El CEO de Embracer reconoce que hay «una larga lista» de aspectos que habría gestionado de manera diferente
"Es fácil decirlo ahora" comenta Lars Wingefors
El CEO de Embracer Group ha reconocido en una entrevista con Games Industry que hay «una larga lista» de cosas que hubiera manejado de manera diferente, aunque señaló que «es fácil decirlo ahora».
Lars Wingefors explicó: «Estoy seguro de que merezco muchas críticas, pero no creo que mi equipo o las compañías se merezcan todas las críticas. Podría asumir mucha de esa culpa yo mismo. Pero al final, tengo que creer en la misión que nos hemos marcado y que sigue siendo válida, y ahora estamos permitiendo eso con esta nueva estructura».
Esta nueva estructura implica la división de Embracer en tres compañías distintas: Asmodee Group, Coffee Stain & Friends y Middle-earth Enterprises & Friends. La primera se enfocará en juegos de mesa, la segunda en juegos independientes o de presupuesto más bajo, así como en los free-to-play, y la tercera en juegos triple A, incluyendo IPs como El Señor de los Anillos o Tomb Raider.
Este movimiento sigue a un prolongado y turbulento proceso de reestructuración que resultó en cientos de despidos, la cancelación de numerosos proyectos y el cierre de varios estudios, después de que no se concretara un acuerdo por valor de dos mil millones de dólares destinado a inyectar liquidez a la compañía.
Wingefors admitió que la compañía creció demasiado rápido al sobrevalorar el incremento del negocio durante la pandemia, el cual disminuyó al término de esta y todavía está en proceso de estabilización.
«En cualquier momento dado tomas las decisiones que crees que son correctas», explicó. «Cuando estábamos en el pico de 2020 y 2021 tomamos esas decisiones de comprar o invertir… y todo el mundo estaba de acuerdo. Creía firmemente en ello. El resultado, porque se tarda varios años en hacer juegos, es diferente, y ha sido doloroso y debemos adaptarnos a ello».
El directivo también mencionó que la adquisición de Asmodee en 2021, valorada en 2.750 millones de dólares y que generó deudas para la compañía, fue «algo dolorosa», aunque añadió que «creo que todavía es demasiado pronto para decir qué estaba bien y qué no en ello».