de que interrumpan su juego para llenarlo de escenas insustanciales y, en ocasiones, ridículas; o segundo es que Jack representa a la propia Team Ninja, la cual, a lo mejor (esto son elucubraciones mías) no tenía excesivas ganas de realizar este juego en un primer lugar.

Esta (posible) falta de ganas podría explicar muchos apartados que, si bien en su anterior título, Nioh 2, funcionaban a la perfección, aquí o son muy superficiales o no terminan de encajar del todo. He aquí el problema principal que he tenido con Stranger of Paradise, la sensación de falta de dedicación a la aventura y ciertos aspectos tanto técnico-artísticos (que ya hablaremos porque tiene miga la cosa) como en los sistemas de rol y «loot».

Si bien, por momentos, no luce mal, no llega a ser consistente con su apartado visual.

Buen sistema de combate, al menos

El sistema de combate se basa en sistema de clases con una serie de combos y habilidades, tanto activas como pasivas, con las que romperemos la guardia de los enemigos para ejecutar una «cristalización» (una ejecución de toda la vida). Lo interesante de este sistema es el robo de habilidades. Jack cuenta con el típico sistema de combate estilo souls en el que bloqueamos, esquivamos y atacamos, pero, en el caso del bloqueo, contamos con un añadido; la «extracción«. Como si se tratase de Final Fantasy VIII, podemos extraer las habilidades y PM (Puntos Mágicos) de los enemigos pulsando el botón de extracción en el momento justo en el que el ataque del enemigo impacta sobre nosotros, pudiendo utilizar esas mismas habilidades contra los enemigos o extraer suficientes PM para realizar las nuestras. Aquí no hay barra de energía, sino que la barra de PM ejerce de esta, no reduciéndose con los ataques básicos, pero si con las habilidades.

En cuanto al sistema de clases es quizás lo más divertido. Contamos con una amplia gama de clases básicas, avanzadas, maestras, etc. Desde un ladrón, a caballero, a mago blanco, a mago rojo y caballero de oscuridad, sacrificando nuestra propia vitalidad para lanzar ataques mortales. Cada clase cuenta con habilidades, estadísticas y armas propias (aunque otras muchas se comparten). A medida que vamos jugando subimos de nivel en el árbol de habilidades de cada clase, habilitándonos otras clases que salen de la unión de dos o más básicas o avanzadas. Este apartado está sorprendentemente bien cuidado, pues podemos elegir aquí nuestro modo de juego predilecto a la hora de enfrentarnos contra los diferentes enemigos y jefes del juego.

  Crítica de Venom: El último baile

Los enemigos del título es otra cosa a tener en cuenta, pues los fans de la franquicia Final Fantasy podrán reconocer a todos y cada uno de las diferentes criaturas a las que nos enfrentaremos. Tomberis, Molbol (especialmente este está genial representado), Duendes y Cactilios serán algunos de los enemigos que nos encontraremos, cada uno con sus ataques y habilidades características de la franquicia que vendrán señaladas justo encima del nombre y barra de vitalidad del enemigo. La variedad de estas criaturas y el explotar sus debilidades y ataques propios para realizar una «cristalización» lo más rápido posible es sin duda donde el juego deja al aire su verdadero potencial que, por desgracia, no siempre se muestra como debería.

Los jefes, tanto por su diseño como por el combate en sí, son lo mejor de Strangers of Paradise.

Un poco feo y con falta de consistencia

El no mostrarse con su verdadero potencial es el gran problema de Stranger of Paradise. Te demuestra constantemente que los de Team Ninja saben lo que hacen a nivel jugable. En esto son unos expertos absolutos, pero con este título se ve cierta desgana o falta de tiempo que ha hecho que, muchos apartados, demasiados, no resulten como quieran. A nivel técnico y gráfico el juego es muy justo, incluso diría que por debajo del mínimo. Texturas que no encajan, modelados simples, cortes de animaciones y fallos de «hit-boxes» que, por momentos, son imperdonables. Por no hablar del considerable problema de rendimiento que tiene, con constantes las caídas de FPS cuando el enfrentamiento supera los tres enemigos (y a veces ni eso).

Del apartado artístico no me voy a extender porque tampoco tiene demasiado. Es simplemente feo, los diseños no encajan ni con el tono ni con ningún elemento del propio juego. Parece más un amasijo de ideas que han ido añadiendo, como si se tratase de un rompecabezas absurdo que no terminase de encajar.

La narrativa, de base, está mal. Hay videos que incluso son una frase y, con eso, date por contento. El problema no es que pase como en otros juegos que por X o por Y la historia no importe y se base en jugabilidad pura, sino que, aquí, cuando terminamos el juego, vemos que tiene algo que contar. En sí, el final del juego me pareció muy interesante y, de haberse llevado mejor, podría habernos dado una sorpresa a más de uno. El giro a la trama que han aportado en Stranger of Paradise respecto a Final Fantasy I habría sido maravilloso de haberlo visto en otras condiciones.

Cada vez que obtenemos una nueva clase nos aparece un texto explicando los detalles de la misma.

Conclusión final

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins es un juego que en lo propiamente jugable cumple con creces, ofreciendo un sistema de combate cuidado y muy bien pensado, pero que se ve opacado por el resto de apartados deficientes con los que cuenta. Lo más llamativo y lo que hace que me «mosqueé» un poco con este título es que, esta falta de cuidado, a mi parecer, se debe más a la vagancia, falta de ganas y de presupuesto a la hora de desarrollar el título que a una posible incapacidad por parte de Team Ninja. Cosa que puede desmentirse rápido al ver sus anteriores juegos. Stranger of Paradise es un buen juego al que se le nota que le falta tiempo de cocción y una o dos (o veinte) vueltas al guion, pues se encuentra bastante desestructurado y aleatorio.

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins ya se encuentra disponible para Xbox One, Xbox Series X/S, PlayStation 4, PlayStation 5 y PC. Además, ya cuenta con una expansión y la siguiente, Wanderer of the Rift, llegará el 26 de octubre.

Ángel Lostes

Un músico sin beneficio que escribe textos en sus ratos libres para paliar ciertos momentos de crisis existencial.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba