Los juegos de ritmo siempre han sido un género que ha existido y que tienen un lugar especial en mi corazón, porque te dan una sensación que ningún otro título puede otorgarte, que es la de hacer multitud de acciones complejas encadenadas sin prestar casi atención a lo que estás haciendo porque tu único objetivo es moverte al son de una música, con la que a menudo, te encuentras completamente sincronizado en cuerpo y alma.
Con el paso de los años, muchos desarrolladores han traído el género de juegos de ritmos a modos de gameplay diversos. Tenemos minijuegos al estilo de Wario Ware con la saga Rythm Heaven, un roguelike 2D con Crypt of the Necrodancer, shooters como BPM o Metal Hellsinger e incluso un alocado Battle Royale con Headbangers, Hi-Fi Rush es una nueva manera de experimentar los juegos de ritmo, en forma de un hack and slash de lo más cañero.
Sueños de grandeza
Hi-Fi Rush como bien acabo de comentar es un hack and slash que basa sus mecánicas de el ritmo, desarrollado por Tango Gameworks (The Evil Within y Ghostwire Tokyo) y publicado por Bethesda en el que tendremos que seguir las aventuras de un aspirante a estrella del rock mientras se enfrenta a la supercorporación Vandelay en un mundo futurista lleno de robots, conspiraciones y buena música. Nuestra historia comienza con Chai, un joven que tiene como sueño convertirse en estrella del rock, pero cuenta con una lesion desconocida en su brazo. Debido a esto, se dirige a Industrias Vandelay para formar parte del Proyecto Armstrong, un proyecto de cibermejoras que busca ayudar a los ciudadanos en su día a día.
Sin embargo, algo sale mal con Chai y no solo consigue un brazo nuevo, sino que se fusiona con su MP3, que ahora se ha convertido en su nuevo corazón, dotándole de una nueva habilidad, la del ritmo, que no solo le afecta él, sino a todo su alrededor. Este pequeño accidente lo convierte en lo que Vandelay llama una «anomalia» y por ende, en el objetivo de los equipos de seguridad de la empresa, sin embargo, Chai consigue escapar y comenzar a desbaratar los oscuros y ocultos planes de Vandelay y su director, Kale Vandelay, una de las personas a las que Chai más admira. Porque por alguna razón, hay algo podrido dentro de Vandelay, algo lalmado el proyecto SPECTRA, y Chai quiere respuestas.
Un combate con marcha
Una vez pasemos los primeros compases del juego y nos enseñen lo básico como movernos y saltar, se nos otorgará nuestra arma y comenzará la parte divertida, la del bailoteo. Todo nivel contará con un tema único con un compás determinado, podremos hacer un ataque fuerte, uno débil, un esquive y más adelante un bloqueo. Todos nuestros ataques siguen un ritmo, pero si además los ejecutamos al compás (marcado por el escenario o Chai, pudiendo adicionalmente activar una barra de compas en cualquier momento del juego) haremos daño adicional. Sabremos que lo estamos haciendo bien porque aparecerá un bocadillo con forma de nota musical cerca de Chai y escucharemos una pista sonora.
Este juego es un Hack and Slash y tiene un sistema de puntuación y rangos al puro estilo Devil May Cry. Este sistema nos premia por hacer combos, no sufrir daño, usar nuestros ataques de reverb (ataques especiales poderosos que nos otorgan multiplicadores de puntos) y ser rápidos en los combates. Cada fase está dividida en un número de estribillos, que son los propios combates y tras acabarlos veremos un desglose de nuestra puntación que acabara con una nota de D a S, así que el juego incentiva jugar bien para conseguir altas puntuaciones.
Un equipo fuera de lo común
Pese a que Chai crea que es capaz de vencer a toda una supercorporación tecnológica como lo es Vandelay solo, la verdad es que no es asi, por eso se alía con algunos pintorescos personajes, el primero de los cuales será la intrépida Peppermint y su compañero gatuno robótico 808. Peppermint nos ayudará en combate con los ataques de compañero, que servirán para vencer más fácilmente a enemigos duros, pero también fuera de este para resolver puzles y acceder a zonas secretas con coleccionables.
Adicionalmente, Peppermint se ha puesto manos a la obra para mejorar las habilidades de Chai y nos proporcionará una tienda en la que podremos gastar engranajes (que funcionan como la moneda del cambio del juego) para comprar nuevos combos, habilidades especiales y mejoras para nuestra salud, indicador de Reverb o chips, que son pequeñas mejoras pasivas que también podremos comprar a Peppermint por engranajes y chips que encontraremos a lo largo de los niveles, haciendo que todo nuestro kit de movimientos y pasivas sea completamente personalizable, lo cual se agradece.
Un juego cañero
Vamos a ver, creo que es obvio decir que un juego de ritmo puede tener unas mercancías increíbles, pero no sirven de absolutamente nada si la parte más importante del título, que es la música, es deficiente. Sin embargo, esto es un problema que Hi-Fi Rush no tiene, ni por asomo. La música es increíble y combina creaciones originales para el juego, así como remixes de otros temas y canciones ya existentes para la playlist de música definitiva que como no, es intradiagética, ya que forma parte de la música del MP3 que ahora forma parte del corazón de Chai.
Todas las canciones tienen un ritmo muy marcado que ayudan a que en medio de las reyertas seas capaz de seguir siguiendo el ritmo sin tener que estar atento a las pistas visuales y debido a que todo se mueve al ritmo, enemigos y ataques incluidos, es muy fácil entrar en un estado de flow en el que ignoras completamente la música y te centras en encadenar ataques para acabar con tus enemigos de maneras cada vez más alocadas y creativas.
Más de una aventura
Una vez acabemos la historia principal de Hi-Fi Rush, no es el final de nuestra aventura. Por una parte, podremos regresar a todos los niveles anteriormente jugados para buscar coleccionables como las pegatinas o fragmentos de mejoras de salud y reverb así como buscar la manera de obtener un rango S en todas las fases de combate que sin duda. Pero por otro, se nos abrirá la posibilidad de modos de juego adicionales que pondrán a prueba nuestras habilidades y sentido del ritmo.
No quiero entrar mucho en terreno de spoilers, pero un ejemplo de estos modos adicionales sería la Torre Rítmica, un modo de juego en el que tendremos que sobrevivir multitud de combates en una torre dividida en pisos con un tiempo límite, si en alguno de estos combates obtenemos un rango D, seremos eliminados y habrá que empezar todo de nuevo, así que el modo recompensa el hacer buenas decisiones, obtener buenas puntuaciones y ser rápidos, que es algo que el juego ya hacía de base, pero aquí se encuentra en primera plana y perfeccionado.
Conclusiones
Hi-Fi Rush es un juego soberbio que sabe mezclar las mecánicas de un título hack and slash al uso como lo sería Devil May Cry o Bayonetta y añadirle una nueva capa de significado y complejidad con el uso de la música, como todo se mueve, el aspecto visual de los personajes y los escenarios, sus expresiones faciales y animaciones no hacen más que sumar a un concepto que no para de mejorar añadiendo pequeños detalles hasta llegar a un final apoteósico que sin duda te hace sentir como la grandiosa estrella del rock que Chai siempre quiso ser.
En conclusión, Hi-Fi Rush es un título que no deberías de pasar alto y en mi opinión, es absolutamente perfecto. Mezcla una serie de mecánicas sencillas de aprender y de ejecutar con unos sistemas de combos, habilidades y mejoras que no paran de crecer y con son perfectamente personalizable para poder crear tu manera única de danzar en el mejor baile de tortazos que he visto en muchos años.
Este videojuego ha sido analizado gracias a una copia del juego adquirida por el propio analista.
