Análisis

Análisis: Inscryption

Una última partida

Inscryption es un juego editado por Devolver Digital y lo último del desarrollador Daniel Mullins, la mente creativa de los juegos, o mejor dicho, experiencias narrativas, Pony Island y The Hex, y si estás familiarizado con la obra de Mullins, sabrás que este juego tiene mucho más de lo que parece, pero tampoco quiero destripar nada. Así que, recomiendo encarecidamente probarlo. Sin mas dilación, hablemos del juego.

Según Mullins, Inscryption es una mezcla entre un juego de cartas que toma inspiraciones de títulos como Magic o Hearthstone y un Escape Room. Y gracias a lo que ya hemos podido ver en sus tráilers y pudimos probar en la demo, de la que ya sacamos unas impresiones por aquí, tiene unos tintes oscuros y con algunos toques muy sutiles de terror.

Empezaremos con una pantalla en 8 bits que nos introducirá al título, Inscryption. El primer detalle que llama la atención es que no podremos empezar una partida nueva y tendremos que continuar una ya empezada. En esta partida estaremos en una mesa frente a una misteriosa figura que nos acompañará como nuestro Dungeon Master. El nombre de dicho personaje nos lo revelarán más adelante, este será Leshy. Por comodidad, me voy a referir a él con su nombre.

Leshy es un ente curioso, del que solo contemplaremos sus ojos. Al entrar al juego por primera vez, nos dirá que hace tanto tiempo que no jugamos que seguramente no nos acordaremos de cómo iba todo, por lo que nos hará un tutorial muy rápido. En esencia, Inscryption es un juego de cartas con toques de roguelike en el que tendremos que avanzar por un mapa con la ayuda de Leshy, e intentar escapar de la habitación en la que nos tiene cautivo.

El gameplay es conceptualmente sencillo, aunque dará un par de giritos añadiendo mecánicas según avancemos. Tendremos cuatro columnas donde poner cartas, la fila inferior será para nosotros, la del medio para las cartas que tiene el oponente en el campo y la trasera para las cartas del oponente que entrarán en el campo al comienzo de su siguiente turno.

Pero más sencillo no significa mas fácil. Al tener menos espacio tendremos que elegir con cautela que cartas poner en el campo para no liarla, ya que, como yo, puede que te veas en situaciones en las que no tienes espacio para bajar ardillas y poder continuar el combate como deseabas. Así que, esto puede que sea un poquito frustrante (más adelante hay una manera de solucionar este problema).

La brutalidad es recompensada: haz más daño del que deberías para ganar y Leshy te dará algo a cambio

En cada turno tendremos que seguir la misma rutina. Primero habrá que robar una carta que podremos adquirir de nuestras cartas primarias, llenas de criaturas con distintas estadísticas y costes y sellos (ahora hablamos de esto), o de las secundarias, llenas de ardillas.

Todas las cartas tienen estadísticas en un formato X/X de ataque y salud y un coste indicado arriba a la derecha, además de contar con sellos que les otorgarán habilidades especiales, como reducir el poder de los rivales o moverse al final de cada turno. Las ardillas serán los cimientos de nuestros mazos porque son criaturas gratuitas, 0/1. Las demás cartas pueden tener dos tipos de costes, o bien cuestan sangre, en cuyo caso tendremos que sacrificar criaturas para obtener dicha cantidad de sangre, por ejemplo, sacrificar a nuestra ardilla para jugar un armiño 1/3 de coste y 1 de sangre. O por el contrario, cuestan huesos, estos los obtendremos cada vez que una de nuestras criaturas muera y los guardaremos a nuestro lado hasta finalizar el combate o utilizarlos. 

Tras haber robado, podremos jugar todas las cartas que queramos, ya que al solo haber cuatro carriles no hacen falta restricciones al número de jugadas que podemos hacer por turno. Tras esto, le daremos a una campana a nuestra izquierda para finalizar nuestro turno y nuestras criaturas comenzarán a atacar de izquierda a derecha y, si no hay ninguna criatura enemiga bloqueándola, ganaremos un punto por punto de daño que le.hagamos a Leshy, que se añadirá a la balanza situada a nuestra izquierda. Ganaremos cuando inclinemos la balanza a nuestro favor al máximo, que serian 5 puntos desde el punto de equilibro entre ambas partes.

En general, el combate de Inscryption es sencillo y con un gran componente de estrategia, aunque la regla para ganar puede hacer algunas partidas muy, pero que muy, tediosas. Afortunadamente, si Leshy ve que la partida se va a alargar demasiado o que no tiene futuro para él, se rendirá ofreciéndonos una rama de olivo que nos ayudará en situaciones peliagudas (y se agradece), ya que hay combates a los que no les ves el fin porque estás en un ciclo en el que recibes el mismo daño que haces. Al igual que tú, Leshy tiene un número limitado de criaturas que puede jugar, y si te comes el mazo tendrá que rendirse.

El mapa de Leshy, en el que apareceremos en forma de una talla de madera, será uno de los componentes estratégicos del título, con bifurcaciones de caminos para escoger

Aparte de combates, el mapa de Leshy estará repleto de otros encuentros con distintos NPC’s, donde sacará todas sus dotes de Dungeon Master usando una serie de máscaras para representar a los distintos personajes que nos encontraremos en nuestras aventuras. Por ejemplo, nos cruzaremos con una amable tallista que nos ayudará con sus tótems o el cazador que nos dará pieles para comerciar por cartas poderosas.

Quizás, el mayor problema que le puedo ver al mapa es que solo vemos una pequeña parte del camino frente a nosotros y sé ira desplegando conforme avanzamos, lo que puede crear situaciones en las que la decisión más lógica al principio se convierta en la peor decisión al final, como varios encuentros seguidos o perder la posibilidad de escoger cartas nuevas.

Si hay algo que se le puede recriminar a esta parte de Inscryption es que, se puede hacer algo repetitiva. Entrar en combate, explorar un poco el mapa, otro combate y así hasta llegar a un jefe. El tablero está dividido por capítulos y cada uno tendrá un jefe al final con mecánicas especiales, al que tendremos que ganar dos veces para avanzar. Tras esto, tendremos un nuevo mapa con nuevos tipos de enemigos y cartas distintas para ensalzar un poco más el juego.

Pero esto no es el juego, que va. Esta suerte de roguelike con cartas es una fachada, lo importante aquí es escapar de la sala en la que estamos encerrados y progresar en la historia, resolviendo puzzles y descubriendo secretos en la habitación. En general, todas las pistas que necesitamos para salir nos la darán unas cartas especiales que hablan, y que se comunicarán entre ellas como si se conocieran de antaño e interactuaran con nosotros para darnos consejos y pistas hacia donde ir. Y si les hacemos caso al dedillo quizás, y solo quizás, seamos la primera persona en escapar de la cabaña.

Y la parte de la cabaña es lo que hace brillar aún más al título. Esta estará compuesta por muchos puzzles, algunos sencillos, otros mas complejos; que podremos resolver conforme avancemos en la historia, recibiendo objetos y pistas a lo largo de toda la estancia.

Aunque nos levantemos de la mesa de juego, unos atentos ojos envueltos en la oscuridad nos vigilarán

De todos modos, el fracaso no significa el final. Si en algún momento perdemos en un combate contra Leshy, iremos a la misteriosa habitación cerrada que se encuentra a un lado de la sala en la que solemos estar y nos permitirá crear una carta especial, la carta de muerte, que podemos crear con el coste, estadísticas y sellos de una selección de cartas aleatorias que estuvieron en nuestro mazo de aventura en la partida anterior. Luego le dotaremos de un nombre y, tras una fotito, volveremos a la mesa para continuar jugando.

Esta mecánica puede romper el juego a puntos absurdos
. Estamos hablando de que puedes sacar una de 7/7 por uno de sangre o alguna carta con un alto ataque que golpea a 3 enemigos a la vez por uno de sangre, o incluso gratis si tienes suerte. Pero está hecho para eso, para ser una ayuda y facilitar el progreso y, por lo tanto, evitar que te atasques. Recordemos que todo esto es una introducción.

El diseño sonoro de Inscryption es horrible en el buen sentido. Todo da mala espina, asquito e intranquilidad constante. Las cartas, los NPC’s y todo lo demás, tienen sonidos únicos al hablar, moverse o interactuar entre ellos. La luz apagada de la habitación y el parpadeo constante de algo procedente de la habitación contigua ayuda a mantener una atmosfera constante de tensión. La música es muy buena, en algunos momentos tiene ese toque de 8 bits de juego antiguo y a veces hace uso de efectos de sonido adicionales para ensalzar la personalidad de cada uno de los bosses a los que nos enfrentamos. Aunque la música sea buena, como ya he dicho, si que nos podremos cansar de algunas canciones muy concretas relacionadas con el combate, pero es normal en este tipo de juegos que eso ocurra.

Visualmente es bonito, con ese estilo pixelado que es como si de verdad estuviéramos jugando a un antiguo juego de ordenador contenido en un disquete de hace décadas, aunque mas adelante eso puede cambiar. En general, el arte está muy cuidado, y tanto las cartas como los personajes cuentan con multitud de detalles que los hacen especiales.

A los NPC’s interpretados por Leshy, aunque intimidantes al principio, se les acaba cogiendo cariño

En general, Inscryption es una experiencia bastante entretenida, quizás algo repetitiva e incluso, en algunas partes muy concretas, injusta si nos quedamos con esta primera parte del juego de cartas. Si seguimos avanzando, es un juego mucho más complejo y con una historia que subvierte nuestras expectativas. Pues Inscryption no es un juego en sí mismo, es una historia, es una lección, e incluso, me podría atrever a decir que es un sentimiento. 

Inscryption está disponible en Steam por 19,99 euros, y vale cada céntimo. Si te gustan los juegos de cartas, pruébalo, si te gustan los puzzles, pruébalo, si te gustan las historias meta-narrativas, pruébalo. Y si has jugado Pony Island o The Hex y crees que Mullins no podía crear algo más complejo, juégalo porque seguro que te sorprenden los niveles a los que puede llegar este título.

Adrián Álvarez

Integrador Social y apasionado de los videojuegos, Cofundador y redactor de Helgames y un amante de los Soulslike y Roguelikes.

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