Los mundos de fantasía siempre han tenido un lugar destacado en la industria de los videojuegos. De hecho, los juegos de rol suelen apostar por este tipo de ambientaciones para narrar sus historias, muchas de las cuales se basan en una época medieval. Podríamos caer en el error de pensar que esto es algo exclusivo de Occidente, al mencionar títulos como Dragon Age o The Elder Scrolls como ejemplos. Sin embargo, la industria japonesa también ha ambientado muchos de sus JRPG en entornos similares, como el reciente Final Fantasy XVI.
De hecho, aunque los juegos de Bioware y Bethesda son considerados como algunos de los mejores títulos de rol de este siglo, otras sagas están tratando de ganarse un lugar en el panteón de los RPG.
En 2012, Capcom intentó iniciar una franquicia de este tipo con Dragon’s Dogma. Con el tiempo, el título fue muy valorado por la comunidad, llegando al punto en que muchos pedían una segunda parte, algo que se hizo realidad en el verano de 2022.
Hoy, casi dos años después, presentamos nuestro análisis de Dragon’s Dogma 2 y evaluamos si será capaz de estar a la altura de las altas expectativas que se han depositado en él.
Arisen el auténtico rey en Vermund
Antes de empezar con la narrativa, es importante destacar el espectacular editor de personajes del juego. Aparte de las impresionantes creaciones vistas en redes sociales, Capcom ha desarrollado un editor que permite modificar prácticamente todos los aspectos físicos del personaje. En mi caso, pasé casi una hora ajustando los detalles de mi personaje.
Iniciando con el tema de la narrativa, al iniciar nuestra aventura en Dragon’s Dogma 2, nuestro personaje no recordará nada de lo sucedido anteriormente. Pronto nos damos cuenta de que somos el Arisen: una figura casi divina destinada a gobernar en Vermund. Uno de los aspectos distintivos de esta figura es su habilidad para guiar a los peones (de los cuales hablaré más detalladamente más adelante). Sin embargo, parece que alguien ha intentado usurpar nuestra identidad como Arisen, con la intención de mantener el poder en manos de quien no debería poseerlo.
No quiero entrar en detalles sobre la trama del juego, pero puedo decir que es interesante, aunque no es el punto más destacado. Contiene elementos que fácilmente podríamos encontrar en otras grandes obras de fantasía, sin innovar significativamente. Sin embargo, el entramado político es solo una parte de la historia de Dragon’s Dogma 2, que está hábilmente desarrollada en su mundo. Capcom ha logrado recrear un mundo vivo, con misiones secundarias que llevan a más de una sorpresa.
Libertad jugable y misiones muy cuidadas
La forma en que algunas de estas misiones están conectadas es digna de elogio. Es muy probable que una misión realizada en una aldea distante de una gran ciudad esté relacionada de alguna manera, afectando el precio que un mercader nos cobra por sus productos, o desencadenando una misión secundaria más compleja o emocionalmente cargada.
Además, Hideaki Itsuno, director del juego, advirtió que Dragon’s Dogma 2 no permitiría una acumulación infinita de misiones secundarias. Algunas de ellas tendrán un límite de tiempo. Por ejemplo, una misión para salvar a una persona de una manada de lobos solo estará disponible durante un corto período, lo que brinda una sensación de pertenencia total al mundo del juego, que es vasto y rico. Es común descubrir mazmorras o lugares secretos al explorar una zona determinada. Sin duda, el mundo de Dragon’s Dogma 2 y su dinámica es uno de los puntos fuertes del juego.
Capcom ha reconocido la importancia de ofrecer una amplia variedad jugable en un buen RPG, y por ello ha destacado las diferentes vocaciones disponibles para los jugadores en Dragon’s Dogma 2. En total, hay 9 vocaciones entre las que elegir: luchador, arquero, mago, ladrón, guerrero, hechicero, arquero mágico, ilusionista y lancero místico. Aunque algunas comparten elementos, se diferencian lo suficiente para ofrecer una amplia gama de opciones jugables.
Además de la variedad de vocaciones, el juego ofrece una amplia selección de habilidades que se dividen en dos categorías: de arma y básicas. Las habilidades de arma están vinculadas al tipo de arma que elijamos y, por lo tanto, a la vocación seleccionada. Las habilidades básicas, en cambio, son habilidades que el personaje puede desbloquear independientemente de la vocación elegida. Además, se suman las capacidades, que se desbloquean según la vocación y pueden compartirse entre diferentes estilos de personaje.
Estas habilidades se desbloquean utilizando puntos de vocación que se obtienen al avanzar de nivel en la vocación del personaje. Sin embargo, se echa en falta que la personalización del personaje afecte también a sus atributos generales, ya que estos se incrementan automáticamente, lo que resta profundidad a la experiencia, aunque facilita la entrada al género para los principiantes.
Los amigos peones se hacen por el camino
Los peones también son elementos jugables importantes en la aventura, especialmente el peón que creamos nosotros mismos. Al igual que con nuestro personaje, Dragon’s Dogma 2 permite una completa personalización de nuestro compañero de viaje. Los peones también tienen sus propios puntos de vocación, por lo que desbloquear habilidades para uno no afecta la evolución del otro.
Podemos formar un equipo con hasta 4 miembros, incluyendo a nuestro peón. Podemos encontrar peones en el mundo del juego o invocarlos utilizando piedras de invocación. Sin embargo, los peones invocados no pueden subir de nivel, lo que significa que tendremos que cambiarlos a medida que avancemos en la aventura. Los peones recuerdan los caminos recorridos por sus señores originales, lo que puede afectar a su comportamiento en combate y en otras situaciones.
En cuanto a la jugabilidad, Dragon’s Dogma 2 ofrece una experiencia action-RPG. Contamos con dos botones de ataque principales, así como habilidades que se activan con combinaciones de botones. También podemos agarrar o subirnos a los enemigos, lo que añade un elemento estratégico al combate. El peso del inventario afecta a la jugabilidad, ya que una carga pesada puede afectar al rendimiento del personaje.
Decisiones para un impecable mundo inmersivo
Uno de los aspectos que ha generado debate desde que Itsuno lo confirmó es la ausencia de viajes rápidos en Dragon’s Dogma 2. Sin embargo, es importante destacar que esto es solo parcialmente cierto, ya que el juego ofrece la opción de teletransportarnos a diferentes zonas, pero requiere un objeto escaso para hacerlo. En la mayoría de los casos, tendremos que desplazarnos a pie por un mundo que se siente realmente vivo y amenazador, especialmente durante la noche. Con el paso de las horas, los enemigos que encontramos se vuelven más poderosos, lo que dificulta enfrentarse a hordas que podrían ser más fáciles durante el día.
Además, los viajes en carro han sido promocionados como una característica clave en las últimas semanas. Estos viajes en carro sirven como un tipo de «viaje rápido», pero con un giro interesante: el viaje puede ser asaltado por enemigos en el camino. En más de una ocasión, mientras viajaba en uno de estos carros, me encontré con trasgos u otros enemigos que interrumpieron mi trayecto hasta que los derroté. No solo enfrentaremos a enemigos pequeños, sino que también pueden aparecer enemigos más grandes, como cíclopes, que nos obligarán a derrotarlos antes de continuar nuestro viaje. Este enfoque puede no agradar a todos, especialmente a aquellos que prefieren la máxima eficiencia en sus desplazamientos, pero personalmente lo encuentro fascinante.
Por último, no podemos pasar por alto las ciudades de Dragon’s Dogma 2. Las ciudades y pueblos del juego están llenos de vida, con habitantes que realizan sus tareas diarias y reaccionan a nuestra presencia. Es posible que, al pasar cerca de la casa de algún habitante, salgan a buscarnos para hacer una solicitud. Además, todos los edificios son accesibles, lo que contribuye a la sensación de realismo del mundo del juego. Dragon’s Dogma 2 es un juego donde el viaje es fundamental, y esto se refleja en el cuidado que Capcom ha puesto en su mundo.
A septiembre con el rendimiento
El rendimiento de Dragon’s Dogma 2 ha sido algo irregular, a pesar de hacer uso del sobresaliente RE Engine de Capcom. Se han observado problemas de clipping y popping, probablemente debido a la amplitud del mundo sin tiempos de carga aparentes.
Otro aspecto que ha generado polémica es la tasa de fotogramas del juego. Aunque se había hablado de una tasa de 30 fps en consola, finalmente Capcom confirmó que no habría una limitación a 30 fps. Sin embargo, tampoco se alcanzan los 60 fps deseados, al menos en consola. Se han experimentado caídas de rendimiento notables, especialmente en combates con muchos personajes y efectos en pantalla, donde los fps bajaban por debajo de 30. Aunque también se han experimentado momentos en los que la tasa de fotogramas superaba los 30 fps, pero solo en escenarios muy específicos.
A pesar de estos problemas, Dragon’s Dogma 2 presenta un apartado gráfico notable. Aunque quizás no sea el juego más impresionante visualmente, cumple su cometido. Los modelados de personajes han mejorado notablemente respecto a la primera entrega, lo cual es comprensible dado el tiempo transcurrido. Además, el mundo del juego se siente vivo gracias a su sistema meteorológico y ciclo de día y noche.
En cuanto al sonido, el juego cuenta con un doblaje en inglés de alta calidad, pero se echa en falta que el personaje emita más frases, ya que el editor de personajes permite seleccionar una voz para el mismo. Sin embargo, esto parece limitarse a gruñidos y gritos durante el combate, mientras que el peón que nos acompaña tiene una voz más activa. Afortunadamente, el juego está bien traducido al castellano, lo que permite disfrutarlo sin problemas de comprensión.
Conclusión final
En resumen, Dragon’s Dogma 2 se destaca como un juego único en su género. Aunque prescinde de algunos elementos típicos de los juegos de rol, como la subida de atributos o las conversaciones profundas, compensa con un pulido fantástico en otras áreas jugables.
En términos de mecánicas, el juego ofrece una variedad excepcional, con una amplia selección de vocaciones y una fuerte presencia de los peones, que no solo tienen un papel narrativo importante, sino que también son fundamentales en la jugabilidad.
Hideaki Itsuno advirtió que el juego sería diferente a otros títulos del género, y ciertamente lo es, pero esta singularidad es lo que lo hace tan disfrutable. En definitiva, Dragon’s Dogma 2 ofrece una experiencia fresca y emocionante que cautivará a los jugadores que buscan algo nuevo en el mundo de los RPG.