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Análisis de Akimbot

Robóticamente inestable

No voy a esconder ni un poco. Soy fan desde hace muchos de Ratchet & Clank. Una de mis primeras consolas fue una flamante PS2 que mi padre trajo a casa cuando yo no podía ni entender el significado de la palabra «videojuego», y en ella pude disfrutar de grandes joyas que sigo amando hoy en día, y entre ellas se encontraban varias entregas de la saga de Insomniac. Esto lo explico no porque tenga ganas de rellanar para llegar a una especie de meta de palabras, sino porque Akimbot fue desde el principio señalado como «un clon de Ratchet & Clank», gracias especialmente a su elección de sistema de cámara y a los gameplays mostrados.

Por esto, decidí darle una oportunidad cuando me surgió la oportunidad de jugarlo en PS5, aunque debo decir que me he llevado una pequeña decepción. Aun así, no quiero adelantar mucho, y es que a continuación os desgranaré todo lo que tenéis que saber sobre Akimbot, que por otra parte es bastante.

La capacidad de presentar siempre algo nuevo

Empecemos entonando una nota positiva, y es que quizá lo que más me ha gustado de Akimbot es su capacidad para sorprender todo el tiempo al jugador. Desde un nivel de plataformas común y corriente, hasta una sección más centrada en el combate, pasando por un momento en el que controlamos una nave espacial o tenemos que resolver diversos puzles para avanzar. En este sentido no se parece demasiado a su supuesta mayor inspiración, y es que Akimbot sabe reinventarse a cada minuto, ofreciendo niveles completamente diferentes todo el tiempo, lo que unido a su corta duración (de alrededor de 8 horas), termina ofreciendo una experiencia más que variada y divertida.

Claramente no todos los niveles están igual de bien. Por ejemplo, hay algunos que tienen secciones de controlar lo que podríamos denominar como vehículos, como el ya mencionado de la nave espacial (que es el tercer nivel si no recuerdo mal), pero estos terminan por ser una persecución sobre raíles. Para entendernos, están más bien centrados en evitar obstáculos y disparar a los objetivos, dado que el vehículo en sí se controla por sí solo, o prácticamente por sí solo.

Esto añade una nota relativamente agria. Se siente que han tenido muy buenas ideas todo el tiempo, pero que no han sabido aprovecharlas todas por igual, lo que resulta en un desperdicio bastante considerable.

Niveles Akimbot
En Akimbot encontraremos niveles de todo tipo.

Somos un robot algo conflictivo

Entrando ya en materia más específica, es hora de que hablemos del elefante en la habitación: el propio gameplay. Dicho con palabras simples, es funcional pero bastante simple, y puedo decir que esto aplica a gran parte del mismo. Desde un sistema de desplazamiento poco desafiante y que no logra ofrecer esa sensación de avance que otros títulos del género consiguen, hasta un combate que es divertido, pero que carece de bastante profundidad que le habría venido muy bien.

No quiero que se me malinterprete. La experiencia jugable de Akimbot es buena. Tiene las bases sólidas que esperamos de un juego de esta clase, y logra aplicarlas de una manera efectista, pero poco disruptiva, llevando a que tengamos la misma experiencia que hemos tenido en otros tantos títulos de este género. Además, no ayuda especialmente el hecho de que la estructura de los niveles sea también bastante poco inspirada, contando con momentos claros centrados en un combate que no logra despegar, y que tras cierto tiempo se puede sentir monótono, incluso aunque se nos ofrezcan nuevas armas conforme avanzamos en la aventura.

De nuevo, el combate cuenta con buenas bases, y resulta bastante divertido en sus primeros momentos, pero se ve lastrado por un diseño de niveles y de enemigos que no sabe aprovecharlos. Akimbot ofrece enemigos bastante variados, pero la esencia de los mismos es similar, poniendo en pocos aprietos al jugador, dejando de lado el reto que tienen que implicar. Esto resulta especialmente hiriente en los combates contra jefes que presenta, que en muchos casos no dejan de ser esponjas de balas, mientras que otros cuentas con puntos azules enormes en el cuerpo que son, como habrás podido imaginar, su punto débil.

No siempre hay que ser disruptivo, y en eso es probable que estemos de acuerdo. No todos los juegos tienen que cambiar las reglas de su género, ni todos tienen que aplicar mecánicas novedosas que nos hagan sorprendernos a cada paso que damos, pero si deberíamos pedir que al menos esté al nivel de sus inspiraciones. En este caso Akimbot ofrece muy buenas ideas para el conjunto jugable, y el planteamiento base de sus niveles es más interesante, pero la ejecución no está a la altura.

Akimbot
El combate es simple, pero bastante divertido cuando te acostumbras a él.

Una aventura con personalidad

Seguimos con la dinámica de una de cal y otra arena (nunca supe qué es lo bueno y qué es lo malo en este refrán), y en este caso vamos a hablar de los personajes principales (Exe y Shipset), dos robots muy particulares, y que resultan ser otro de los grandes puntos a favor del juego, no por su diseño como tal, sino porque reflejan la personalidad que tiene el juego en sí mismo.

Algo que debemos tener claro desde el principio es que en este mundo todos los personajes son robots. Desde nuestros protagonistas, hasta los líderes del mundo, y por supuesto pasando por el villano que tendremos que derrotar. Esto podría llevarnos a pensar que serían entes vacíos, sin alma, y que trabajan simplemente por unas convenientes líneas de código, pero no es así. Todo en el juego rezuma personalidad, desde los diálogos de los personajes hasta los escenarios, pasando por supuesto por unas cinemáticas que me han conseguido sacar alguna carcajada.

Puede que Shipset sea un Claptrap de la vida (un robot insufriblemente pesado), pero consigue un buen balance con la personalidad de Exe, un robot bastante serio y con poco sentido del humor, que siguiendo con las comparaciones, me ha recordado un poco a Kratos en su época nórdica. Este par de compañeros accidentales tendrán que abrirse paso por todos los niveles, y con sus discusiones nos amenizarán todos los caminos que tengamos que seguir, siendo probablemente uno de los mayores puntos a favor de Akimbot.

Akimbot Cinemáticas
Las cinemáticas reflejan perfectamente la personalidad de los personajes.

Técnicamente no consigue llegar al mínimo

Ahora llegamos al punto más escabroso, y es que técnicamente no consigue llegar al mínimo requerido. Vaya por delante que no soy ningún experto en este aspecto, y no pretendo dar lecciones de ello, pero tras varios centenares de análisis de videojuegos escritos, y otros cientos jugados por mi cuenta creo que puedo discernir un apartado técnico decente de uno que no consigue ofrecer lo mínimo que tenemos que solicitar, y por desgracia Akimbot se sitúa en este último umbral.

Esto no lo digo porque haya bugs en todos los niveles, o porque me haya crasheado, porque en este sentido no he tenido ningún problema. Me refiero más bien al rendimiento general que ofrece Akimbot, incluyendo bajones de frames más que notables que terminan en parones, al menos en la versión de PS5. Esto es algo a lo que muchos jugadores de la pasada generación estábamos acostumbrados, pero en este caso resulta incluso exagerado. No solo ocurren al juego intentar guardar, sino que en muchas ocasiones estos parones (que no bajones, son cosas diferentes) nos terminan dejando vendidos, a merced de una caída que significa la muerte o de un enemigo que nos puede matar sin contemplación.

Es molesto, e incluso insufrible, y por supuesto no son casos aislados. Como he dicho, la experiencia general resulta divertida, a pesar de sus carencias, pero termina viéndose opacada por una optimización para nada defendible y que empaña todo a su paso. Esto es tan así que incluso al cambiar de hombro al apuntar tendremos un corte de frames.

Por su parte, el aspecto gráfico no destaca especialmente por tener problemas, pero podemos encontrar ciertos errores en el mismo, que no son muy destacables, ni tampoco arruinan la experiencia, pero puede sacar de la inmersión muy fácilmente.

Akimbot Técnicamente
El apartado técnico de Akimbot cuenta con bastantes problemas de rendimiento en PS5.

Conclusiones

Akimbot es un juego que apunta muy alto, pero que se queda lejos de cumplir todos sus objetivos. Es un juego divertido, que repite todos los tropos de su género, al mismo tiempo que trata de introducir elementos variados que no terminan de funcionar siempre cómo deberían. Aun así, es un juego que me ha gustado por muchos aspectos, y que podría recomendar de forma clara si no fuera por su estado técnico actual, que lo aleja bastante de ser aceptable.

No es perfecto en su conjunto base, pero los parones de frames constantes logran que sea una experiencia más que estresante e incómoda, que puede llevar a muchos usuarios a abandonar su intención de terminar su aventura en Akimbot, algo que es especialmente destacable teniendo en cuenta que dura alrededor de 8 horas.

Cumple

Este videojuego ha analizado gracias a una clave de reseña que nos ha sido proporcionada por PLAION.

Aarón Márquez

Director de HelGames y también colaborador en Alfa Beta e IGN España. Si quieres encontrarme solo tienes que buscar entre el código y los datos analíticos de la web, aunque de vez en cuando podrás verme escribiendo. Antes también fui redactor en webs como NaviGames. Contacto: press@helgames.es.

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