Todos nos acordamos del mítico anuncio de Dead Island 2 en el E3 de 2014. Pues después de varios reinicios (y cambios de desarrolladores) y casi diez años desde su anuncio, Dead Island 2 finalmente ha llegado gracias a Dambuster Studios, un nuevo equipo interno de Deep Silver. El juego salió el pasado 21 de abril para Xbox Series X|S, PS5, Xbox One, PS4 y PC.
En el análisis de hoy desgranamos, por fin, uno de los juegos de zombis más esperados. ¿Habrá cumplido las expectativas o se ha quedado anclado en el pasado? Ahora lo veréis.
Una premisa simple pero útil
El juego, tras una cinemática de gente intentando huir de Los Ángeles en avión, podemos elegir protagonista, hay 6 en total, cada uno con sus habilidades únicas. Personalmente, opté por Jacob, ya que tenía más salud máxima y en combate era más contundente, pero la diferencia con los otros compañeros no es muy notoria, por lo que seguro que sea cual sea vuestra opción disfrutaréis de la experiencia Dead Island, sin duda.
Tras elegir protagonista debemos salir del avión (que se habrá estrellado por motivos ajenos a nosotros) y encontrar supervivientes, una vez les ayudamos nos invitaran a su vivienda, pero justo en ese momento nos muerde una zombi y nos infectaremos. Aunque no habrá que preocuparse porque (¡oh sorpresa!) eres inmune. El objetivo principal desde ese momento es encontrar una cura.
La narrativa, como podéis imaginar, no es el principal atractivo del juego, y cualquier momento es excusa para querer matar zombis. En ese sentido, no se siente una gran evolución respecto a la primera entrega, ya que parece que no se toma en serio en este aspecto. Lo peor en este sentido es que la historia no termina de arrancar, puesto que la premisa es simple, pero cuando lo hace, directamente optaron por no terminar de concluir la trama y deja un sabor agridulce.
Aunque sí he de decir que los personajes que vamos conociendo durante el juego son bastante carismáticos y tienen mucha personalidad, cada uno se siente distinto. Conocemos desde actores y actrices de Hollywood hasta músicos resacosos, pasando por meros supervivientes y demás. Se puede notar que Dead Island 2 es una sátira que representanta muy bien a la sociedad estadounidense, hay momentos donde te puedes reír por situaciones que presenta el juego.
Hell-A una ciudad con personalidad
Todo esto sería imposible sin el que es, para mí, uno de los mayores atractivos del juego, la ciudad. Los Ángeles, o Hell-A, es un lugar fantástico para matar zombis, cierto es que de isla tiene poco (al menos geográficamente hablando), pero desde el primer momento se nos hace saber que Hell-A ha sido aislada del mundo con tal de evitar la propagación del virus.
La ciudad se divide en 10 distritos (se pueden visitar de día o de noche) en lo que encontramos lugares como Bel-Air o Santa Monica. Es una lástima que el juego divida los mapas y no sea uno grande y unificado, entiendo que por el desarrollo del juego hacer algo más ambicioso sería muy difícil y por eso optaron por esto.
Los mapas se sienten bastante pequeños, por ejemplo, mientras que Hollywood Boulevard ofrece pasillos estrechos que llevan directamente a la acción, Beverly Hills permite explorar las lujosas villas de las estrellas más famosas del cine o Venice Beach que podremos recorrer la playa y un par de callejones. Debido a esta división de mapas, la conducción (que sí estaba en la primera entrega) no está disponible. En cada mapa podremos explorar y buscar secretos, desde misiones secundarias a puzles para conseguir mejores armas.
Cierto es que al no ser un mapa grande todo parece más cercano y el ritmo de combate/exploración es más frenético. Constantemente estaremos rodeados de enemigos, a veces es un poco agobiante. Además, guiarse por el mapa es un poco lío y confuso.
Reventar zombis mola
Y hablando de combate, la jugabilidad. El 90% del juego es luchar y matar enemigos y se nota que se han centrado principalmente en esta faceta. Tendremos dos botones de ataque, el golpe normal y golpe fuerte. Todo esto con variedad de armas: contamos con armas pesadas, cortantes y de fuego (rifles, escopetas, etc). Cada tipo de arma cuenta con muchas variantes para que podamos despedazar a los zombis de muchas maneras.
Es por eso que Dead Island 2 cuenta con una característica única llamada FLESH (abreviatura de Fully Locational Evisceration System for Humanoids) donde cada golpe que demos a un zombi se comportará de manera realista para que los impactos, fracturas y cortes se sientan de la manera más violenta posible. Y está muy conseguido, ya que el sistema de combate es más bien simplón, esta funcionalidad permite que queramos ser más creativos y no apuntar siempre a la cabeza.
Volviendo a las armas, en el juego contamos con un taller donde podremos personalizar las armas, añadiendo daño por electricidad (u otros como veneno); mejorarlas, repararlas o crear armas gracias a planos que conseguiremos explorando por Hell-A. Por otro lado, las armas de fuego se sienten poderosas, pero no es el principal atractivo del combate, no estamos hablando de un Doom por lo que en gunplay es simple y cumple su función de manera suficiente. En seguida te acostumbras al combate, por lo que ahora quiero pasar a la variedad de enemigos.
Hay 10 tipos de enemigos divididos en dos subcategorías, los comunes donde encontramos los caminantes (con 13 variantes, algunos eléctricos, otros con agua…), arrastrados, corredores, repartidores de comida y después están los supervariantes, que se consideran los enemigos más duros. Ahí se encuentran los aplastadores, estalladores, babosos, chillones, carniceros y los mutadores (hay pocos y son jefes finales).
Todos los enemigos tienen variantes y para acabar con ellos puedes llegar a cambiar la estrategia, por ejemplo, si te enfrentas a un enemigo eléctrico y usas un arma con daño eléctrico, pues lógicamente es inmune y deberás cambiar de arma para acabar con ellos.
Por último, relacionado con el combate, desde la mitad del juego tendrás una habilidad llamada Modo Furia ( rescatado de Dead Island Reptide y que se activa con la G o pulsando los dos joysticks si juegas en consola), si lo activas tendrás unos segundos donde todo cambia de color resaltando los zombis y tus armas serán las manos, harás mucho más daño y recuerda bastante al modo Espartano de los God of War nórdicos. Es un añadido muy bueno y que aporta más variantes al combate que a veces se siente repetitivo.
Un sistema de progresión novedoso pero simple
Ahora vamos a hablar del progreso del juego, que es muy diferente a la entrega anterior, ya que opta por abandonar el típico árbol de habilidades para implementar un sistema de cartas que ya dependerá del gusto de cada uno, pero que personalmente, aun gustándome, no me termina de convencer. También se sube de nivel, pero simplemente hace que tengamos más vida y que los enemigos que están varios niveles por encima del tuyo igualen las fuerzas. Bastante simple pero efectivo.
La implementación de las cartas de habilidades en Dead Island 2 es una idea interesante, aunque podría haber estado mejor aprovechada. En lugar de depender de los tradicionales puntos de experiencia y árboles de habilidades, las cartas intercambiables permiten probar y cambiar habilidades. Además, se recompensa al jugador que dedica tiempo a explorar y encontrar nuevas cartas. Sin embargo, algunas habilidades resultan demasiado situacionales, poco útiles o pasivas, lo que hace que el cambio en el personaje no sea tan notable.
Unos gráficos a la altura de la ambientación
Gráficamente, el juego me ha parecido una verdadera sorpresa. La iluminación juega un papel fundamental para esto, puesto que deja estampas casi fotorrealistas, por no hablar del rendimiento en PC (donde lo he jugado) que va realmente bien (algo a destacar porque últimamente los juegos en PC llegan en unas condiciones lamentables). No tengo el ordenador más potente y he podido jugar a 2K y 60 fps con todo en media e iba genial en lo que respecta el rendimiento. A penas he encontrado bugs y explorar Hell-A con estos gráficos ha sido un verdadero placer.
En lo que respecta al sonido, decir que el juego cumple con creces, si es cierto que la banda sonora no es nada emblemática, pero los sonidos de las armas, de los zombis y del sonido de impacto de las armas son muy buenos. Cuando usas cuchillo se escucha como cortas carne y cuando golpeas con armas contundentes se escucha la fractura de los huesos. Por último, el sonido se siente distinto si estás en un interior o exterior, lo que añade inmersión.
Conclusión final
Dead Island 2 es un juego muy divertido que te permite matar zombis de muchas maneras distintas con armas cuerpo a cuerpo y de fuego personalizables. Pero, además, es un juego inteligente que utiliza su entorno para acabar con los zombis de manera creativa y cuenta con un diseño de niveles sólido. Aunque su historia es algo chorra y se siente cierta repetición en el segundo tramo del juego, Dead Island 2 te hace disfrutar de la simple belleza de machacar muertos vivientes. Prescindir del mundo abierto de grandes dimensiones ha permitido crear fases no muy amplias, pero están más cuidadas tanto en diseño como en decoración.
El juego mantiene un buen ritmo y cumple con los requisitos de los fans del género, aunque le falta evolución y sorpresas. El excelente sistema de desmembramientos y la combinación de elementos como el fuego o el ácido durante el combate son aspectos destacables del juego. El juego cuenta con 24 misiones principales y acabar con la historia os podrá llevar unas 16 horas, mientras que completarlo al 100% unas 30 h. Destaco también la iluminación y la localización al castellano, que mantiene el humor del juego de forma brillante. En resumen, aunque podría haber sido mucho más, Dead Island 2 es diversión en estado puro que no decepciona a los fans del género.
Por último, el juego cuenta con posibilidad de jugar con amigos y es realmente divertido, sobre todo siendo un título de masacrar zombis. Gracias a Plaion por darnos una clave del juego para PC (solo disponible en la Epic Games Store) y así poder realizar este análisis.