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Análisis: Bleak Sword DX

La versión mejorada de un peculiar y excelente soulslike a vista de diorama

La exclusividad como herramienta de promoción es un arma arrojadiza. Centro de miradas, divisiones y envidias, solo sirve para enjaular a ciertos títulos para unos pocos y dar valor a cierta consola o servicio. Como norma general, estas mismas se deben acuerdos comerciales o son justificados por las características o necesidades intrínsecas de un videojuego concreto. Y justamente, ambos criterios se cumplieron dentro del contexto del título que ocupa este análisis, Bleak Sword DX.

Bleak Sword y el laberinto de la manzana

Por una parte, Bleak Sword fue herramienta promocional para el inicio del servicio de suscripción para dispositivos móviles de Apple Arcade (2019). Por el otro lado, fue concebido para ser jugado en plataformas móviles. Bajo estas dos caras y el sello de calidad de Devolver Digital, se empleó como carnaza para captar aquellos adeptos que gustan de eso que mal se denomina “indie”.

Y no os podemos engañar, primeramente, sirvió como reclamo gracias a su genuino apartado gráfico de píxeles gordos colocados en unos escenarios en forma de diorama para acabar cautivando por un combate exigente de partidas rápidas.

Análisis: Bleak Sword DX
Entre la penumbra de un viejo cuento.

Ambas dos cualidades funcionaron como demostración del buen saber hacer por parte del equipo español de un solo hombre more8bit (Luis Moreno Jiménez). Sin embargo, no pudo escapar de ese doble filo y acabo cayendo al ostracismo del gran público que no pudo morderlo al estar dentro de aquella manzana, dentro de aquel servicio que solo lo utilizo como estandarte.

Ocultándose así para la mayoría, tras varias actualizaciones y cinco años, hasta que ahora ha renacido con Bleak Sword DX, versión ampliada del original para PC y Nintendo Switch. No obstante, ya alejado del touch screen tendrá que demostrar si nuestros anhelos por hincarle el diente eran justificados.

Caballeros en campos bañados de píxeles rojos, blancos y negros

Sobre Bleak Sword se podrían destacar muchos aspectos, pero no su historia, la cual nos sitúa en mundo de fantasía oscura de manual. Al fin y al cabo, es un pretexto vestido de gesta de caballería para lo que verdaderamente importa, el combate.

Análisis: Bleak Sword DX
Una historia bien presentada donde lo chido empieza cuando lo hacen los mamporros.

Forzado por haberse diseñado previamente para poder jugarse con los dedos, su esquema jugable es sencillo: barra de resistencia, esquiva, ataque débil, golpe fuerte y parry. Usar este último es vital, ya que nos permite evitar el daño y recargar nuestra barra de resistencia.

Esa misma sensación de sencillez es una argucia para que lo que hay detrás, un sistema sólido como una roca y de un ritmo ágil gracias a un excepcional diseño coral de enemigos.  Habrá enemigos con ciertos ataques no bloqueables, otros solo débiles frente ataques fuertes y otros que lanzan proyectiles, que podremos rebotarlos con el parry y/o podrán dañar al resto de nuestros oponentes si están en su trayectoria.

Jefes Bleak Sword
Los jefes abusan de los ataques imparables.

Juntando esas características se crea un combate que funciona como una sinfonía, donde su magia no se desvela tanto en sus patrones individuales sino en como convergen entre sí. Bleak Sword, por tanto, se centra en juntar varios de estos vasallos del mal en pantalla y ponernos a prueba al mezclar sus comportamientos. Originando así un sistema de combate brillante y terriblemente divertido.

Por otro lado, para romper esta ristra de halagos, no puedo decir lo mismo al respecto de sus jefes finales que no está altura de lo mencionado. Siendo su mayoría batallas uno contra uno, pecan de unas pautas de ataque demasiado predecibles.

Me dice que estoy, ‘descolorio’

Otra de las grandes bazas de este título es como se ha ejecutado ese diseño de enemigos de la mano de sus escenarios. La que podría ser una decisión meramente estética, la de acotar los niveles a un diseño de diorama, pasa a ser un elemento capital de la experiencia. Estando encerrados, los adversarios, que pueden parecer fáciles, pasan a ser verdaderas pruebas de reflejos y nuestra atención se dispersa al estar pensando que tenemos más cerca y que debemos priorizar.

Además, el título tiene un carácter juguetón y se divierte coqueteando con nuestra visibilidad para dificultarnos estar atentos a mantener bajo distancia a nuestros rivales. Efectos climatológicos como la niebla, árboles que nos entorpecen ver al rival o trenes que van pasando cada cierto tiempo por alguna zona del escenario dañando a quién este en su trayecto. En ese sentido, el título presenta muchas sorpresas visuales para hacer más interesante una propuesta donde solo hay combate.

Escenarios Perspectiva Bleak Sword DX
Ocultarnos la vista con objetos será habitual.

Este hecho de que sea en diorama también hace que se gane profundidad visual, cargando al conjunto de ese toque distintivo en lo artístico que lo hace verse único. Fue lo que en su día lo puso sobre el foco y debo decir que sigue siendo tan hipnótico como en su momento.

Aprovechando que os hablo de su parte artística, su apartado sonoro, tanto en efectos como con su OST, está a buen nivel. Aunque sin desmerecer el trabajo de su compositor Jim Guthrie y diseñador Joonas Turner, lo he disfrutado más simplemente dándole al play con algo acelerado de trash metal o trap.

Aprende a gestionar o el bello arte de rodar

«JOVEN GUERRERO. -!Por el amor de dios, concéntrate para evitar ese par de golpes, luego un bloqueo y a bocajarro!…

(Segundos después junto a un par de sollozos.)

JOVEN GUERRERO. –Mierda, tengo un enemigo detrás, ya no me queda estamina y encima me queda un insignificante punto de vida».

Si los escenarios son jaulas de tortura y los enemigos son legión, ¿qué puede faltarle más para que se sienta como un soulslike? Pues en este caso, la respuesta es múltiple y todas las opciones son correctas. Bleak Sword DX es un título exigente como cualquier heredero de los souls, donde se premia la cautela, la habilidad y la gestión.

  Crítica de Venom: El último baile

Concretamente, puede que sea en esa parte de gestión de riesgos, los golpes y distancias donde se vea el último punto fuerte de su jugabilidad. En cada una de las fases, que se irán sucediendo sin parar hasta completar un nivel y que podemos repetir, los enemigos van apareciendo siempre en el mismo orden de forma cronometrada. Decidir, así, el orden de eliminación será crucial para evitar la conglomeración de enemigos o reducir la amenaza más peligrosa. Por así decirlo, tendremos que estudiar el orden de aparición de los “bichos” y jerarquizar como irán cayendo si queremos conseguir la victoria.

Es ese ritmo, que se fusiona junto a lo dicho sobre sus enemigos y escenarios, lo que le da ese “punch extra” a su jugabilidad.

El nivel exclusivamente montado a caballo también aporta variedad al título.

Mazmorras a toda velocidad

De la esencia souls también recoge el castigo de la muerte en forma de pérdida de todos nuestros puntos para subir de nivel y los objetos que tengamos en ese instante. Para recuperarlos “solamente” tendremos que vencer donde anteriormente caímos, pero esta vez sin poder curarnos o sin la subida de atributos extra de esos utensilios extraviados, que aparecen de manera aleatoria al ir superando las fases de un nivel. Si volvemos a morir, significará punto final tanto para los objetos y será postergada esa subida de nivel que tan cerca teníamos.

Los menús están muy cuidados y da gusto pasearse por ellos.

Con eso en mente y entendiendo que estamos delante de un juego complicado, habrá que ser extremadamente cuidadoso para evitar ir perdiendo los dos objetos que podemos equiparnos y lo más importante, la experiencia acumulada. A pesar de eso, existe la alternativa de regresar a fases anteriores para recuperar lo perdido y encontrar otros objetos. O podéis ir a lo loco, cosa que no recomiendo, ya que la cuesta de dificultad se acrecienta enormemente.

Sin embargo, esta forma de sancionar severamente el fallo no llega a la frustración debido a la duración escasa de cada una de las fases que conforman un nivel, puesto que tanto farmear como repetir duele menos si solo nos supone unos minutos o segundos.

Nuevas rutas para el mismo dolor

Ahora bien y además de contener el juego original más otros tres capítulos que se fueron añadiendo vía actualización, la coletilla de «DX» se ha justificado con la incorporación de tres nuevos modos de juego y mejoras tanto a nivel gráfico como en su jugabilidad.

El primero de esos modos es una versión modificada de la campaña original, con cambios en el orden de los escenarios y enemigos para dotarlo de un extra de complejidad. El segundo se trata del “Modo Arena”, el clásico modo infinito de supervivencia a oleadas de enemigos. Y como tercera pata, tenemos otra modalidad tradicional como puede ser el de superar todos los jefes con solo una barra de salud. Ambos tres nuevos añadidos no son nada que quiera reinventar la rueda, pero pueden alargar la duración del original de 4-6 horas a un par de decenas.

Gran diversidad de fauna y amenazas que pueden salir de cualquier parte o mundo.

Centrándonos ahora en la labor de adaptación al teclado y al mando, tengo que decir que reacciona a las mil maravillas. Pierde una chispa de esa esencia de encapsular esa riqueza de su combate en un móvil, pero todo se siente tan bien, que al final parece como si nunca se hubiera diseñado de otra forma.

Esa misma corriente también se da en los cambios sucedidos sobre la resolución, efectos, filtros o IA que son más que lógicos al correr en plataformas de una potencia superior. Ni puede ni quiere ser, por el apartado técnico elegido, un referente, pero al menos tenemos una versión bien optimizada que mejora lo visto en el original.

Destilado minimalista de la sensación de luchar contra Ornstein and Smough

Bleak Sword DX cumple a la perfección el dicho de:El que tuvo, retuvo” y sigue siendo un excelente heredero de los souls con el matiz de que puede ser un puzle difícil, una partida de ajedrez a toda pastilla o un baile estudiado y todo ello a la misma vez.

Y aunque, para algunos quizás la retahíla de incorporaciones para esta nueva versión pueda saber anecdótica; siempre es una alegría ver como títulos que han sido atrapados en el hilo de la exclusividad dejan de ser un cebo. Siendo esta versión deluxe, en definitiva, una suerte para poder disfrutar de un genial título que ya deja de estar encerrado como siguen tantos otros el maldito saco de: “Solamente disponible en…”

 historia Bleak Sword DX

Parar terminar, cabe agradecer a Cosmocover que han hecho posible este análisis gracias a habernos entregado una clave de Bleak Sword DX en su versión de PC para Steam.

Adán Gallego

Luchador profesional contra el teclado para escribir mi opinión sobre videojuegos. Amante de los Souls, Halo con Bungie, Dead By Daylight, los Rogues y lo Indie. También conocido como ElGalloRuso o Gallo en Twitch y redes sociales.

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