Hideo Kojima siempre fue un visionario. Todos somos conocedores que la saga Metal Gear Solid es una de las más exitosas e importantes de la historia de los videojuegos y que popularizó el género del espionaje, y sitúo este octavo arte a la altura narrativa y escenográfica del cine. Su última gran obra, Death Stranding, fue lanzada justo antes de la pandemia, a finales de 2019 para PS4. Los tráilers que se mostraron por aquel entonces, antes de su lanzamiento, solo alimentaban el suspense y las ganas sobre el juego hasta su llegada. Y no era para menos.
Tras su salida, hubo muchos rumores sobre su desempeño comercial, pero a decir verdad, Death Stranding funcionó bastante bien, superando los cinco millones de copias vendidas, entre las versiones de PS4 y PC (esta última no se lanzaría hasta al año siguiente, en 2020).
En septiembre del año pasado, llegó a PS5 Death Stranding: Director’s Cut, que meses después nos enteraríamos de que «dejaría la exclusiva de Sony» para llegar también a PC.
Ahora, nos encontramos ante la versión de PC más rica en contenido, al traernos todas las novedades de la versión de PS5 junto con grandes mejoras técnicas. Si bien estas novedades (que iremos comentando a lo largo del análisis) explayan el título al máximo ayudando a jugadores menos experimentados y no alteran el mensaje global de la obra, son añadidos que en cierto modo no respetan la esencia original del título.
Conectar para reconectar, esa es la cuestión
Todos somos conocedores de que Death Stranding es un videojuego que no hizo (ni hará) mella en todos los jugadores. Podría definirla como una obra especial, fresca y arriesgada con la que no muchos logran ni lograrán conectar. Y es que, a pesar de no generar unas malas ventas en sus inicios (quizás en parte por el renombre que lleva a sus espaldas), no cabe duda de que su enfoque menos convencional, ha podido alejar a algunas personas. Y es que sin duda, esta es la obra más personal de Kojima, un título muy autoral con el que puede costar conectar, al igual que nuestro protagonista conectando la humanidad en el juego.
El argumento es conocido por todos, pero no está de más recordarlo. El futuro postapocalíptico ante el que nos encontramos en el juego, ha sido provocado por un suceso conocido como Death Stranding, que ha destruido gran parte de la superficie del planeta. La sociedad se ha fragmentado y todas las personas han acabado aisladas en búnkeres sin atreverse a salir a la superficie por la situación del declive y la presencia de unos espectros, conocidos como “entes varados”. Somos Sam Porter Bridges, un portador. Cuando la última presidenta de EEUU nos pide el recado de unificar todo EE.UU. en una nueva red (conocida como red quiral), tendremos que ir nodo por nodo y refugio por refugio haciendo envíos de materiales para ayudar a cada aislamiento a integrarse a la red.
Como sabéis, Death Stranding gira en torno a la conexión humana en un mundo al borde del colapso. Un mundo desgastado en el que aún queda espacio para la esperanza, y en el que la historia cobra un papel predominante a través de increíbles cinemáticas y una jugabilidad fresca al servicio de esa narrativa. Son ambos aspectos (historia y jugabilidad), los que se fusionan para crear un ente único con el fin de abarcar temas como la culpa, la muerte o el paso del tiempo.
Ya he dicho que nuestro cometido en el juego es volver a conectar a las personas de un mundo ya casi extinto, y este mensaje no se ha modificado en absoluto con lo añadidos de esta nueva versión. Sin embargo, son novedades que no refuerzan esa esencia del título original, ya sea añadiendo nuevas opciones jugables que facilitan el duro viaje de Sam, o incorporando pequeños «pasatiempos» que provocan que su misión parezca menos trascendente.
Como mencioné previamente, y en lo que respecta al propio título, no voy a negar que el inicio del juego podría resultar algo lento hasta que la historia empieza a arrancar, y conectas con el título y sus “misiones de recadero” que luego comentaré. Sin embargo, es cuestión de tiempo lo hipnótico que llega a ser cuando te dejas llevar por las sensaciones del entorno y las fantásticas melodías de su banda sonora (mención especial a ‘Don’t Be so Serious’ de ‘Low Roar’). Pero, a decir verdad, la historia es lo que más he disfrutado en Death Stranding, y era precisamente un título en el que esa fusión de elementos, tanto reales como ficticios, me generaba dudas.
Es por ello, que recomiendo a los jugadores más novatos, que antes de lanzarse de lleno, comprendan la naturaleza del título e intenten conectar con ella. Death Stranding no deja de ser un soplo de aire fresco (guste más o menos) entre las producciones comerciales en masa, y eso, no siempre interesa a jugadores de experiencias más convencionales.
Facilitando la vida del repartidor
La última obra del genio nipón basa sus mecánicas en lo que a simple vista podríamos denominar como “caminar”. Sin embargo, hay mucho más. Y sí, recorremos grandes distancias para la entrega de paquetes, pero aquí está la miga de la cuestión. Debemos analizar el terreno, equilibrar el peso de nuestro cuerpo o distribuir la mercancía a trasladar por las diferentes zonas corporales antes de cada encargo, para así evitar que se dañe la mercancía que acarreamos a nuestra espalda y completar nuestro objetivo. Por tanto, aquí el propio terreno cobra un papel protagonista, ya que cualquier desnivel afectará sobre el control de Sam, ya sean piedras, ríos con fuertes corrientes o barro, y su manejo cambiará por completo dependiendo de la zona por la que pasemos.
Es por ello por lo que, el análisis del propio terreno será primordial para encontrar rutas o zonas más accesibles por las que movernos, sin miedo a darnos un buen tortazo contra el suelo. Para este fin, conseguiremos una herramienta llamada Odradek que nos mostrará si estamos moviéndonos por un lugar accesible o, por el contrario, uno que nos puede resultar más complicado atravesar.
En cuanto a las novedades incluidas en esta versión, hay que empezar diciendo que, si ya sois jugadores más experimentados en el universo de Death Stranding, es interesante que sepáis que podéis trasladar vuestra partida guardada de la versión original de PC a esta nueva versión Director’s Cut, en el caso de disponer de una, todo ello sin perder ni una pizca del progreso.
Como mencioné antes, Death Stranding Director’s Cut para PC nos llega con todas las novedades que incluía esta misma versión en PS5, lo que también amplía ligeramente su historia y herramientas jugables. De esta forma, se ha añadido un nuevo arco argumental que expande ligeramente la historia de uno de los personajes del juego, que resulta muy interesante si queremos obtener la experiencia completa dentro de la historia del título. Personalmente, me resultó de extremo interés esta nueva historia y me ayudó a atar cabos en relación a ella. Ya os habréis imaginado que esta ha sido mi primera partida en el universo de Death Stranding, así que agradecí que no fuera obligatorio haberse pasado el juego con anterioridad para poder disfrutar de este nuevo hilo argumental.
Esta nueva historia, nos desbloquea una serie de nuevos artilugios, entre los que destacan la pistola Cañón Maser o un exoesqueleto de apoyo nuevo que rebaja la carga. Además, también existe la posibilidad de hacer uso de rampas de salto para vehículos, puentes quirales o catapultas, y se suma la incorporación de un bot, que nos ayudará a transportar la carga, aligerando así el peso de Sam y permitiendo atender más encargos a la vez.
Por último, hay que mencionar que se ha añadido un nuevo modo de dificultad, así como una mejora considerable en el combate con nuevos combos y animaciones. Este último añadido es de lo más destacable, ya que los enfrentamientos contra los diferentes enemigos resultaban uno de los aspectos más flojos de todo el juego por su tosquedad y simpleza, aunque realmente no ensuciaban la experiencia global del título.
Si bien todos estos añadidos, favorecen a aquellos jugadores que encontraran algo lento el avance de Death Stranding, y no dejan de ser una serie de ayudas que en nuestra mano está utilizar o no (no niego que en algún momento lo hice), considero que no respetan la esencia original del juego. Espero que quedara claro que es un título sobre una historia de conectar a la humanidad, pero también, de nexo entre el jugador y el propio juego.
En mi opinión, al brindar mayor accesibilidad al jugador durante el viaje, puede que este dure más tiempo a los mandos, sin embargo, ya el hecho de utilizar dichas funcionalidades extra, se traduce en falta de conexión con el título. Con esto, no quiero decir, que considere absolutamente innecesarias estas nuevas características, ya que quien se plantee disfrutar en mayor medida de la historia, podría hacerlo. Pero en ese caso, ‘Director’s Cut’ no sería un nombre apropiado para esta versión. Pienso que la visión que Kokima quería plasmar no viene reflejada en estos añadidos.
Caminando hacia la perfección técnica
No todo han sido añadidos relacionados con ampliar la experiencia de juego. También ha habido gran cabida para una serie de mejoras técnicas y de rendimiento.
En primer lugar, en relación con la optimización de esta nueva versión de PC, solo haría falta fijarse en la poca exigencia de sus requisitos recomendados para títulos de este calibre gráfico: una gráfica GeForce GTX 1060 6 GB o AMD Radeon RX 590. Esto ya nos da unas ligeras sospechas de que el trabajo de optimización es sencillamente brutal, y cuando estamos a los mandos podemos comprobarlo perfectamente.
En el caso de utilizar monitores ultra panorámicos, el primer cambio que notaremos es el soporte para este tipo de resoluciones 21:9, lo cual se agradece bastante. Además, se ha añadido la posibilidad de aumentar la tasa de fotogramas hasta 240, pero, sin duda, como novedad más llamativa en lo técnico, tenemos la inclusión de la tecnología gráfica Xe Super Sampling (XeSS) de Intel, con la que el mundo de Death Stranding es mucho más vibrante que nunca.
No olvidemos tampoco que, si hacemos uso del Dual Sense como Pad, nos beneficiamos de la increíble vibración háptica, pudiendo así sentir los diferentes relieves o cómo caen las gotas de lluvia. Un auténtico gozo.
Aquí no acaba el viaje…
En esta nueva versión, también se han incluido algunos añadidos que poco tienen que ver con el núcleo del juego. En primer lugar, podemos personalizar el traje y la mochila de Sam con nuevos colores o customizar la cápsula de nuestro BB, entre otros elementos estéticos. Y ahora paso a comentar esa serie de «pasatiempos» que párrafos atrás adelantaba.
En primer lugar, la incorporación de un campo de tiro en el que se nos permite practicar con las armas disponibles y completar retos, ya sea mejorando nuestros récords o compitiendo contra otros jugadores. Tenemos dianas, Mulas, terroristas, entes varados o medusas que debemos eliminar con unas armas determinadas. También se nos da la opción de enfrentarnos a los jefes finales que ya hemos derrotado y medir nuestras puntuaciones con otros jugadores.
Pero, uno de los añadidos más «curiosos» es el circuito de carreras, en él, podemos enfrentarnos a otros jugadores para obtener el mejor resultado en diferentes vehículos como coches, camiones o motos. A decir verdad, la primera vez que leí la inclusión de carreras de vehículos en Death Stranding me quedé perplejo. Sin haber jugado al título por aquel entonces, algo ya me chocaba fuertemente, y ahora, puedo corroborarlo una vez que me he puesto a los mandos.
Realmente, son novedades a las que no he dado mucho uso. Yo vine a Death Stranding por su mundo para conectar con él, y no para medir puntuaciones con otros usuarios. Creo, esto le resta importancia al viaje y a esta obra tan personal.
Conclusión final
Death Stranding: Director’s Cut es la experiencia más completa en cuanto a contenido y novedades se refiere. Sin embargo, no es la experiencia definitiva de su creador. A mi forma de ver, la mayoría de añadidos que arrastra de su versión de sobremesa no respetan en absoluto esa esencia y visión que Kojima planteó en el título original. Se generan más opciones y expanden la experiencia, sí, pero no la engrandecen como obra. Aquí, el dicho «a veces menos es más» cobra mucho sentido.
Por suerte, sí contamos con un montón de beneficios técnicos y tecnológicos. De esta forma, consigue un port maravillosamente optimizado para poder disfrutar de, como mínimo, la misma experiencia técnica que en la versión original.
Si has llegado hasta estas líneas, también sabrás que no se trata de un título para todos los paladares. Death Stranding requiere paciencia, no estamos ante un juego caracterizado por un gran frenetismo, sino más bien una obra de carácter contemplativo y metafórico, pero incluyendo una jugabilidad innovadora, y prácticamente creando un nuevo género. Por tanto, nos encontramos con una propuesta muy arriesgada, sí. Sin embargo, si logras conectar con ella, es una experiencia (y sobre todo una historia) hipnótica de esas que dejan huella.
Cabe mencionar que, hemos podido traeros este análisis gracias a una clave cedida para Steam desde la propia editora del juego, 505 Games.