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Análisis de Westild’s Law

Una aventura montada a caballo

Siempre he pensado que el género del Western es uno que en el ambito de los videojuegos se ha usado muy poco, es cierto que tenemos grandes títulos ambientados en el loco y salvaje oeste como el tan popular Red Dead Redemption 2 o la saga Call of Juarez, sigo sin ver como este periodo de tiempo tan interesante (y tan exagerado ciertamente) ha visto tan poca representación en esta industria al contrario que lo ha hecho en el cine con las 10000 películas de Clint Eastwood (cifra aproximada).

El título del que vengo a hablar hoy, Westild’s Law busca juntar la ambientación de los Western clásicos, del cazarrecompensas en la ciudad sin ley, con una suerte de roguelike en 2D que recuerda mucho a Nuclear Throne para brindarnos una aventura frenetica llena de tiroteos y persecuciones a caballo al mas puro estilo del Viejo Oeste.

Había una vez en el Salvaje Oeste

La historia de Westild’s Law nos pone de lleno en 1876, en la ciudad de Westild, en algún lugar del Salvaje Oeste. Aquí nos presentarán a nuestros protagonistas, Bill y Jill, dos cazarrecompensas nativos de Westild que han vuelto a la ciudad debido a una petición de ayuda por parte del Sheriff de la ciudad, que es incapaz de acabar con el reino de terror instaurado en Westild por Wild Joe y sus bandas de bandidos, y si la ley es incapaz de ganar esta batalla, que combata el plomo contra el plomo.

Una vez lleguemos a la ciudad y escojamos a nuestro personaje (da igual a cuál de los dos escojamos, las habilidades son iguales) el sheriff nos dará un resumen rápido de nuestro objetivo. Tendremos que dirigirnos a su oficina para tomar contratos de diferentes índoles (como matar bandidos, defender cargamentos o perseguir trenes secuestrados) para derrotar a los miembros de las bandas de Wild Joe y poder finalmente enfrentarnos a su líder, para avanzar cada vez más hacia el objetivo principal de nuestra aventura, el propio Wild Joe.

Plata o Plomo

En cuestión de gameplay, Westild’s Law es bastante simple, con WASD nos movemos, clic izquierdo disparamos, R recargamos, Q para tirar una dinamita y Shift hacemos un dash. En nuestras misiones solo podremos llevar  equipada un arma (de esto hablamos en un momento) pero lo que sí podemos hacer es recoger armas del suelo tiradas por enemigos muertos. Nuestra arma principal se marcará en el HUD con una estrella amarilla para que sepamos que si hay que recargarla, mientras que la de los enemigos tendrá una marca roja para diferenciarla. Debido a que estas armas nos e pueden recargar, si intentamos disparar con el cargador vacío o le damos a clic derecho, lanzaremos el arma, aturdiendo al objetivo que golpeen, dándonos precioso tiempo.

Con estos simples controles iremos cumpliendo una serie de contratos derrotando bandidos, explorando diversas regiones en busca de rehenes, probando multitud de armas, y lo más importante, recogiendo dinero, ya sea en forma de la propia recompensa del contrato, dinero encontrado mientras avanzamos por las pantallas y objetos en forma de «trofeos» que llevaremos a la ciudad, de la cual vamos a hablar ahora mismo.

La apacible ciudad sin ley

Una vez volvamos a la ciudad, el sheriff nos invitará a visitar los edificios cercanos, la tienda de armas a la izquierda y el banco a la derecha. En el banco podremos vender los trofeos que hemos obtenido al derrotar a los enemigos para obtener más dinero (aunque no entiendo este proceso, solo lo alarga todo un poco porque si) y luego en la tienda de armas podremos comprar una nueva arma principal y mejorar sus estadísticas lo cual es importante, ya que esta arma es nuestra fuente principal de daño, pero recuerda, solo puedes llevar un arma equipada, así que hay que tener en cuenta eso a la hora de gastarte dinero comprando nuevas armas.

Más adelante nos presentarán a dos nuevos personajes, que también nos serán de gran ayuda. Uno de ellos nos dará habilidades, que podrá ser mejoras a nuestro dash (como que haga daño al pasar por enemigos o que pueda usarse con más frecuencia) y otras de manera pasiva, como obtener más trofeos de los enemigos derrotados o conseguir mejores armas de los enemigos. El otro de estos pintorescos personajes nos dejará mejorar las tres estadísticas que tendremos que controlar: Vida, Daño y Precisión. Es importante tener en cuenta que estas estadísticas pertenecen a nosotros como jugadores y no a las armas, así que está bien subirlas un poquito antes de estar cambiando de armas para tener una base donde comenzar

La vida del cazarrecompensas

Una vez  tengamos todo esto desbloqueado, comienza el loop jugable. Pillar un contrato, completarlo, volver a la ciudad, vender los trofeos, comprar mejoras y de vuelta al ruedo. Tras una serie de fases de contratos normales, combatiremos contra el jefe de una banda de bandidos, que será un contrato especial de un combate singular 1vs1. Estos combates cuentan con bastante vida y son algo difíciles, así que más te vale venir preparado, eso sí, la recompensa económica vale la pena.

Un problema que tiene este juego es que la sencillez del gameplay lo hace muy repetitivo, la estructura está muy marcada y el tipo de contrato es completamente aleatorio, así que quizás te toca realizar 3-4 contratos de matar a los bandidos de una zona de manera consecutiva antes de enfrentarte al jefe de una banda, lo cual hace que jugar sesiones largas a Westild’s Law se vuelva algo cansado.

La vida en el Oeste

En el apartado visual me encuentro con un problema, el juego tiene un pixel muy interesante en la fase de gameplay que hace muy colorido y vistoso todos los ataques, modelos y efectos de disparos, explosiones y destrucción que desataremos a nuestro paso. Pero es que luego, las cinemáticas que nos introducen al juego, usan unas ilustraciones también en pixel art que son increíblemente hermosas y que no se vuelven a ver en todo el título, lo cual da algo de pena, creo que si se hubiera usado este estilo para introducir a los jefes o en momentos claves de la historia, no se sentiría tan desperdiciado

La música sufre de lo mismo que el gameplay, está bien, es interesante, pero se hace muy repetitiva, solo hay a mi conocimiento un tema por cada tipo de nivel (y creo que en realidad las de matar bandidos y rescatar rehenes es el mismo) y  luego otro tema para las batallas contra jefes y otro en la ciudad. Y volvemos a lo mismo, por sí solos están bien, pero cuando juegas sesiones largas, se hace muy repetitivo, lo cual es una pena.

Conclusiones de Westild’s Law

En general Westild’s Law es un juego que presenta un conjunto de grandes ideas en cuestión de mercancías, gameplay e historia que está muy bien, le añade un toquito de personalización con las tiendas y las mejoras y una pizca de aleatoriedad con los contratos, pero luego no es capaz de brindar suficiente variedad para que cada partida se sienta realmente única. Es verdad que mientras vamos avanzando, los enemigos aparecerán en mayor cantidad o usaran armas más poderosas, pero como dice el dicho, visto unos vistos todos, y eso juega en detrimento de la experiencia general.

Personalmente, creo que Westild’s Law ha sentado unos cimientos bastante sólidos y tiene todo lo necesario para convertirse en un juego bastante adictivo e interesante, pero solo le ha fallado el concepto de variedad. No sabría decir como subsanar este problema, si añadiendo más tipos de niveles, reduciendo el número de niveles antes de los jefes o cambiando como es la estructura jugable, pero si es verdad que siento que falta algo para que sea el título que creo que buscaba ser, aun así, repito, sigue siendo un título muy sólido que recomiendo a cualquiera que le guste la ambientancion western, los tiroteos, y los juegos rapidos. 

Cumple

Adrián Álvarez

Integrador Social y apasionado de los videojuegos, Cofundador y redactor de Helgames y un amante de los Soulslike y Roguelikes.

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