Al fin, Ghostwire: Tokyo ya se puede disfrutar en Xbox Series X|S después de un año de exclusividad en PlayStation. Bethesda es de Microsoft desde hace un tiempo y, por ende, todos los juegos de la editora forman parte de la biblioteca de Xbox Game Pass, por lo que podremos disfrutar de Ghostwire: Tokyo si tenemos una suscripción en este servicio en la nube.
Justo hace un año, nos explayamos contando en el análisis del videojuego en las plataformas de Sony, donde resaltamos todos los aspectos más reseñables. Ahora, con su salida a las consolas de nueva generación de Xbox, te contamos el contenido adicional que ofrece el título de Tango Gameworks y cómo rinde en su nueva casa, tras haberlo completado en Xbox Series X.
«El hilo de la araña», el nuevo añadido de Ghostwire: Tokyo
El folclore japonés ha sido una de las culturas más exóticas y atrayentes para muchos, tanto en el mundo del cine, las series, los libros, los cómics o, en el ámbito que nos atañe en este análisis, es decir, en los videojuegos. Ghostwire: Tokyo mezcla un juego de acción en primera persona con un escenario abarrotado de fuerzas sobrenaturales que inundan las calles del distrito de Shibuya, devastado por una extraña niebla que ha absorbido las almas de los transeúntes. En esta aventura, manejaremos a Akito, un joven poseído por el espíritu de KK, un detective malhumorado. Nuestro protagonista tendrá que enfrentarse a yokais y espíritus creados a partir de mitos y leyendas de la cultura japonesa.
Tras finalizar el juego, podremos dar paso al contenido descargable que trae consigo como novedad junto a la versión de Xbox, «El hilo de la araña», un DLC que está disponible desde su día de lanzamiento, el 12 de abril de 2023. Esta actualización, incluida de forma totalmente gratuita, contiene una especie de roguelite con nuevos mapas y áreas de exploración nunca antes vistos en el juego base. Al mismo tiempo, contaremos con nuevas armas y habilidades, además de una nueva historia y cinemáticas que expandirán más la experiencia de Ghostwire: Tokyo, en el caso de que sus casi 30 horas de historia principal y misiones secundarias te hayan sabido a poco. «El hilo de la araña» solamente estará disponible para todos aquellos que hayan completado el capítulo 2 de la historia principal.
Una jugabilidad que engancha
A pesar de que la historia es muy simple, su jugabilidad es más amena. Al poco tiempo de comenzar nuestro camino nos pondremos manos a la obra para disfrutar de los combates y las capacidades técnicas que desarrolla nuestro protagonista con movimientos de manos muy llamativos, tratándose de artes marciales combinadas con rayos de luz y destellos mágicos. Estos poderes los conseguiremos gracias a la posesión de KK, el espíritu con conocimientos habilidosos de artes marciales oscuras, shintoísmo y espiritualidad.
Además de la historia principal, también nos toparemos con misiones secundarias en las que tendremos que ayudar a los espíritus de la zona que añadirán recompensas satisfactorias para allanar el camino.
Apartado técnico en Xbox Series X
En cuanto a su apartado visual, en la versión de Xbox Series X hay que recalcar que, a nivel artístico, el diseño de los escenarios es sencillamente espectacular, tratándose de una recreación de Shibuya con gran detalle y mucho mimo. Por consiguiente, los gráficos del juego no se quedan atrás, ejecutándose a toda potencia gracias al hardware de Xbox Series X, que nos deleita con texturas muy limpias y una profundidad de dibujado muy alta. Por su parte, el rendimiento también es impecable, reflejando unos 60 fps muy robustos en cada rincón que visitamos.
Conclusión final
Tango Gameworks, el estudio anteriormente liderado por Shinji Mikami, ha realizado grandes trabajo en su trayectoria, destacando su última obra Hi-Fi Rush, que aglutinó notas muy positivas tras su estreno en las plataformas de Microsoft. Por su parte, Ghostwire: Tokyo llega un año más tarde a Xbox, pero la espera ha merecido la pena.
Su atmósfera logra absorber tu mente sin despegar la mirada de la pantalla y su jugabilidad engancha, aunque no todo es de color de rosa. La variedad de enemigos es muy escasa y su historia principal es muy simplona. Aun así, solamente por el cariño y el mínimo detalle que emplea este estudio para visualizar los entresijos de la cultura japonesa, merece la pena echarle un ojo.
