La nostalgia realmente funciona de una forma muy curiosa. Hasta hoy había olvidado una parte esencial de mi vida; una época fundacional en la persona que soy hoy en día. En definitiva, había olvidado las tardes de vicio insano en el multijugador de Call of Duty.
Recuerdo no tener responsabilidades, volver a casa y encender la consola para jugar algunas partidas a Call of Duty con amigos. Recuerdo los inicios de YouTube, las estridentes «intros dubstep» y los «live 2.0». Las parodias musicales, los consejos para ser un «pro», las ediciones al estilo MLG, los zombis… Todos estos elementos y, en mayor o menor medida CoD, definieron una época de internet que experimentamos muchos jugadores. Como muchos de vosotros (para bien o para mal, debido a la edad) me he criado jugando Call of Duty. Al final, año tras año y entrega genérica tras entrega genérica, mi interés por la saga acabó decayendo hasta el punto de acabar completamente desconectado de la franquicia.
Llegados a este punto es más que probable que os estéis preguntando: ¿y qué tiene que ver toda la turra que nos acabas de soltar con el análisis de un CoD? Pues bien, creo que lo mejor que puedo decir de esta entrega es que, aún con sus múltiples imperfecciones, Call of Duty: Modern Warfare II ha conseguido algo que creía imposible. Ha logrado reconciliarme con la franquicia y devolverme a esa época en la que lo único que pensaba era en volver a casa y dejar pasar las horas entre partida y partida.
¡Esta es la nueva era de Call of Duty!
Si bien Call of Duty es una saga que no necesita introducción, mi contrato como analista especializado me obliga a presentar las bases del título. Call of Duty: Modern Warfare II es un juego de disparos en primera persona en el que valores como el frenetismo y la jugabilidad arcade destacan sobre otros como el realismo puro o los enfrentamientos estratégicos.
Quizás os suene el nombre de este título, y es normal, es decir, el Call of Duty: Modern Warfare 2 original se publicó en el año 2009. La verdad es que, si habéis estado alejados de la saga es comprensible hacerse un lio y, por ello, vamos a aclarar este tema antes de continuar. Con Call of Duty: Modern Warfare II («II» que no «2») nos encontramos ante la continuación del reinicio de la subsaga “Modern Warfare” que Activision e Infinity Ward realizaron en el año 2019.
Como ya es tradición en la saga, Call of Duty: Modern Warfare II cuenta con tres experiencias diferentes: el modo campaña, las partidas multijugador y las misiones cooperativas. Así pues, comenzaremos el análisis desgranando cada modo de juego en su propio apartado.
El grandioso regreso de la Fuerza Operativa 141
Comenzando con la campaña, el jugador encarnará a diferentes soldados pertenecientes a la Fuerza Operativa 141, una organización de operaciones especiales que acoge entre sus filas a los mejores especialistas del mundo. Por tanto, nuestro deber como soldado será garantizar la seguridad internacional realizando operaciones encubiertas a lo largo y ancho del globo.
La historia de Call of Duty: Modern Warfare II arranca al descubrir que Al-Qatala, una organización terrorista que opera en el Medio Oriente se ha hecho con el control de dos misiles balísticos intercontinentales estadounidenses. El grupo radical planea usar estas armas contra la población norteamericana y nosotros, como especialistas de la Fuerza Operativa 141, deberemos entrar en acción para acabar con la amenaza y salvaguardar el orden internacional.
En el fondo, esta grandilocuente premisa se queda en eso, en la típica amenaza global que recubre la gran mayoría de las historias del género shooter. La historia en sí no es gran cosa, cumple, pero no es ni la mitad de interesante que la trama del Modern Warfare de 2019. Aquí hemos venido a pegar tiros y el contexto se agradece, pero tampoco es que importe demasiado. ¿Me estás diciendo entonces que la campaña no merece la pena? En absoluto.
Si hay algo que Infinity Ward ha conseguido a lo largo de todas las campañas que ha desarrollado para las diferentes subsagas de Call of Duty (Modern Warfare, Ghosts e Infinite Warfare) es crear personajes interesantes y grandes villanos. Call of Duty: Modern Warfare II no es la excepción a esta regla y, si hay algo que nos motive a terminar esta historia, ese algo son sin duda sus personajes.
El estudio de Activision no solo ha conseguido volver más carismáticos si cabe a viejos conocidos como el capitán Price o Gaz, sino que, con la inclusión de Alejandro como nuevo miembro de la Fuerza Operativa, Infinity Ward ha logrado que no conciba una secuela sin este nuevo integrante dentro del equipo. Por desgracia, no todos los personajes han corrido la misma suerte. Tras su ausencia en la primera entrega, Jhon “Soap” MacTavish ha regresado sin saber prácticamente ni coger un arma y, por si fuera poco, Farah no aparece ni quince minutos a pesar de contar con un rol esencial en los acontecimientos del juego anterior.
Terminando con los personajes, sin duda el mayor beneficiado de esta secuela ha sido el mítico Simon “Ghost” Riley, un querido personaje que realmente casi ni hablaba en su juego de origen. En Modern Warfare II se ha hecho justicia, puesto que han convertido a Ghost un pilar esencial de prácticamente todas las misiones del juego. Si sois fans de las máscaras y las gafas de sol tenéis que saber que en este juego tenéis Ghost para rato.
Es verdad que la historia de esta secuela no es ni igual de reveladora ni la mitad impactante que la que vivimos en Call of Duty: Modern Warfare (2019), pero no por ello es completamente inferior. Si hay algo en lo que Call of Duty: Modern Warfare II gana a su precuela por goleada es en ofrecer espectacularidad y diversión al jugador.
No me tiembla el pulso cuando afirmo que Call of Duty: Modern Warfare II tiene las misiones más variadas, divertidas y diferentes que he podido jugar en cualquiera de los juegos de la saga. El objetivo suele ser el mismo: ir de un punto «A» a un punto «B» y en el proceso disparar a todo lo que respire, pero, en esta ocasión, Infinity Ward ha añadido mecánicas y formas de afrontar el objetivo completamente únicas para cada misión. Desde persecuciones a toda velocidad en carretera hasta niveles de infiltración al puro estilo Hitman; el modo historia de un CoD nunca ha sido tan variado.
Por último, creo necesario mencionar la cantidad de escenarios que veremos y recorreremos en las aproximadamente 6 horas de duración de la campaña. Si bien la Fuerza Operativa 141 ha recorrido prácticamente todo el globo, en este caso el juego elige centrar la gran parte de la acción en Europa y México (aunque también tendremos misiones en otros puntos del mundo); una decisión que nos brinda unos paisajes y escenarios simplemente espectaculares.
Yo campearé
La apartado más jugado y el motivo por el que Call of Duty corona año sí y año también la lista de juegos más vendidos es, sin duda, el multijugador. En lo que a este modo respecta realmente no hay grande cambios. La fórmula se ha refinado con los años y las diferencias que existen entre un Call of Duty y otro son meramente anecdóticas. Por tanto, si buscáis un cambio realmente notable en el multijugador debéis saber que Call of Duty: Modern Warfare II no os lo va a dar. Esta es exactamente la misma experiencia que inventaron hace ya más de diez años totalmente refinada y adaptada a la fluidez y exigencias de la nueva tecnología.
Adentrándonos en el multijugador, el juego cuenta con 10 modos de juego de 6 contra 6; todo reunido en una lista de partidas en la que podemos elegir entre los clásicos duelo por equipos, dominio, baja confirmada, buscar y destruir… Por otro lado, contamos con los modos invasión y guerra terrestre, modalidades de 32 contra 32 jugadores en mapas mucho más amplios. Por último referente a los modos multijugador, se ha añadido una lista de juego que permite a los jugadores combatir en tercera persona.
Si bien es verdad que el multijugador no ha sufrido una renovación drástica, Infinity Ward se ha encargado de cambiar el funcionamiento de un par de sistemas clásicos en la saga. Los mayores beneficiados de estos cambios han sido el sistema de desbloqueo de armas y accesorios en Modern Warfare II.
En este título se introduce el sistema conocido como «familia de armas». Con este nuevo método de obtención de armas deberemos olvidarnos de farmear nivel para desbloquear nuestro fusil favorito. Ahora la gran mayoría de armas se agrupan dentro de un amplio árbol de familia que marca el progreso y los desbloqueos. Por tanto, si queremos desbloquear una M16 primero deberemos jugar con el fusil M4 o si queremos hacernos con un Kastov-74U (AK74U) tendremos que dominar primero el Kastov 762 (AK47).
Este sistema afecta también a los accesorios. En Call of Duty: Modern Warfare II subir al máximo el nivel de un arma no nos brinda todas sus modificaciones, ya que muchos de los accesorios se encuentran asociados a los niveles de otra arma. En resumen, con este sistema el juego nos incita a probar cada una de las 51 armas disponibles si queremos estar completamente preparados para cualquier situación. El sistema funciona a las mil maravillas, nos permite probar un poco todas las armas y hace que nuestro progreso en el juego se vea mucho mejor recompensado.
Sobre el terreno el multijugador sigue igual de solido que siempre. El “gunplay” frenético es, sin duda, la especialidad de la casa y en Call of Duty: Modern Warfare II el listón no ha bajado en absoluto. Por suerte, en esta entrega encontramos mapas mucho mejor diseñados que los que tuvimos el dudoso honor de jugar en su precuela (a excepción del mapa de la autopista que parece haber sido creado por un ser diabólico). Por otro lado, en el multijugador el título mantiene siempre los 60 FPS constantes y respecto a su nivel gráfico y sonoro no hay nada que objetar; este es sin duda el Call of Duty más técnicamente puntero jamás publicado.
De lo que sí podemos quejarnos es de la falta de contenido del título. Si bien el juego cuenta con la mayor cantidad de armas de inicio de la historia de CoD, Infinity Ward ha olvidado añadir ciertos elementos que son prácticamente fundamentales. Por el momento, Call of Duty: Modern Warfare II no cuenta ni con barracones para ver nuestras estadísticas ni con desafíos que nos permitan desbloquear tarjetas de visita o emblemas; todo un clásico de la saga.
Por otro lado, al no contar con desafíos parece que la personalización de los operadores, complementos de armas y demás elementos visuales del juego van a quedar completamente ligados al futuro pase de batalla; restringiendo bajo un muro de pago la personalización de los jugadores en un videojuego por el que ya han pagado.
Otro problema que afecta al multijugador es la cantidad de errores, problemas de conexión y bugs con los que el juego ha salido al mercado. Estos fallos realmente son provisionales, pero han enturbiado la experiencia la primera semana del lanzamiento y, por desgracia, no se esperan cambios realmente notables hasta la llegada de la temporada 1 el próximo 16 de noviembre.
Para terminar con este apartado debemos hablar de dos elementos que restan bastante a la experiencia multijugador, no obstante con algo de suerte todavía pueden ser corregidos. Ambos son una molestia que quizás no afecta por igual a todos los jugadores, pero que tienen la suficiente capacidad de acabar con el interés de gran parte del público.
El primer error lo encontramos en la interfaz. Se nota que Infinity Ward ha intentado remodelar este elemento tomando como referencia las plataformas de streaming, pero, a pesar del esfuerzo, se ha quedado en eso; en un simple intento. Un videojuego no coloca sus elementos de la misma forma que Netflix agrupa sus series. Por tanto, el resultado final es una interfaz demasiado confusa que se ha quedado a medio camino, en una suerte de limbo en el que los jugadores van a verse incapaces de navegar por los diferentes menús de forma intuitiva.
El segundo “fallo” lo encontramos en el sistema de búsqueda de Call of Duty: Modern Warfare II; el famoso Skill Based Matchmaking (SBMM) o Sistema de Búsqueda por Habilidad. Para el que todavía no conozca qué es el SBMM, este es un sistema que varios juegos multijugador utilizan para crear las partidas emparejando a los jugadores que tienen estadísticas similares. Sobre el papel suena bien, es decir, junta a los jugadores que son similares entre sí para que los novatos no sean masacrados por usuarios más experimentados. El problema es el siguiente: realmente este tipo de emparejamiento no regula las partidas, sino que termina matando la diversión. Siguiendo este sistema todas las partidas son reñidas al extremo, la gente acaba aguantando sus posiciones y nadie realmente consigue destacar; eliminando así el frenetismo y las rachas de bajas de la ecuación.
Implementar el Sistema de Búsqueda por Habilidad acaba volviendo el multijugador una experiencia frustrante, una especie de modo competitivo constante en el que solo se utilizan las tres o cuatro armas más efectivas. Con el SBMM muere la variedad, la experimentación y las locuras con amigos durante las partidas. En definitiva, si amas la saga y planeas jugar durante horas al multijugador, este es quizás tu mayor enemigo.
El tercero en discordia
Es turno de Operaciones Especiales, el mítico modo de la subsaga Modern Warfare y que conforma el tercer modo de juego de Call of Duty: Modern Warfare II. En Operaciones Especiales deberemos superar misiones en solitario o con otros dos compañeros de equipo en ciertas partes de Al Mazrha, un gigantesco escenario que podremos recorrer libremente cuando abran las puertas de Warzone 2.0.
En Operaciones Especiales deberemos olvidarnos de la acción frenética del multijugador para completar misiones con unas serie de objetivos y requerimientos específicos. Por tanto, deberemos trazar planes y jugar de forma más estratégica junto a nuestros compañeros para superar los encargos en el menor tiempo posible. Para lograr este objetivo el juego nos permite elegir entre uno los tres roles disponibles:
- Asalto: rol destinado a la primera línea del frente. Cuenta con un suministro de armaduras que potenciará la salud de los soldados.
- Médico: este soldado está destinado a reanimar más rápido a los compañeros caídos. Cuenta con una pistola capaz de reanimar a distancia.
- Ingeniero: especialista de ventajas y equipo. Este rol nos permite usar una habilidad que detecta y marca a los enemigos.
Las misiones en sí son realmente buenas y el modo resulta entretenido, pero, al igual que en el multijugador, la falta de contenido acaba convirtiendo a Operaciones Especiales en una experiencia totalmente prescindible. Actualmente contamos con solo tres misiones en este modo: una centrada en el sigilo, otra enfocada en el combate y, la última, es un desafío de supervivencia. Si bien en el futuro añadirán más encargos y ya se ha anunciado una modalidad llamada incursión, la verdad es que en el lanzamiento las Operaciones Especiales de Call of Duty: Modern Warfare II han sido totalmente decepcionantes debido a la falta de variedad.
Conclusión final
A pesar de haber recalcado más sus fallos y problemas que sus bondades, Call of Duty: Modern Warfare II me ha parecido el mejor CoD de los últimos años. La campaña no es Hamlet, pero es la más divertida de la historia de esta franquicia y tiene a unos personajes bastante memorables. En la otra cara de la moneda encontramos Operaciones Especiales, un modo con bastante potencial que ha quedado totalmente opacado por culpa de la falta de contenido que sufre el juego.
Por su parte, el multijugador por su parte sigue siendo la misma frenética experiencia de siempre completamente refinada. Este año podremos disfrutar de un multijugador bastante superior que el de pasadas entregas como Call of Duty: Vanguard, Call of Duty: Black Ops Cold War o, incluso, el que introdujo Call of Duty: Modern Warfare hace ya más de tres años.
En mi opinión, nos encontramos, quizás, ante el mejor CoD desde Call of Duty: Black Ops III. Un título con una base increíble, pero con bastantes fallos que arreglar y sufriendo el acecho del Skill Based Matchmaking en cada partida. Este no es ni de lejos el final de Modern Warfare II y, por suerte para los aficionados, Warzone 2.0 y DMZ (el nuevo modo inspirado en Escape from Tarkov) se encuentran a la vuelta de la esquina.
Respecto a Warzone 2.0 y DMZ, ambos llegaran de forma gratuita el día 16 de noviembre junto a la temporada 1. Una actualización que, además, promete traer balance de armas, cambios en la interfaz, corrección de errores, la incorporación del pase de batalla y bastante contenido nuevo en forma de mapas multijugador y personalización.
Call of Duty: Modern Warfare II se encuentra ya disponible en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC. Nosotros hemos realizado este análisis jugando a la versión de PlayStation 5.