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Análisis de Like a Dragon: Gaiden – The Man Who Erased His Name

Kazuma Kiryu, el gran Dragón de Dojima, vuelve de la muerte para una gran historia especial para los fans de la saga.

Han transcurrido siete años desde el lanzamiento de Yakuza 6: The Song of Life, un título que aparentemente cerraba el arco narrativo de Kazuma Kiryu, el icónico y querido Dragón de Dojima. No obstante, el equipo de Ryu Ga Gotoku ha decidido que lo mejor para este Like a Dragon: Gaiden es reintroducir al personaje en la franquicia con una trama tan sólida como las anteriores, aunque notoriamente más breve de lo que acostumbra este estudio desarrollador.

En esta entrega, Kazuma Kiryu ha adoptado el alias Joryu después de una supuesta muerte en Hiroshima, maquinada por los intrincados Daidoji. Este montaje busca proteger a los seres queridos del Dragón de Dojima y someter al temible ex-yakuza bajo el control de los Daidoji. Sin embargo, la trama se complica desde el inicio con la intervención de la Alianza Omi y el secuestro de uno de los allegados de Kiryu. Este se ve obligado a regresar a las siempre cambiantes calles de Sotenbori en Osaka para obtener respuestas y liberarse de las garras de los Daidoji, todo sin poner en riesgo el hogar de niños que se esfuerza por proteger.

En Like a Dragon: Gaiden – The Man Who Erased His Name, nos sumergiremos en una narrativa sólida que no tiene nada que envidiar a entregas anteriores. La historia nos lleva por diversos estados emocionales, presentando personajes icónicos como Akame, a quien resultará inevitable encariñarse, y villanos despiadados, como aquellos matones que maltrataban a un perro en la primera entrega.

Acompáñame mientras exploramos las peligrosas calles de Osaka y tratamos de liberar a Kiryu de las garras de su propio destino, que siempre ha sido excepcionalmente cruel con él. Si es posible, prepárate con un palo o algún cuchillo, ya que podríamos necesitarlos en cualquier momento. Estas calles son notoriamente peligrosas.

Golpe a la antigua

La acción se desarrolla principalmente en la ciudad de Sotenbori, conocida por los fanáticos de la saga. Aunque el mapa puede parecer algo pequeño en esta ocasión, cada rincón rebosa de actividades y personajes con los que interactuar. Restaurantes, tiendas, bares y grupos de enemigos se encuentran en cada calle, ofreciendo oportunidades para ganar dinero, que también se utiliza para mejorar las habilidades de combate de Kiryu y otras características.

Esta entrega de Like a Dragon retorna a la mecánica tradicional de combate de la saga, alejándose del sistema por turnos que presentó Yakuza: Like a Dragon. El regreso a las raíces introduce un nuevo estilo de combate llamado «Agente», basado en los movimientos utilizados por los Daidoji. Este estilo permite el uso de diversos artilugios en plena batalla, como la «Araña», un dispositivo que atrapa y arroja a los enemigos, o un dron capaz de ejecutar diferentes tipos de ataques.

El otro estilo de combate es el Yakuza, notablemente más agresivo y posiblemente más efectivo en enfrentamientos uno contra uno, con ataques más poderosos. Ambos estilos comparten la conocida barra de Heat, que permite realizar ataques únicos y de gran poder destructivo en momentos específicos. Esta barra se carga mediante el combate cuerpo a cuerpo. Al acumular varias barras, se puede activar el modo Extreme Heat, volviendo a Kiryu casi invencible y desbloqueando una variedad de movimientos por tiempo limitado.

En cada combate, se dispone de un amplio menú de objetos para utilizar contra los enemigos, desde bicicletas hasta conos o motocicletas, proporcionando una experiencia satisfactoria y divertida.

Duración y extras

La mayoría de las misiones secundarias están vinculadas a Akame, una figura central en la historia que se dedica a la compra y venta de información en la ciudad. Expandir la red de Akame es crucial para obtener beneficios como ítems exclusivos, y esto se logra acumulando puntos al realizar acciones que beneficien a la gente de Sotenbori o simplemente al comer en diferentes lugares.

Además de la red de Akame, hay numerosas actividades interactivas en toda la ciudad. Además de destacar en los karaokes, se pueden disfrutar de juegos como dardos, billar, Mahjong, shogi, carreras de coches eléctricos en miniatura y clásicos de las recreativas como Virtua Fighter 2, Sonic the Fighters, Fighting Vipers 2, y el inédito en consolas Daytona 2, presentado como Sega Racing Classic 2 para evitar problemas legales de licencias. También se pueden disfrutar de clásicos de la Sega Master System.

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Adicionalmente, se pueden enfrentar diferentes combates en el Coliseo del Castillo, reclutando NPCs para pelear junto a Kiryu y avanzar en los niveles de la competencia, desbloquear premios, ganar dinero y enfrentarse a los cuatro reyes de la competencia.

 

En la introducción mencioné que este es uno de los títulos más breves de la saga, pero esto no implica que el juego sea corto. De hecho, estamos hablando de una producción que puede llevar hasta unas 15 horas o más para completarse, y al menos 6 horas adicionales para concluir todas las historias secundarias. Esto sin tener en cuenta el tiempo que, inevitablemente, se dedicará a disfrutar de los diversos minijuegos incluidos.

La máquina de churros de hacer Yakuza

Desde el punto de vista visual, el juego destaca notablemente en comparación con el resto de la saga, quizás no tanto en comparación con Yakuza: Like a Dragon, pero sí con respecto a las entregas anteriores. Especialmente impresionantes son las localidades presentadas en el juego, con una iluminación espectacular en diferentes momentos del día, que realza la belleza de las abarrotadas calles y tiendas. Las animaciones, tanto del protagonista como de los NPCs que llenan el entorno, contribuyen a la inmersión visual. Este nivel de detalle se extiende a otras áreas del mapa, como El Castillo, que ofrece efectos visuales particulares en diversos puntos de su geografía.

Un aspecto llamativo es el cambio en las interacciones con las chicas de los cabarets, ahora representadas por mujeres reales en alta definición, marcando una diferencia respecto a las entregas anteriores.

En cuanto al apartado sonoro, la saga mantiene su distintiva calidad. Los actores de doblaje japonés ofrecen, una vez más, interpretaciones destacadas, dando una sensación de realismo a la narrativa, incluso en los momentos más extravagantes. Aunque las voces en inglés aún no están disponibles (se espera un parche en una fecha futura), la actuación en japonés se mantiene como un punto fuerte.

La música acompaña acertadamente cada momento de la historia, aportando dramatismo en situaciones clave y un toque humorístico en los momentos de comedia, que son frecuentes en el juego. El minijuego del karaoke, una tradición de la saga, vuelve con una amplia selección de temas musicales que deleitarán tanto al protagonista como al jugador.

En términos de localización al idioma, el juego se presenta de manera excepcional, lo cual es crucial dada la importancia de los diálogos y lo desafiante que puede resultar trasladar ciertos aspectos y referencias culturales niponas a la idiosincrasia occidental.

Conclusión final

Originalmente concebido como un DLC, quizás por eso su tamaño más reducido, Like a Dragon: Gaiden – The Man Who Erased His Name fue desarrollado en apenas seis meses por Ryu Ga Gotoku. A pesar de este origen, se presenta como una entrega digna de la saga. Aunque posiblemente no introduzca novedades significativas, el placer de ver a Kiryu en acción por las calles japonesas sigue siendo extraordinario. Además, es destacable que una saga tan longeva no se sienta pesada ni repetitiva.

Esta continuación en la vida del Dragón de Dojima es imprescindible para todos los fanáticos de Yakuza/Like a Dragon. Sin embargo, no la recomendaría para aquellos que no hayan jugado a las entregas anteriores debido a la cantidad de spoilers que encontrarán, incluso en la historia principal.

Un dato interesante es que, al completar la historia, el juego habilita una demo especial de Like a Dragon: Infinite Wealth, lo cual constituye otro gran atractivo para adquirir el título desde su lanzamiento.

Borja Moya

Se presenta un gran sonyer pero que le da a todos los palos. Muy amante de Metal Gear Solid. Ya desde pequeño con la primera Play y muy vinculado al resto de consolas. "No tengo pasado, tampoco tengo futuro, sólo vivo el presente". Snake

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