Han pasado 9 años desde la última obra de Rocksteady, Batman: Arkham Knight, el juego que hasta ahora había sido el cierre de esta histórica saga. Hasta ese momento habían llegado 5 juegos (Asylum, City, Knight, Origins, Blackgate), siendo 3 desarrollados por Rocksteady (Asylum, City, Knight). Ahora nos encontramos con el análisis de Suicide Squad: Kill the Justice League.
Tras muchos años y rumores de posibles proyectos, ha llegado Suicide Squad: Kill the Justice League, un giro total a la fórmula que los hizo ser considerados la mejor desarrolladora de juegos de superhéroes. En este nuevo juego, abandonamos al caballero oscuro para encarnarnos en los villanos, siendo un juego de servicio con modo cooperativo.
Antes de adentrarnos en el análisis, me gustaría comentar un par de cosas sobre la saga Arkham. Esta serie es sumamente importante para mí; Arkham City, en particular, no solo lo considero el mejor juego de superhéroes jamás creado, sino también uno de los mejores juegos de la generación de Xbox 360 y PS3.
Con esto quiero resaltar que tener la oportunidad de analizar la nueva entrega de Rocksteady es un sueño hecho realidad, pero a pesar de ello, hay muchas cosas que comentar y, lamentablemente, debo decir que me ha decepcionado en gran medida.
Una premisa que promete, pero…
Antes de nada quiero recordar que este juego sigue una premisa de juego como servicio con componente cooperativo, por lo que en esta ocasión no jugaremos con el caballero oscuro, sino que controlaremos a uno o varios personajes que podremos controlar libremente por el mundo del juego.
El juego está dentro del universo de Arkham, varios años después de lo que sucedió en Knight ahora nos trasladamos a Metrópolis y controlaremos a 4 villanos, dos que pudimos conocer durante la trilogía y dos desconocidos, estos son: Harley quinn, Deathshoot, Boomerang y Rey Tiburón.
La campaña arranca justo en el Psiquiátrico de Arkham donde Amanda Waller reúne al equipo y los implanta una bomba en la cabeza (aunque no haya sido directamente ella, ya lo veréis cuando juguéis, es una escena bastante divertida). La misión que nos encomienda Amanda es ir a la ciudad de Metropolis, conocida por ser la ciudad de Superman, que esta vez está sometida bajo el control de un villano extraterrestre llamado Brainiac.
La misión principal es ir allí y matarlo, pero lo que nos encontraremos allí es lo que la nombre al título, debéis matar a la Liga de la Justicia, por lo que todos los superhéroes de la Liga de la Justicia (Flash, Superman, Green Lantern y Batman), o al menos la mayoría, son controlados por ese tal Brainiac que os comentaba. Por lo que sí, Batman vuelve en este juego tras lo ocurrido en Arkham Knight.
Este juego tiene una duración de la historia principal bastante acorde a lo visto en los anteriores juegos del estudio, entre 10 y 15 horas de historia principal.
Aparte de esto, el humor, el tono y las actuaciones son sello de calidad, el doblaje al castellano es brillante, excelente. En cuanto al tono del juego creo que es adecuado para los personajes que controlamos, como comentaba antes, no controlaremos a Batman, sino a Villanos, villanos como Harley Quinn que tiene mucho sentido del humor y hacen mucho humor negro, en este aspecto el juego cumple con creces.
Las primeras 8 horas de la historia son realmente emocionantes, pero las últimas se acaban diluyendo y acaban precipitándose, con momentos finales anticlimáticos. Directamente, el final me ha parecido malo.
El camino del villano
Con la licencia para matar y la misión de derrotar a la Liga de la Justicia, el Escuadrón Suicida, o Fuerza especial X, se enfrenta a desafíos aparentemente insuperables. Sin un plan claro, se aventuran por las calles de Metrópolis, confiando en su astucia y habilidades para enfrentarse a obstáculos como Superman, Batman y Flash.
A medida que avanzan, acumulan recursos y se topan con otros villanos que pueden ser de ayuda o complicar aún más las cosas. Aunque el resultado final es incierto, una cosa es segura: en Suicide Squad: Kill the Justice League, el mundo arderá, y los jugadores estarán en el meollo de la acción.
Por otro lado, el Escuadrón Suicida es todo menos un grupo de héroes convencionales. Son individuos vengativos, patéticos, traicioneros; en definitiva, unos desastres con patas que se ven obligados a colaborar en una misión que les sobrepasa. Sin embargo, son una delicia de seguir. Son el alma de la historia, dejando momentos muy divertidos y ridículos (para bien).
Las misiones, aunque simples y repetitivas, son divertidas gracias al combate frenético y vertical. El juego, un shooter en tercera persona, ofrece una experiencia satisfactoria con una amplia variedad de armas, movimientos y habilidades para cada personaje. A pesar de la curva de aprendizaje inicial, el juego se vuelve cada vez más emocionante a medida que se domina su sistema de combate y personalización.
Algo que me ha decepcionado muchísimo son las misiones secundarias, siendo muy genéricas y repetitivas, a más no poder algo que choca frontalmente con lo que caracterizaba al estudio con los Arkham donde veíamos misiones secundarias excelentes y variadas, quién no recuerdan las misiones secundarias de Arkham Knight como la de investigar varios cadáveres repartidos por Gotham o las misiones secundarias de Victor Zaas en Arkham City. Esto lo hemos perdido en Suicide Squad por culpa del modelo de negocio de este juego, donde no sé si es impuesto desde arriba o si realmente Rocksteady quería hacer algo así.
Un trabajo técnico impecable
Suicide Squad: Kill the Justice League brilla como un juego de última generación, tanto en lo visual como en lo técnico. Las escenas cinematográficas están magistralmente dirigidas y destacan por la recreación de los personajes, así como por sus animaciones meticulosas, siempre acompañadas de un toque de humor que también se refleja durante la partida. Metrópolis, el mundo abierto donde se desarrolla la acción, se explora sin tiempos de carga, ofreciendo espacios interiores detallados y guiños para los fans de DC, aunque no es muy divertido de explorar.
Aunque algunas áreas carecen de personalidad, los villanos (enemigos básicos) tampoco destacan especialmente.
Es impresionante cómo el juego logra mostrar tanto detalle y animaciones en combates frenéticos contra multitud de enemigos, manteniendo una tasa de fps estable en la mayoría de los casos. Los errores son escasos y menores, lo que demuestra el cuidado detrás de la producción. En Xbox Series X va muy bien.
Aunque la interfaz puede resultar abrumadora, se agradece la variedad de opciones para personalizarla y los ajustes de accesibilidad disponibles. Sin embargo, la falta de opciones para aumentar el tamaño del texto en pantalla es una carencia notable. En cuanto al apartado sonoro, el doblaje al español es excelente, pero las voces en inglés también son recomendables.
Suicide Squad: Kill the Justice League no es un juego feo, a pesar de su interfaz aparatosamente diseñada. Los escenarios espectaculares ofrecen vistas impresionantes de Metrópolis, aunque en un entorno apocalíptico plagado de enemigos.
El apartado sonoro complementa la experiencia con un doblaje excepcional y conversaciones interesantes durante la exploración. La captura de movimiento agrega expresividad a los personajes, sumergiendo al jugador en una experiencia que a veces se siente más como una película que como un videojuego.
Conclusión final
Si bien he disfrutado de sus primeras horas y los personajes principales son interesantes y muy bien caricaturizados, el juego en líneas generales me ha parecido una experiencia más mediocre que sobresaliente, un juego que no parece de Rocksteady en muchos momentos y que abandona algunas de las cosas que hizo a este estudio un referente para adaptarse a un modelo que no termina de convencer y que ha significado grandes fracasos, como el juego de los Vengadores.
El juego se irá ampliando con temporadas y nuevos personajes, por lo que realmente el juego acaba de despegar y parece que durante al menos un año iremos recibiendo contenido para todos los usuarios del título.
Si te gusta DC y su universo seguramente lo disfrutes, pero siento que si se hubiera hecho de otra manera podría haber acabado siendo un juego más impactante, como nos impactó en su día la trilogía del caballero oscuro.
Gracias a Warner Bros. Games por cedernos una clave para Xbox Series X.