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Análisis de Halls of Torment

Visualmente nostálgico y jugablemente adictivo

Los juegos como Vampire Survivors se encuentran ahora mismo en un momento dulce. Curiosamente es bastante difícil explicar qué es lo que hace que estos títulos tengan tanto éxito. Quizá es la facilidad de acceso a los mismos, o puede ser simplemente que es muy divertido derrotar centenares e incluso miles de monstruos sin parar a pensártelo por un segundo. Precisamente soy un gran fan de esta clase de títulos. He comprado varios de ellos, incluyendo el título ya mencionado, y a algunos les he echado bastantes horas simplemente por diversión, a pesar de que ya había completado todo lo que tenía para ofrecerme.

Aun así, Halls of Torment me ha pillado desprevenido. Cuando me surgió la oportunidad de jugarlo, y especialmente de analizarlo, me dejé embelesar por su estilo artístico, tan clásico y nostálgico que nos traslada desde el primer momento a otra época, pero finalmente me ha terminado ganando por su jugabilidad.

A continuación os daré todas las razones por las que creo que Halls of Torment es un título que ejemplifica perfectamente aquella frase de que «las grandes fragancias vienen en frascos pequeños», y es que estamos hablando de un muy buen juego, que ha salido a un precio muy competitivo y con contenido suficiente para ofrecer horas y horas de diversión.

Automático, pero no

Como ya he dejado caer, Halls of Torment tiene todos los elementos de los juegos en los que el ataque es automático, aunque no se puede decir que sea completamente. Para empezar, una vez que inicias partida y empiezas a jugar, te darás cuenta que para atacar hay que pulsar una tecla, lo que resultará frustrante de primeras, dado el gran volumen de enemigos que maneja este título. Por suerte, estamos hablando de un título que ha entendido que perfectamente cómo funciona todo, introduciendo un botón concreto que hace que el ataque sea automático, aunque esto tiene ciertos matices.

Esto no será como el ya mencionado Vampire Survivors, en el que simplemente tenemos que andar y nuestro personaje ataca al enemigo que prefiera. Por suerte, en el caso de Halls of Torment nos encontramos con un puntero, el cual nos permite elegir hacia donde ataca nuestro personaje. Quizá esto resultará ridículo en ocasiones, principalmente porque en muchos ocasiones tendremos tantos enemigos alrededor que importará bien poco el hecho de que podamos elegir a quién atacamos, pero la verdad es que es un buen añadido, que hace que se sienta como una aventura más interactiva. Aun así, no deja de lado todo lo que hace que esta clase de juegos enamoren tanto al público, siendo un buen punto de medio.

Muchos veces tendremos momentos de paz con pocos enemigos, especialmente al principio de cada intento.

En general, nada más empezar nuestro personaje tendrá un arma y una forma de atacar, dependiendo del tipo de personajes que hayamos escogido. Conforme avances en la aventuras podrás conseguir nuevas formas de atacar, pero la verdad es que lo más importante es la subida de nivel. En este caso, en vez de recibir nuevos tipos de ataques cada vez que subimos de nivel, tendremos la posibilidad de subir diversos atributos, ya sea del personaje en general o de las armas en particular. Esto añade un factor importante de progresión, el cual está mucho mejor pensado que otros grandes del género que me he encontrado, y además logra que esté mucho más lejos del alcance el hecho de lograr nuevas formas de atacar. Por lo demás, la forma de subir de nivel es extremadamente similar a lo que podemos ver en otros títulos similares. Avanzamos, derrotamos enemigos y estos sueltan unos objetos que nos suben la barra de experiencia.

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La clave podríamos decir que está en conseguir derrotar a la mayor cantidad de enemigos posibles. Sí, puedes evitarlos y aun así podrás matar algunos que te servirán para ir mejorando poco a poco, pero es importante que seamos más proactivos. Cuantos más enemigos derrotemos más mejorados llegaremos a las últimas fases de los niveles, cuando la cosa se complica gracias a las hordas incesantes de enemigos.

También tendremos mejoras que se mantienen permanentemente.

Un golpe en la nostalgia

Como ya he comentado, cuando vi por primera vez imágenes de Halls of Torment lo que más me llamó la atención fue su estilo artículo, el cual tiene un vibra nostálgica muy particular. Debo decir que soy una persona que se ha criado ya con los gráficos 3D relativamente modernos (la sexta generación de consolas), y nunca he sido una persona muy enamorada de los juegos de estilo clásico, por lo que no sabía si me gustaba o no de primeras, pero si sabía que me había parecido algo muy único.

Tras haberlo jugado en profundidad puedo decir que en general el estilo es lo de menos, pero que los responsables han sabido hacer que sea único en este sentido. De nuevo, no soy la persona más indicada para hablar de esta decisión artística, pero creo que ha sido correcta. No solo consigue diferenciarse de la competencia, impregnando su estilo único en el género, sino que además es un golpe de nostalgia bien medido. No es nostalgia porque sí, sino que han sabido encontrar su estilo y moldearlo para ofrecer un juego que a mi parecer es precioso, aunque no lo parezca de primeras.

Por supuesto, esto es gracias a un buen diseño de escenarios y diseño de personajes, los cuales acompañan de maravilla al estilo del juego como tal. Además, la banda sonora también cuenta con este toque nostálgico que impregna todo el título.

El estilo nostálgico de Halls of Torment se ve desde el menú principal.

Conclusión

Halls of Torment es uno de esos juegos para jugar cada tanto. Quizá no quieras dedicarles cientos de horas de primeras, pero en el tiempo que he estado disfrutándolo ha conseguido hacerme volver cada tanto. Es adictivo, pero también resulta denso, por lo que resulta en una situación algo particular. Más allá de esto, estamos hablando de un juego que no es novedoso en absoluto, y que podríamos decir que se cuelga de la fama de un género de relativo descubrimiento, pero que al mismo tiempo consigue hacerlo todo bien. Además, no estamos hablando de una copia o algo por el estilo, sino que los responsables han sabido poner ideas de su cosecha y regalarnos un juego divertido, bien hecho y que es extremadamente recomendable por su precio.

Si te gustan esta clase de juegos no deberías ni de pensártelo. Su estilo artístico es una gran carta de presentación, pero sus mecánicas y planteamiento terminan siendo la razón por la que te acabarás quedando por cientos de horas.

 

Este videojuego ha sido analizado gracias a una copia del juego proporcionada por JF Games.

Aarón Márquez

Director de HelGames y también colaborador en Alfa Beta e IGN España. Si quieres encontrarme solo tienes que buscar entre el código y los datos analíticos de la web, aunque de vez en cuando podrás verme escribiendo. Antes también fui redactor en webs como NaviGames. Contacto: press@helgames.es.

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