Drago Entertainment, estudio detrás del popular Gas Station Simulator, vuelve a las andadas con otro simulador, pero esta vez deja de lado la vida en una gasolinera para darnos las riendas de nuestro propio camión de comida. Si bien usa muchos recursos del juego de las gasolineras, también coge partes exitosas de otros juegos del género como el reciente Supermarket Simulator.
Quiero empezar este análisis comentando que aun siendo un simulador de vida muy tradicional, sí que han metido un pequeño hilo narrativo que sirve como excusa para ir llevándote de la mano en los innumerables tutoriales que van a ir saliendo, uno tras otro. En esta pseudo-campaña se nos contará que somos una persona que quiere seguir los pasos de su padre y convertirnos en el propietario de unos de los camiones de comida más populares de la ciudad. Todo lo relacionado con esta historia se nos irá contando a través de un pequeño diario y unas fotografías bastante cutres, pero bueno, es mejor que nada.
No todas las variantes de la jugabilidad funciona igual de bien
Si pasamos a la jugabilidad, podríamos separarla en 4 partes muy diferenciadas:
La personalización y mejora de nuestro camión de comida: Esto se gestionará mediante un ordenador que tenemos en la oficina y unos menús muy simples, pero que funcionan perfectamente. Además, iremos desbloqueando nuevas partes completando objetivos en la aventura o encontrando los diferentes coleccionables por la ciudad. Tendremos la posibilidad de añadir nuevos electrodomésticos, mejor almacenaje, nuevas pinturas y grafitis para el camión y una más que aceptable variedad de herramientas y objetos que hará que la sensación de progresión sea bastante satisfactoria.
La segunda parte, posiblemente la más farragosa y compleja, es el tema de inventario de comida. Según vayamos avanzando, nuestro camión servirá diferentes variedades de comida, lo que hace que los pedidos sean cada vez mayores y más difíciles de gestionar. Me explico, para hacer un pedido se nos obligará a hacerlo por el ordenador de la oficina, luego para que nos hagan un descuento y que no se nos descompense la economía, tendremos que llegar a la tienda antes de un tiempo establecido.
Por último, una vez que estamos en el almacén, tendremos que ir colocando los alimentos en los diferentes compartimentos del camión, fijándonos si el alimento en cuestión puede estar en un armario corriente, una nevera o en el congelador. Si nos equivocamos se pondrá malo y perderemos dinero. El problema viene en que solo podremos ordenar nuestro inventario aquí, en la tienda. Luego, incluso mientras estamos en el camión cocinando, no podremos mover los alimentos de sitio, haciendo que un fallo aquí, posiblemente, nos condene todo el servicio del día.
Conducir nuestro camión por la ciudad no es tan divertido como parece
La tercera parte es la conducción por la ciudad. Básicamente, siempre nos moveremos entre la tienda y el punto del mapa donde queremos aparcar el camión para empezar el servicio. Pero aunque sea breve, es tan mala la sensación de conducción, es tan poco satisfactoria que no entiendo, ni siquiera porque lo han metido. Sumado al pobre diseño del mapa, el extremo popping y las pocas variantes que hay hace que todo este apartado parezca una enorme perdida de tiempo.
Termino la jugabilidad con la parte más divertida con diferencia del juego, es decir, el propio servicio de venta de comida. Desde que aparcamos el camión, irán llegando clientes que nos pedirán cada uno de los platos que tenemos en carta, dándonos una serie de peticiones, como el punto de la carne, la cantidad de salsa… y un tiempo objetivo. Es un sistema extremadamente satisfactorio, además los diferentes minijuegos que nos proponen para cada uno de los platos hacen que nunca se nos llegue a hacer del todo repetitivo.
En los aspectos puramente técnicos, comentar que los menús son bastante deficientes en general, con un diseño simplón y poco atractivo, pero querría añadir que además la adaptación a los controles del Dualsense es todavía peor. Muchas veces los botones no responden bien y nos hacen que elijamos la opción que no queremos o directamente nos saquen del menú.
Gráficamente, es de lo peor que hemos visto en PS5
Dicho esto, pasemos al apartado gráfico que os adelanto que es un tanto vergonzoso. Sí que es verdad que este estilo de juegos, nunca suelen apostar por ser un referente técnico, pero aun así estamos hablando de uno de los juegos con peor apartado técnico que recuerdo dentro del catálogo de PS5. Añado que usa el Unreal Engine 4, pero que si me dicen que es el 3 me lo creo. Modelados tremendamente pobres, NPC con caras que dan algo de terror y sobre todo un popping completamente fuera de lugar. Ya no es solo que mientras vas conduciendo se va generando la carretera por la que estás pasando, es que incuso dentro del camión de comida no se llegan a generar todos lo muebles y electrodomésticos en condiciones, haciendo que aun siendo divertido en otros aspectos, se genere una cierta incomodidad mientras juegas.
Del sonido no voy a comentar nada, se agradece que le hayan metido voces, aunque con un doblaje mediocre completamente. En cuanto al resto de sonidos (ruido del motor, electrodomésticos, ruido ambientas) es lo más genérico que puedas imaginarte.
Conclusión
En general, Food Truck Simulator me ha dejado bastante frío, incluso lo veo como un paso atrás respecto a Gas Station Simulator. Si bien hay cosas buenas como la variedad de piezas y personalizaciones para el camión o lo divertido que es toda la parte de la cocina y la entrega de pedidos, el resto de apartados no lo son tanto. Por ejemplo, el farragoso sistema de inventario, las mediocres mecánicas de conducción o un apartado técnico completamente lamentable. Por mi parte no puedo recomendar actualmente el nuevo juego de Drago Entertainment, aunque puede que con algunos parches lleguemos a ver el verdadero potencial del título.
El juego ha sido analizado en su versión para PS5, estando también disponible para PS4, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC.
