Tras varios años desde que 343 Industries tomó el relevo de Bungie, y dos entregas que dejaron un poco que desear, sobre todo en el caso de Halo 5: Guardians, la compañía ha venido a redimirse con suficientes mejoras y novedades en el universo Halo para poder decir que el Jefe Maestro ha vuelto. En este análisis de la campaña intentaremos desgranar todo lo que hace de este Halo Inifinite uno de los imprescindibles de Xbox en los últimos años.
La principal novedad es la estructura, tenemos un mundo abierto no muy grande, pero sí lo suficientemente grande para el contenido que nos da. El contenido es lo típico que podemos ver en un mundo abierto: bases de enemigos, puntos en los cuales nos tenemos que enfrentar a un jefe final, puestos en los cuales tenemos que destruir unas torres de propaganda, salvar a rehenes y se pueden encontrar artefactos Forerunner, los cuales nos darán grabaciones únicas para expandir el lore del juego, y varias cosas más.
El juego empieza con la siguiente premisa: el enemigo Atriox, villano de Halo Wars 2, y su banda, los Desterrados (formada por Brutes y demás calaña), han venido acabar con el Jefe Maestro y la humanidad. Un piloto, Echo 216, rescata al Jefe y le comenta que la humanidad está en las últimas. Por lo tanto, la misión del Jefe Maestro es acabar con los Desterrados con ayuda del piloto y con otras sorpresitas que ya veréis en la historia. Tras el rescate, el Jefe y el piloto van a Zeta Halo, el planeta en el que transcurre el 100% de la historia y dónde nos encontraremos con los Desterrados que tienen una única misión, acabar con todos los Spartans y humanos que habitan en el planeta.
Tras una breve introducción, el juego nos deja total libertad para visitar una parte del mapa de Zeta Halo (mientras avanzamos en la historia podemos visitar más zonas hasta que llega un punto en el que tendremos total libertad en el mapa). Cabe destacar que ninguno de los objetivos secundarios son obligatorios para avanzar en la trama, pero si te dan un contexto y te dan ciertas claves en la historia para entenderla en su totalidad, además hay algunos puntos de Valor que nos los darán si completamos misiones secundarias. Desde Mongoose hasta tanques Escorpio, lo mismo con las armas, ya que empezamos con la MA40 y podemos acabar teniendo en las bases armas como la espada de energía; todo eso se consigue con los puntos de Valor que nos dan.
Estas bases dónde podemos conseguir armas y pedir vehículos, sirven para poder usar los viajes rápidos. Como en todo videojuego con mundo abierto, también hay coleccionables, como cofres en los que hay cosméticos para el multijugador o también para conseguir núcleos de Spartan, los cuales servirán para subir de nivel algunos gadgets que tendremos a lo largo de la aventura. Uno de esos gadgets será uno de los «utensilios» más importantes y más novedosos dentro de la saga del Jefe Maestro.
Ese «utensilio» no es nada más ni nada menos que el gancho, un objeto que nos será muy útil para recoger armas y para lanzarnos hacia los enemigos y golpearlos para acabar con ellos, incluso también puedes electrocutarlos. Además, el gancho es indispensable para subir a ciertos lugares que de otro modo no podríamos llegar, y en general hace que la experiencia sea más satisfactoria, ya que el gancho es como otro protagonista del título porque ofrece mucha variedad de posibilidades, además de mucha movilidad, y una experiencia más agradable de jugar.
Algo que caracteriza a la saga son las armas, desde el Aguijoneador hasta la MA40, todas tienen su mejoría. La cosa no acaba ahí, ya que también podemos encontrar contenedores de plasma de luz sólida para lanzárselo a los enemigos y así provocar daño masivo. Y hablando de enemigos, hay mucha variedad de ellos y cada uno con su estrategia específica. Por ejemplo, están los Hunters, contra ellos podemos acercarnos y usar armas para dañar los puntos débiles, su espalda, o se puede intentar un combate a distancia con armas como el aguijoneador (recomendación personal porque son muy duros).
Otro ejemplo bastante común de ver serán los Elites invisibles armados con espadas de energía, así que nos ayudará usar el sensor de proximidad para poder detectarlos con facilidad y acabar con ellos sin que nos la líen mucho. Así podríamos estar con todos los enemigos del juego, pero también me gusta que la gente explore y pruebe estrategias distintas con todos ellos. Vale la pena.
Las batallas, sumadas con nuestras habilidades, como el gancho; resultan ser divertidísimas y nos invitan a experimentar con diferentes estrategias contra los enemigos (tanto por la diversidad de armas como de enemigos). Creo que no me lo pasaba tan bien desde Halo 3.
Sobre la duración, el modo campaña, que es lo que estamos analizando, os puede llevar unas once o doce horas, pero si queréis explorar y tomároslo con calma el juego puede alcanzar hasta unas veinticinco horas para hacer el 100%.
Halo Infinite cuenta con un sistema de dificultad como todos los anteriores, en el que la recomendada es la dificultad normal. Mi experiencia, sin embargo, ha sido en dificultad heroica, es una experiencia desafiante, pero muy placentera, aunque he de reconocer que he muerto muchas, muchas y recalco muchas, veces más de las que pensaba que moriría (malditos francotiradores Jackals). A lo largo del mapa encontraremos las famosas calaveras que hacen que la experiencia sea un poco diferente y desafiante, eso sí, son un poco difíciles de encontrar.
La versión jugada para este análisis es la de Xbox Series X que va a 4K y 60 fps, además de contar con una versión que va a 120 fps, pero al no tener un monitor con soporte de tal tasa de frames no he podido probarlo. El juego es muy estable y no he tenido ningún tipo de problemas con el rendimiento, aunque si he notado que, al ser un mundo abierto, quizás hay demasiado popping. Hablando puramente de los gráficos, he de decir que no sorprende, pero sí es más que aceptable. Tras un año de retraso, se nota la mejoría de ciertos modelos como los Brutes o los Hunters y, sobre todo, en la iluminación que es de lo que más me ha gustado en cuanto a lo visual.
Si hay algo que destacar en un juego de Xbox es que venga doblado al castellano, y esta vez cumplen a la perfección con un doblaje excelente. Esto se agradece especialmente con enemigos como los Grunts, ya qué son muy graciosos y hacen comentarios jocosos. Por lo demás, tanto los protagonistas como los compañeros o enemigos importantes, tienen un doblaje muy bueno al nivel de una superproducción cómo es Halo Infinite. Últimamente, al tener pocos juegos de Xbox doblados al castellano, es de agradecer y de aplaudir esto y ojalá en el futuro todos los proyectos de Xbox Game Studios lleguen doblados al castellano.
Siguiendo con el tema audio, el sonido de las armas, vehículos, enemigos, el ambiente (cómo los animales que hay alrededor el mapa, por ejemplo) está genial, la verdad. Pero vaya, la banda sonora (que es un espectáculo) es lo que más sobresale en el ámbito sonoro del título. Este consigue meternos de lleno en la experiencia que es jugar Halo Infinite y, en ciertos momentos, hace que se te pongan los pelos de punta con algunas escenas acompañadas de esas grandes pistas que nos recuerdan a Halo Combat Evolved.
Como conclusión final, Halo Infinite es la entrega que la saga necesitaba. En su día se dejó claro que había que modernizar lo justo una fórmula casi perfecta (para mi la perfección no existe, bueno Keanu Reeves lo es, pero sólo él). Volvemos a escuchar las melodías emblemáticas, volvemos a tener al Jefe Maestro sin meternos relleno o personajes insulsos, sólo a él. El juego me ha gustado, no innova en cuanto a videojuego, pero sí en lo referente a la saga.
En la campaña les falta tener una idea clara de qué quieren hacer en el futuro, ya que no parece muy claro. Además, el juego llega un punto en el que se hace bastante repetitivo, y eso se podría haber evitado haciendo una experiencia más corta o variada en cuanto a escenarios se refiere.
Aun así, Halo Infinite es una entrega hecha para el fan, e indispensable para quienes quieren disfrutar del Jefe Maestro dándonos el mejor juego de 343 Industries hasta la fecha.