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Análisis de Silent Hill: The Short Message

Vuelve la saga de terror con una experiencia que nos invita a reflexionar sobre los problemas del mundo actual.

La saga Silent Hill estuvo con nosotros durante más de 10 años desde que la primera entrega nos llegara haya por el año 1999 para la primera consola de Sony. A partir de ahí, entrega tras entrega, el equipo liderado por Keiichiro Toyama nos brindaba entregas excelentes seguidas de ventas paupérrimas. Esto fue empujando a Konami a deshacerse poco a poco del equipo original y empezar a lanzar entregas mucho menos inspiradas que obviamente vendían todavía menos, hasta que Konami, sin mucho que criticar en realidad, dejara de lado completamente la franquicia.

El poder de internet ha creado durante estos últimos años una especie de corriente que ansiaba y necesitaba que el terror del pueblo maldito vuelva de su letargo para, entiendo, volver a fracasar. Pero bueno, parece que la compañía japonesa ha decidido lanzar una moneda al aire y jugarse el todo por el todo, anunciando una retahíla de nuevos juegos y experiencias con el remake de Silent Hill 2 como punta de lanza.

 

En este ¿Análisis? No creo que llamarlo así sea lo más apropiado, pero sigamos que me voy por las ramas. Quiero centrarme en Silent Hill: The short Message, juego lanzado por sorpresa (no es verdad, se había filtrado como 30 veces) de forma totalmente gratuita en exclusiva en PlayStation 5.

El caso ¿Por qué he dicho que llamarlo análisis no es la mejor de las opciones? Por el simple echo de que no estamos ante un videojuego como tal. Creo que Motoi Okamoto y su equipo querían darle la oportunidad a los fans de probar un tentempié de lo que, al parecer, va a ser el futuro de la saga (Silent Hill f), además de empujarnos a pensar y reflexionar sobre una serie de conceptos que, tristemente, son muy habituales en nuestra sociedad.

Y creo que voy a empezar por esto último, en Short Message conocemos a Anita, una adolescente residente de un pueblo en decadencia en las afueras de Alemania. Anita, como tantos otros chicos, vive rodeada de traumas del pasado, en este caso, con la terrible sombra de abuso infantil. Un trauma difícilmente superable, pero mucho menos en una sociedad que no tiene miedo a dejarte tirado si no vas en la misma corriente que ellos, ni tiene problema alguno en fingir que no existes si no destacas en la maldita moda de turno. Una joven atrapada entre redes sociales, el falso estigma de que pedir ayuda es de débiles y la presión de mantener las pocas amistades que tienes.

 

La historia comienza tras una muerte de una persona querida, cuando Anita ha perdido toda esperanza y se queda atrapada en un edificio que ella conoce bien, pero que poco a poco se va transformando en un escenario completamente de pesadilla. Esto cómo que nos empieza a sonar, ¿No? Personajes atormentados por la culpa, atrapados en un escenario, problemas en diferenciar que es real y que no… Si señores, esto es puro Silent Hill, por mucho que a algunos les moleste que una experiencia como esta lleve el nombre de tal bendita y adorada saga, esto es un Silent Hill.

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Más entonces cuando aparece la criatura, moldeada por el gran Masahiro Ito, un monstruo espeluznante que refleja muy bien los traumas del personaje y que si nos atrapa nos tocará volver a vivir el bucle. Cherry Blossoms, el nombre dado a la criatura, está rodeada de flores de cerezo, uno de los temas centrales que vamos viendo durante toda la aventura y que poco a poco descubriremos su significado.

Entonces, con todo esto sobre la mesa, ¿Estamos ante un buen Silent Hill? No se me caen los anillos en decir que sí, esto es puro Silent Hill, pero si me preguntan, ¿Es Short Messagge un buen videojuego? Obviamente no, pero creo que lo que en realidad deberíamos preguntarnos es si este Silent Hill es de verdad un videojuego.

Dicho todo esto y dejando claro que recomiendo jugarlo, al fin y al cabo es gratis y solo te tomara unas 2 horas. Si quieres verlo como un videojuego al uso, al menos disfrutaras con el diseño de la criatura, pero si das el paso y lo ves como lo que es, creo que te encontraras una experiencia no muy habitual en una consola que te dejara más que satisfecho y con suerte te hará reflexionar sobre temas muy importantes hoy en día.

 

Quiero terminar con una pequeña reflexión, en la que el pobre Short Message también se ha visto envuelto, y es, el estado actual de la prensa de videojuegos. Creo que desde los propios medios se luchó durante muchos años en demostrar que los videojuegos son más que un simple juguete, que son más que un mata-marcianos para tirar las horas muertas. Pero luego sale un producto como Short Message y somos los primeros en tirarnos al cuello tratándolo como si fuera un juguete exactamente igual que los otros cientos que hay en las diferentes tiendas.

¿Tiene de verdad sentido baremar y poner nota a una experiencia como esta?, ¿De verdad tiene que estar en un ranking como Metacritic? Se me hace muy difícil pensar en que se han basado para tales valoraciones, ¿En los gráficos? ¿En la jugabilidad? En fin, como en el videojuego se nos dice, la flor de cerezo es única porque cae y muere mientras sigue siendo bella, de momento en esta preciosa industria de textos sin fundamentos, solo caemos.

Larga vida a Silent Hill.

Alejandro Treceño

Redactor en HelGames. Apasionado a los videojuegos, especialmente a la marca PlayStation.

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