Es bien sabido que los videojuegos han ido madurando a lo largo de los años. Si bien es cierto que las temáticas que se tocan son muy diversas y abarcan prácticamente todos los frentes, hay un tema en concreto que, cuando aparece (si es que lo hace) pasa de forma muy superficial: el suicidio. Este es un tema sumamente complicado y tabú en muchos países y territorios, pero es algo de lo que, a veces, hay que hablar.
Dejando de lado, al menos durante un par de líneas, el tema del suicidio, me gustaría hablar de un juego en concreto que, si bien ya hace bastantes años desde su lanzamiento original para PlayStation 2 allá por 2006, aunque, específicamente, la versión remasterizada que nos ha llegado es la de la edición mejorada para PlayStation Portable en 2009. Este juego es ni más ni menos Persona 3 Portable.
Bienvenidos a la Hora Oscura
Persona 3 Portable (P3P a partir de ahora) es un JRPG en el que encarnamos el papel de un chico o una chica que se muda a una residencia de estudiantes en un nuevo instituto. El título nos deja claro que hay algo que no marcha bien, pues nuestra llegada se ve obstaculizada por una ciudad llena de ataúdes, sin un alma caminando por sus calles, más que una asfixiante atmósfera verdosa propia de una película de terror.
Tras una escena inicial que parece un intento de suicidio por parte de una de las protagonistas del título, llegamos a la residencia en la que nos dan una habitación y, tras unos pasos iniciales, comienza la pesadilla. La residencia se encuentra bajo el ataque de una horda de «sombras«, criaturas de otro plano que consumen las emociones de las personas y les causa apatía, ya entraremos más adelante en eso.
Como en cualquier otro Persona, debemos lidiar nuestro día a día con los sucesos paranormales, sirviéndonos los primeros como una forma de entrenamiento que nos mejore las habilidades y equipamiento para poder enfrentarnos a lo segundo, haciendo un gran hincapié en las relaciones interpersonales con los diferentes compañeros de clase, amén de otros individuos que nos iremos encontrando a lo largo de lo que resulta ser un año de lo más movido en la escuela.
Ahora bien, ¿cómo van a hacer frente unos simples estudiantes a una amenaza como esta? A través de los «Evocadores«, literalmente pistolas, y las «Personas«, unas criaturas ligadas a unos usuarios con habilidades especiales.
Con una bala en la sien
P3P no es lo que se podría decir un «juego sutil», desde el primer momento te tira a la cara su temática sin tapujos y sin medias tintas, nada más al comienzo del juego vemos un intento de suicidio o incluso hay un personaje que se corta constantemente las muñecas para luego curarse, por lo que deja claro de qué va la cosa.
El título es un JRPG por turnos con un gran componente «dungeon crawler» (pero algo descafeinado) en el que utilizamos «Personas», criaturas que representan nuestro más profundo ser y están ligadas a nosotros, dotándonos de poderes sobrenaturales.
La peculiaridad de estos juegos es que, si bien cada uno tenemos un «Persona» concreto, nuestro protagonista tiene la habilidad de albergar muchos de ellos al mismo tiempo, lo que da pie a una suerte de Pokémon (para los que no hayáis jugado nunca a la saga Persona o Shin Megami Tensei), en el que coleccionaremos «Personas» y fusionaremos para crear otras en un sistema que, si bien al principio no parece complejo, las funcionalidades de heredar habilidades específicas y estadísticas se os puede hacer bola a más de uno.
Combate de otro tiempo
El combate hoy en día se puede sentir algo tosco y pesado, pero también debemos tener en cuenta que el juego ya cuenta con unos cuantos años a sus espaldas y, en su momento, no destacó en demasía por su apartado técnico. Cuando nos enfrentamos a un enemigo tenemos las acciones básicas que podemos encontrar: Ataque normal, Técnicas (las habilidades que ofrece cada «Persona»), usar objetos, defenderse y huir; aparte de algunas solo propias de nuestro protagonista, como son: Cambiar de «Persona» y cambiar de táctica, con la que podemos elegir si dar órdenes a nuestros compañeros o elegir cómo se comportará la IA de forma automática. Todos los compañeros vienen de base en modo «actuar libre», por lo que siempre tendréis un nuevo personaje, os recomiendo echar un vistazo a la pestaña «Tácticas».
Como viene siendo habitual, tanto en la saga Persona como en Shin Megami Tensei, en el juego contamos con ciertas estadísticas que nos muestran diferentes debilidades y fortalezas tanto físicas como elementales, por lo que debemos hacer un uso cauteloso de las mismas a la hora de abordar los enfrentamientos si no queremos que nos dé una paliza hasta los enemigos más insignificantes.
Al utilizar las debilidades contra el enemigo concreto (que pueden ser vistas gracias a una habilidad de un personaje fuera de combate que analiza a las «sombras») le haremos a dicho enemigo más daño, además de derribarlo (este «estado alterado» se puede conseguir también con ataques críticos o incluso si el enemigo, al atacar, falla con un crítico). Cuando derribamos a un enemigo se nos da un turno extra con el personaje que ha efectuado el ataque. Ahora bien, si el personaje ataca al mismo enemigo derribado, el turno, pasará al siguiente por iniciativa, pero si ataca a otro enemigo y logra derribarlo, volverá a tener un turno extra. Es decir, siempre que derribemos a un enemigo se nos da un turno extra para seguir encadenando golpes. Cuando todos los enemigos están derribados, se puede realizar un ataque especial en conjunto con todos los personajes que causará un gran daño a todos los enemigos y que es absolutamente indispensable a la hora de enfrentarnos a cualquier amenaza.
La única pena, si es que podemos llamarla así, es que el combate no evoluciona lo más mínimo (a excepción de una pasiva de un personaje en concreto, pero que no es nada del otro jueves). Si bien no está mal y resulta entretenido, a la larga, puede hacerse algo pesado y tedioso, más aún cuando las animaciones de combate (y de poses de victoria) son bastante lentas para los estándares de hoy día.
El día a día
Fuera de la Hora Oscura, ese tiempo entre realidades en el que combatimos y tenemos que hacer frente a todas las amenazas de las sombras, toca hacer frente a otro gran enemigo para todo adolescente que se precie: el instituto. Al igual que en cualquier otro Persona, debemos lidiar con los pormenores de la vida estudiantil realizando tareas anodinas y monótonas como ir a clase, quedar con los amigos, estudiar y apuntarnos a actividades extraescolares. Esto ofrece al juego dos caras contrastantes que funcionan a la perfección y que no funcionan la una sin la otra. En P3P, los momentos fuera de la Hora Oscura se juegan como si de un «point and click» se tratase, con una visión general del entorno e interactuando con un puntero movido por el joystick.
Durante este tiempo de descanso, si es que lo queremos llamar así, deberemos prestar atención en clase (o no) para mejorar nuestra «inteligencia«, realizar actividades deportivas, para mejorar nuestro «coraje» y actividades artísticas para mejorar nuestro «encanto«. Además de estas, hay otras actividades como comer, ir al karaoke, darnos masajes, tomar un té, etc., que nos aportan experiencia para dichas estadísticas, que sirven, en mayor medida, para conocer a individuos, ligados a cartas del Tarot (al igual que las «Personas») con los que podemos entablar relaciones para, en un futuro, generar «Personas» más fuertes.
Las relaciones entre los diferentes personajes es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos más reconocibles de la serie. Tenemos que organizar nuestro día para que, aun con todas las actividades que realizamos, podamos quedar con nuestros amigos, compañeros y conocidos, amén de otros individuos extraños que hay por la ciudad. Cada uno cuenta con una historia propia que deberemos ir desentrañando a lo largo de nuestro día a día y, a nivel personal, suelen estar bastante bien escritas.
La «Apatía»
La narrativa de Persona 3 Portable gira en torno a la «Apatía» y al suicidio, utilizando a las «Sombras» y las «Personas» como medios para ello. Cada «Luna Llena» nos veremos envueltos en otro conflicto, otra horda de «sombras» que parecen cumplir un plan del que, de momento, no estamos enterados. Cuando el estadio de la Luna va llegando, gran parte de la población empieza a sufrir de «Apatía» y a sufrir diferentes accidentes. La apatía es un estado de la persona en el que se inhibe de cualquier estímulo externo, sumiéndose en un estado absoluto de desinterés y falta de motivación.
Este estado, de forma literal, provoca la muerte de muchas personas y tú y tu equipo (bastante extenso, de hecho), los miembros de la SEES (Sociedad Extraescolar de Ejecución de Sombras) debéis solucionar el entuerto, poniendo en peligro vuestras vidas. Pero parece que no todo el mundo está de acuerdo con vuestra heroica campaña, pues ciertos individuos que dicen pertenecer a una sociedad llamada «Strega» pretende dejar a las «Sombras» campar a sus anchas, pues, sin estas, no tendrían los poderes que les ofrecen las «Personas».
Los diferentes personajes que conforman las SEES cuentan con un trasfondo bastante cuidado y que convergen en una narrativa en conjunto alrededor del origen de las «Sombras» y la Hora Oscura. Hay personajes con sus más y sus menos que, a nivel personal, no han llegado a trasmitirme lo que, a lo mejor, el juego estaba pretendiendo, pero que sin duda todos ofrecen un punto de vista e, incluso, un estado de la psique que genera una sensación de armonía con la naturaleza propia del concepto «Persona».
Un problema que he encontrado en el título es que, hasta que no aparece «Strega» a la mitad del juego, P3P no termina de arrancar, por lo que la sensación de sorpresa del comienzo del juego se diluye rápidamente y gran parte del título, que, precisamente, corto no es (terminarlo me ha llevado más de 70h), resulta algo tedioso pues resulta en un pasar de día en lo que lo más llamativo es las quedadas con amigos y el mantener alguna relación amorosa con alguno de los personajes, porque la historia hasta aproximadamente 30h de juego no ocurre gran cosa.
Conclusión final
Persona 3 Portable es un título JRPG desarrollado por Atlus que, para bien y para mal se le notan los años. Es cierto que a nivel de narrativa, el estudio japonés siempre ha prestado mucha atención a las conversaciones y los detalles, que se ven reflejados en el propio juego y que le sientan genial, pero a nivel técnico siempre han adolecido de un apartado visual bastante deficiente y un apartado jugable que, si bien los combates siguen funcionando a la perfección aunque no evolucionen, el manejo por el mundo, menús y diferentes opciones del juego es tosco a más no poder.
Aun con todo, P3P mantiene muy bien el tipo y tiene muy claro tanto entonces como ahora, que es lo que quiere y lo que consigue transmitir. Además, esta versión cuenta con ciertas opciones de accesibilidad que mejoran la calidad de vida del título, como decidir si quieres que el juego no sólo sea más fácil, sino que te den más experiencia para subir de nivel, entre otras cosas, funcionalidad que un servidor agradece.
En cuanto a la banda sonora y el apartado sonoro en general no hay demasiado que recalcar. Los efectos de sonido, aunque aceptables, adolecen de cierta repetitividad que resultan en una especie de batiburrillo de efectos que si bien no desencajan con el resto de apartados del juego no llega a relucir por ningún lado. En cambio, la banda sonora cuenta con algunos temas bastante reseñables como el de combate y el tema que suena cuando quedamos con amigos que si me han gustado bastante.
Por lo tanto, si eres un gran amante de los JRPGs y quieres jugar a un título que fue un gran salto para la saga y que, con sus más y sus menos puede ofrecer una experiencia considerablemente buena, este es tu juego. Que el aspecto visual no te eche para atrás, pues, detrás de una fachada algo poco agraciada, se esconde un título bastante competente.
El análisis ha sido realizado partiendo de la versión de Persona 3 Portable para PlayStation 5, con una clave ofrecida por Cosmocover, en la que no ha habido ningún problema de optimización ni rendimiento, al menos visible para el ojo humano.