Es bastante curioso como funciona la mente humana. Me encuentro en la actualidad en una época de mi vida donde me resulta muy difícil ponerme a jugar títulos largos y, sin embargo, mi género favorito resulta ser el RPG y, por tanto, es el tipo de juego al que más dedico mi tiempo. Estamos hablando de, ni más ni menos, que, posiblemente, el género que mayor duración tiene de media y, aun así, no hay género que más disfrute. Ahora bien, debido al auge que ha habido en los últimos años, cada vez hay más videojuegos de este tipo, por lo que siempre me toca decidir entre un título u otro, especialmente cuando se trata de hacer un análisis.
Si tuviera que decir por qué decidí analizar este videojuego, lo tendría bastante difícil, y es que probablemente fue porque en ese momento necesitaba un mundo en el que perderme, o porque Chained Echoes consiguió enamorarme con su espectacular diseño artístico, del cual hablaremos más adelante. El hecho es que decidí jugarlo para traer el análisis, y la verdad no me arrepiento de ello, porque ya os adelanto que estamos ante un RPG bastante interesante, el cual nos llega de la mano de Matthias Linda, es decir, que estamos hablando de un videojuego desarrollado por solo una persona.
Una historia sin igual
Aunque no lo parezca, principalmente porque siempre acabamos desviándonos del camino principal, la historia es uno de los apartados más importantes de cualquier RPG. A pesar de que vayas a decidir ignorarla, es muy importante que siempre haya un buen hilo conductor, el cual consiga unir el mundo y su trama. Lo peor es que esto no queda aquí, y es que una buena historia tiene que ir siempre acompañada por buenos personajes, tantos héroes como villanos.
En este sentido, podemos decir que Chained Echoes cumple de maravilla. No os contaré nada sobre la trama, y es que considero que estamos hablando de uno de los puntos más relevantes del juego, pero si diré que consigue cumplir de maravilla, aunque el verdadero punto fuerte lo encontramos en sus personajes. Pocas veces podremos encontrar una mejor construcción de personaje que la que vemos en este título, resaltando especialmente la cantidad de estos que se nos presenta a lo largo de la aventura, y lo bien que se trata a cada uno de ellos.
Así mismo, es necesario que hablemos un poco del mundo en el que nos moveremos, y es que esto está estrechamente relacionado con la historia. En esencia, estamos hablando de un mundo de corte medieval, aunque con algún que otro aspecto que puede resultar más futurista de lo debido. Aun así, de esto hablaremos más adelante, y es que resulta ser el diseño artístico lo que más ayuda a construir su mundo.
Un combate por turnos con potencial, y bien explotado
Teniendo en cuenta el tipo de videojuego del que estamos hablando, además de ser un juego que mira tanto a los clásicos de su género, estaba claro que el combate iba a ser por turnos, aunque no frunzáis todavía el ceño, y es que este tiene una vuelta de tuerca dada.
Resulta bastante difícil explicar su funcionamiento, y es que al principio me costó bastante conseguir pillarle el truco por así decirlo, pero la realidad es que, si bien resulta confuso de primeras, al tiempo puedes darte cuenta de que está muy bien pensado, consiguiendo incluso que los juegos con el sistema clásico parezcan totalmente anticuados.
Aun así, después de un tiempo este combate puede llegar a sentirse simple, porque si bien da varias vueltas de tuerca en su base, luego no hace mucho para diferenciarse del resto de juegos del género, lo que termina por hacerlo sentir simple en acceso, lo que también desemboca en que se acabe sintiendo aburrido. Podéis estar tranquilos, porque esto ocurre después de bastantes horas de juego, y también dependerá de cómo sea vuestra personalidad como jugador.
Una belleza inigualable
Sin duda, podemos decir que su apartado más destacable es el gráfico, y es que el diseño artístico de este videojuego no tiene igual, ni en su género ni en ningún otro. Ya no es solo que estemos ante un pixel-art precioso, sino que además los diseñadores de escenarios han sabido cómo usarlo a la perfección, regalándonos paisajes que consiguen quitar el hipo la primera vez que lo ves. Si eres amante de hacer capturas a cada segundo a los videojuegos que juegas, Chained Echoes es el juego perfecto para ti.
Puede parecer un tanto exagerado, pero ciertamente podría decir que es el juego con mejor apartado artístico que he jugado en el 2022, y en mi lista de ese año están God of War Ragnarok, Elden Ring y A Plague Tale: Requiem, juegos que destacan especialmente en este aspecto. Ya con las capturas que tienes en este análisis podéis daros cuenta de lo que estoy hablando, pero la realidad es que no es hasta que lo ves en funcionamiento cuando tomas consciencia de lo bien hecho que está en este aspecto, especialmente si hablamos de los escenarios.
En el caso del diseño de los personajes, estos consiguen resultar memorables en su propio contexto, aunque a diferencia de en el caso de los escenarios, este no consigue destacar especialmente. Aun así, no puedo decir que estos sean malos, porque no los son, y además consiguen reflejar las personalidades que luego vemos cuando hablan, pero la realidad es que no son especialmente destacables.
Técnicamente una delicia
Probablemente, diréis que estaba claro que íbamos a estar ante un juego con un buen apartado técnico, y es que estamos hablando de un título con pixel-art, por lo que debería ser más sencillo moverlo para cualquier dispositivo, pero la realidad es que esto no es tan así. Existen muchos juegos del estilo que tienen problemas técnicos, debido a una programación que no es tan buena como debía.
Por suerte, este no es el caso de Chained Echoes. Lo hemos probado en dos plataformas, primero en PC a través de Steam y luego en una Xbox Series S gracias a Game Pass, y en ambas plataformas podemos decir que funcionaba de lujo. Probablemente, me quedaría con la versión de consola, especialmente por la posibilidad de usar Quick Resume, pero en general puedo decir que ambas versiones son excelentes.
Además, si hablamos del apartado sonoro, el cual también resulta bastante importante en videojuegos del estilo, podemos decir que también consigue destacar en este aspecto. Puede que el apartado gráfico de Chained Echoes se lleve todas las alabanzas, pero la verdad es que la banda sonora no se queda atrás, consiguiendo mejorar momentos que por otras circunstancias resultan totalmente memorables.
Conclusión final
Chained Echoes es un RPG que quiere tomar inspiración en los clásicos del género, pero que además quiere innovar en lo suyo. El resultado es un juego que lo hace muy bien en prácticamente todos los aspectos, y que consigue destacar especialmente si hablamos de su apartado gráfico, regalándonos ciertos escenarios que pueden tener de los mejores diseños artísticos de la industria.
Podría ser mejor sí, especialmente en ciertos aspectos de la historia y el gameplay, pero estamos ante un título RPG que todo amante del género debería jugar.