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Análisis: The Last Door: Complete Edition

Un viaje en busca del poder del miedo

El medio de los videojuegos ya lleva existiendo mucho tiempo y grandes títulos vienen y van, mientras el medio se expande. Una de las frases que más se pueden escuchar al jugar juegos de antaño en la actualidad es la típica «no ha envejecido bien». Cosas como los famosos controles de tanque y las cámaras que aman hacer parkour, hacen que un juego de la infancia no pueda ser disfrutado de buen grado en el futuro. Sin embargo, esos problemas no existen si el atractivo del título es asemejarse a juegos del pasado, ya sea por motivos de pura nostalgia o narrativos.

Y con esto entramos en el terreno de los indies, o simplemente en los llamados juegos «retro», que toman características mecánicas, visuales o narrativas de juegos del pasado y las traen de forma íntegra o con algunas modificaciones a la época actual. El caso del que vengo a hablar hoy es más bien del primero, el juego de aventuras Point and Click y de terror, The Last Door. Este fue desarrollado por las mentes maestras detrás de Blasphemous, The Game Kitchen, y fue lanzado de manera episódica en 2013 en PC, pero ahora combina todas las entradas en una preciosa colección para consolas.

Por lo tanto, si os traemos este análisis en el día de hoy es porque The Last Door va a estrenar una versión física con dos ediciones, la normal (Complete) y la coleccionista (Legacy), el día 11 de este mes en PS4 y Nintendo Switch, gracias a Tesura Games (publisher de la edición física), PID Games (Publisher) y, obviamente, The Game Kitchen. Evidentemente, nosotros hemos tenido acceso a una copia digital del título en PS4, gracias a la propia Tesura Games, para poder realizar este análisis antes del estreno de esta nueva edición.

La curiosidad mató al gato

The Last Door nos cuenta la historia de Jeremiah Devitt, un estudiante de filosofía que recibe una misteriosa clase de un gran amigo y antiguo compañero de estudios, Anthony Beechworth. Este nos pide que le hagamos una visita a su mansión en Sussex, en el sur de Inglaterra. Con esto arrancará una historia que nos hará indagar en el pasado de Dewitt, su relación con Anthony y una serie de investigaciones para resolver el suicidio de Anthony, que yace colgado de su mansión tras haber visto algo que nunca debió.

En su núcleo, The Last Door; Complete Edition es un juego de aventura Point and Click, aunque quizás lo que nos salta a la mente inmediatamente es la increíble saga de Monkey Island, o realmente cualquiera de las producciones de LucasArts. En este título tendremos que movernos a través de distintas salas, investigando, recogiendo y combinando objetos para así poder avanzar en la historia y resolver los puzles que los distintos escenarios nos proponen, aunque este titulo añade tintes de tensión y algún que otro susto para mantener el tono. Los escenarios comienzan siendo pequeños, como la casa de  Anthony, pero a medida que avancemos en la historia y le vayamos cogiendo el truco a las mecánicas, las zonas explorables se irán expandiendo progresivamente, dándonos un mundo muy vivo y lleno de cosas que investigar.

Con una potente introducción en The Last Door, nos deja claro que no se cortará ni un pelo con mostrar imágenes perturbadoras.

Una misterio por resolver

El juego se halla dividido en dos temporadas, cada una consistente de cuatro episodios que duran más o menos una hora, además de otros extras de los que hablaremos mas adelante. De todas formas, el juego hace autoguardado de manera bastante frecuente si te sientes muy cansado, o frustrado, en medio de un episodio, así que puedes salir sin miedo. En The Last Door nos moveremos en múltiples escenarios como la casa de Anthony, el antiguo internado donde estudiamos o las plazas de los distintos pueblos que componen la zona urbana de Inglaterra.

Sin embargo, en cuanto a controles es siempre lo mismo. Si interactuamos con el suelo caminaremos hacia allí y si interactuamos con un objeto podremos examinarlo, y si a Devitt le llama la atención, o piensa en un uso futuro que le pueda dar, volver a examinarlo nos permitirá recogerlo. Para usar objetos simplemente hay que seleccionarlos en la barra inferior y volver a interactuar con lo que sea que queramos probar. Si tenemos suerte, tendremos razón y si nos equivocamos siempre puede ocurrir que Devitt nos de una pista sobre qué deberíamos de hacer, cómo combinarlo con otro objeto o usarlo más tarde para resolver un puzle. Además de que hablar con los personajes nos servir de ayuda para saber dónde tenemos que ir, con quién tenemos que hablar o qué debemos hacer.

Devitt no puede parar de darle vueltas a su pasado, buscando respuestas a preguntas del futuro.

Un mundo vivo pero terrorífico

Los escenarios, aunque variados, mantienen un hilo conductor que, aparte de narrativo, es atmosférico. O bien estamos bañados en un mar de preguntas intentando resolver un misterio o bien estamos con las piernas temblando, mientras exploras en completa oscuridad solo con una linterna o una pobre cerilla para iluminar tu senda (además, vas super lento en estas zonas para que sientas cada pelito erizándose de manera perfecta). Porque claro, al fin y al cabo, pese a su estilo visual retro pixel-art, que es una preciosidad y que tocaremos más adelante; este es un juego de terror y sabe mantener la atmósfera en todo momento, ya sea mientras exploramos una casa abandonada o un subterráneo tenebroso.

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El diseño sonoro combina a la maravilla con este toque ambiental. Normalmente, oiremos la banda sonora, una absoluta maravilla todo sea dicho, pero hay momentos en los que la música se apaga y tendremos que conformarnos con el sonido de nuestros pasos. Eso es, hasta que el juego decide hacer alguna bromita, como en medio del silencio poner murmullos, pasos o cualquier otro sonido que nos inquieta. Peor aún, oír una risa detrás de una puerta cerrada y cuando por fin consigamos abrirla, que no haya nada al otro lado.

Es increíble la gran capacidad que tiene la dirección artística de este juego para no solo asustar, sino emocionar.

Belleza pixelada

El estilo visual del juego, como bien he comentado anteriormente, consta de un pixel-art muy currado. Y, no sé vosotros, pero yo veo una gran relación entre este juego y la siguiente gran obra de sus desarrolladores, Blasphemous. Ambos cuentan con un cuidadísimo pixel-art que, en el caso de The Last Door, es con pixeles todavía más gordos y, aun así, manteniendo un montón de carisma. Además de eso, hace uso de planos más cercanos y detallados para algunas escenas que bien pueden ser simples puzles y otros más de miedo, como un primer plano de una cerradura por la que tendremos que ojear; además de unos toques de fanatismo religioso bastante notables, que van de la mano con la historia que nos quieren contar.

Los fondos son muy currados, sobre todo aquellos que están en las afueras, toda la zona del acantilado y la playa en la temporada 2, me daban mucha paz y tranquilidad. Pero las zonas más urbanas, con su cotidianeidad, calles llenas de gente y bullicio, columnas de humo alzándose hacia el cielo y un aspecto cuanto menos insalubre, también transmitía su mensaje claramente. Somos un extraño haya donde vamos, y deberíamos andarnos con mucho cuidado, no sabemos a quién nos estamos enfrentando o, peor aun, a qué…

El título hace uso de primeros planos en escenas concretas, donde una descripción en texto no es suficiente para transmitir toda la información.

Una aventura ligera y fugaz

En cuanto a dificultad el juego, este no es muy rebuscado en cuanto a sus puzles y, normalmente, contamos con una gran cantidad de pistas, ya sea de manera visual, gracias al propio escenario; de manera oral por alguna pista que nos haya dado otro personaje o algún pensamiento del propio Devitt, que hay veces que nos dice a dónde tenemos que ir y qué podemos hacer. De todos modos, entre todos los controles, hay una mecánica que en PlayStation está asignada al botón triangulo, que yo llamo «El Botón Chivato». Si mantenemos pulsado este botón, nos saldrán iconos en todo lo que podemos interactuar, ya sea una lupa para investigar, una mano para recoger un objeto o movernos a otra área y un bocadillo para hablar.

La duración, como bien comenté anteriormente, está bastante bien. Si vamos más o menos con calma y no nos atascamos demasiado, cada episodio nos puede durar alrededor de una hora, lo cual hace que tenga una duración combinada de 8 horas llenas de contenido, sustos y una historia muy compleja, aunque comprensible, si la seguimos paso a paso. Además de esto, el título cuenta con una sección de extras en la que se incluye los llamados «mini-episodios», que son misterios independientes que nos aportarán más lore para completar esta intricada historia, donde controlaremos a otros personajes en escenarios completamente diferentes, con duración reducida, no llegando a los 10 minutos en algunos casos.

Hablar con otros personajes es crucial para expandir el lore y conseguir más información y pistas de cuáles deben ser nuestros próximos pasos.

Conclusión final

The Last Door: Complete Edition es un gran homenaje a las aventuras point and clickantiguas y, pese a que ya han pasado casi 10 años desde su lanzamiento original, sigue manteniéndose como una gran aventura de misterio y terror. Combinando una música que te servirá como conducto de tus emociones, indicándote de manera sutil cuándo toca que estés alegre, relajado, triste, tenso o muerto de miedo con unos escenarios que ayudan a acompañar y a ampliar esas emociones en todo momento.

Además, como comentaba arriba, el título cuenta con una preciosa y asequible versión física que llega el 11 de noviembre de la mano de Tesura Games a nuestro territorio. Esta incluye una gran cantidad de material que hará las delicias de cualquier amante de este tipo de títulos o, simplemente, de las cosas bonitas y hechas con cariño. Recomiendo encarecidamente The Last Door: Complete Edition a cualquier fan del género de aventuras Point and Click, de los juegos de terror minimalista o cualquier fan de un juego con estética retro que se ve bien y suena bien.

La edición física de The Last Door: Complete Edition es sin duda, algo que existe

The Last Door: Complete Edition ya se encuentra disponible, desde 2019, para PS4, Switch y Xbox One por 14.99€. Además, como decía, también estará en versión física, distribuida por Tesura Games para Nintendo Switch y PS4, razón por la que os traemos este análisis.

Adrián Álvarez

Integrador Social y apasionado de los videojuegos, Cofundador y redactor de Helgames y un amante de los Soulslike y Roguelikes.

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