El CEO de PlayStation, Jim Ryan, se reúne con la Unión Europea por la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft
Jim Ryan se ha reunido con Margrethe Vestager, jefa antimonopolio de la Comisión Europea
A falta de días para que la Unión Europea informe a Microsoft sobre sus preocupaciones, sabemos gracias al medio Reuters que Jim Ryan, el CEO de Sony PlayStation, se ha reunido con Margrethe Vestager, jefa antimonopolio de la Unión Europea. Esta información proviene de una fuente familiarizada con el tema y no ha querido aportas más detalles del contenido de la reunión.
Pero desde ResetEra han ofrecido más detalles de la reunión. El usuario Idas, abogado con acceso a Mlex (se trata de un medio de pago especializado en fusiones de empresas), revela que varios ejecutivos de Sony estuvieron presentes en dicha reunión. Y como es obvio, la postura de PlayStation era contraria a que Microsoft acabe comprando Activision Blizzard, vamos nada nuevo bajo el sol.
Incluso se señala que Sony ha presionado alegando dos argumentos. El primero sería que Microsoft podría mantener Call Of Duty en otras plataformas que no sean PlayStation. El segundo argumento era que Microsoft podría perjudicar el rendimiento de Activision en otras plataformas.
¿Cuántos y cuáles países han aceptado la compra de Activision Blizzard?
En HelGames os informamos de que el regulador de Brasil aprobó la adquisición de Microsoft a Activision Blizzard. Incluso fue más allá y dejó alguna indirecta hacia Sony y puso de ejemplo a Nintendo. Este fue el segundo país que dio luz verde a la adquisición, pero el primero de todos fue Arabia Saudí, quien no tuvo ningún tipo de dudas. Otro territorio que aprobó dicha fusión fue Serbia, lo que supone un paso hacia delante. El último y más reciente sería Chile.
Aun así, cabe recalcar que la demanda antimonopolio de los jugadores ha salido adelante, ya que la jueza ha decidido escuchar a estos usuarios y rechazar la petición que lanzó Microsoft. Otra cosa es que la FTC bloqueó la adquisición, y todavía estamos a la espera de que se decida todo en un juicio en un tribunal administrativo.