Hay cierto tipo de juegos que, cuando disfrutamos de ellos, nos asaltan ciertas dudas sobre qué plataforma es mejor para jugarlos. Ya sea por tipo de control, por hardware o simplemente por comodidad debido al costumbrismo. El metroidvania, en mi caso, es uno de esos géneros de videojuegos que yo disfruto plenamente en una consola portátil. Su estructura y su progresión se adapta mejor en este tipo de plataformas.
Aeterna Noctis es un metroidvania en 2D desarrollado por Aeternum Game Studios que fue lanzado originalmente el 14 de diciembre de 2021 a Xbox Series X|S, Xbox One, PS5 y PC, que ahora llega a Nintendo Switch. En este título encarnamos al Rey de la Oscuridad, que se encuentra sumido en una guerra eterna por el control del mundo contra la Reina de la Luz. Una guerra que perdemos nada más iniciar el juego con una secuencia cinemática con un dibujo bastante cuidado que podría pasar por una escena de serie de animación.
Tras nuestra «caída en desgracia» o muerte, según queramos llamarlo, deberemos alzarnos de nuevo, conseguir nuestros poderes y derrotar a la Reina de la Luz para hacernos con el control del mundo. Esto nos da una excusa para que nuestro personaje, aun siendo algo parecido a un dios, necesite ir obteniendo los poderes poco a poco y, por ende, ir superando los diferentes obstáculos típicos del género.
Os recordamos que este es un análisis más centrado en la versión para Nintendo Switch. Si queréis leer el análisis completo de Aeterna Noctis, en su versión de PS4 (que se estrenó hace unos meses), os dejamos este enlace a nuestra web.
Un metroidvania de toda la vida
La estructura de Aeterna Noctis es la habitual que podemos encontrar en el género. Una serie de niveles divididos por zonas (aquí llamados «Reinos») en los que encontraremos puertas para las que necesitaremos llaves y zonas solamente accesibles tras conseguir nuevos poderes. Entre nuestros poderes podemos encontrar diferentes tipos de armas, habilidades, dobles saltos, «dashes» entre otros.
Al derrotar enemigos conseguimos tanto dinero, que nos serviría para adquirir objetos y mejoras, como unas esferas de sangre con las que iremos rellenando una especie de depósito. Así, podremos gastar esta «sangre» para hacer habilidades e incluso curarnos si usamos la totalidad del mismo, pero deberemos tener cuidado, porque esta acción tiene un tiempo de ejecución y podemos sufrir daños. Además, contamos con un arma, la guadaña, con la que podemos sacar esferas de sangre con cada golpe a un enemigo.
Otra de las formas de recuperar vida, representada por una serie de esferas que simbolizan nuestros «golpes», son las pociones de vida. Estas se utilizan instantáneamente, nos recuperan un punto de vida y pueden obtenerse en la tienda del mercader o derrotando enemigos. Además, el Rey de la Oscuridad, cuenta con un árbol de habilidades pasivas y activas con las que mejoraremos diferentes estadísticas como la velocidad de ataque, el daño y nuestro crítico. Este es bastante extenso y conviene echarle un vistazo, pues cuenta con tres ramificaciones, cada una con sus habilidades exclusivas.
Digno a los mandos pero ¿de lejos?
El mundo de Aeterna Noctis se encuentra salpicado de diferentes fondos dibujados a mano con un nivel de detalle bastante extenso. Quizás el único problema visual que he podido tener, aunque solamente en modo portátil, es que Aeterna cuenta con una cámara base bastante lejana respecto al personaje, por lo que lo vemos pequeño. Esto en una pantalla de televisión, con el modo «dock» no es ningún problema y se ve todo a la perfección, pero a la hora de jugar en portátil, en algunas secciones más oscuras o con gamas cromáticas más escuetas, dificulta la visión, sobre todo si partimos desde el punto de vista de un miope con astigmatismo. No es en sí un problema realmente molesto, ya que he podido jugar a la perfección en ambos modos, pero si es un pequeño punto a tener en cuenta para personas que no tengan la vista bien del todo.
A nivel jugable, Nintendo Switch funciona perfectamente. No he tenido ningún error jugable más allá de un pequeño bug que ocurría al golpear con la guadaña y el personaje no podía moverse, pero con reiniciar la consola se arregló y no ha vuelto a ocurrir.
El principal problema que he encontrado en esta versión para Nintendo Switch es lo amplío que es el mundo de Aeterna, no por la cantidad de Reinos ni su extensión en sí, sino por las pantallas de carga. Para hacer muchos objetivos hay que recorrer grandes distancias y, aunque podemos teletransportarnos de trono en trono (las típicas hogueras) sigue habiendo que correr durante bastante tiempo. Esta acción no sería difícil, pero las pantallas de carga que hay al pasar entre cada zona molestan un poco, pues duran entre 7 a 10 segundos de tiempo de carga. No es mucho, pero si contamos que pasamos por una pantalla de carga a cada poco, pues se nos va una cantidad importante de tiempo, sobre todo en este tipo de juegos que requiere de cierta agilidad.
Conclusión final
Aeterna Noctis es uno de esos juegos que entran directamente por los ojos y es una pena que tenga algunos problemas de carga, ciertas bajadas momentáneas (aunque nada importante) de FPS y algo de resolución en los fondos. No es algo que saque del todo de la experiencia, pero si se nota que es algo que, con el tiempo y un par de actualizaciones, pueden arreglarse los pequeños desperfectos que tiene esta versión.
Por lo demás, sigue siendo un gran juego para los amantes del género y para todos aquellos que quieran una experiencia para jugadores que quieran un desafío acorde a los niveles de dificultad que elijamos (ya sea Aeterna o Noctis). El mundo de Aeterna es amplio y lleno de secretos, personajes que conocer, historias y misiones. Sin duda uno de esos juegos que funcionan a la perfección en Nintendo Switch.