Análisis

Análisis: Hell Let Loose

Soldado, ¡bienvenido al infierno!

Título analizado a través de su versión de PS5.

Hace catorce años el género shooter sufrió una revolución llamada Call of Duty 4: Modern Warfare. El título de Activision sentó precedente en la época y asentó las mecánicas que los juegos First Person Shooter (FPS) seguirían hasta el día de hoy. Activision e Infinity Ward pusieron el frenetismo y la accesibilidad como los principales valores de su título, rompiendo así con la fórmula que los shooters habían mantenido hasta el momento; la simulación de guerra.

Call of Duty 4: Modern Warfare puso el foco de la acción en mapas pequeños en los que reinaban los enfrentamientos en distancias cortas y con armas muy fáciles de usar para todo tipo de jugador; nos presentó un título arcade, rápido y fácil de entender. Esto supuso un cambio radical en la jugabilidad, puesto que en los FPS de la época lo normal era encontrar grandes mapas que buscaban recrear las batallas más míticas de la Primera y Segunda Guerra Mundial mediante partidas largas y armas difíciles de usar.

El desembarco de Normandía y otras batallas históricas son la principal inspiración para los mapas de Hell Let Loose

Si bien Call of Duty 4: Modern Warfare revolucionó la forma de concebir un FPS en 2007, hoy la industria se encuentra llena de shooters clónicos y estancados en las mismas mecánicas con las que Infinity Ward nos sorprendió hace ya más de una década. Ante esta situación, las viejas formas de crear shooters están volviendo una vez más para demostrarnos que la simulación es una opción igual, o más divertida, que la fórmula arcade. Es gracias a este pretexto que surgen propuestas y juegos como Hell Let Loose.

Hell Let Loose es un título First Person Shooter desarrollado por Black Matter en el que viviremos las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial mientras tomamos el control de soldados norteamericanos o alemanes. Este shooter nos propone luchar en partidas online de cincuenta contra cincuenta jugadores en los que la compenetración y la estrategia entre compañeros de equipo en el campo de batalla son de vital importancia para lograr la victoria.

Avanzar junto a tu equipo es totalmente obligatorio si queremos tomar objetivos

La carta de presentación, y el principal atractivo de este título, es su intención de ser un juego más “realista” y táctico que la mayoría de shooters actuales, es decir, es un juego donde pesa más su componente de simulación que su componente arcade. A pesar de esta característica, Hell Let Loose no busca ser un simulador de guerra y no llega, ni de lejos, a los extremos de juegos de simulación militar como la saga ARMA, sino que se asemeja más a jugar partidas de Battlefield en su modo hardcore/extremo.

Hell Let Loose es un juego duro que, para un jugador novato o que no está acostumbrado a este tipo de experiencias, puede llegar a resultar muy lento, tosco y frustrante, puesto que nuestro personaje muere de uno o dos disparos bien encajados y las distancias a recorrer entre puntos calientes del mapa son exageradas. El gameplay se nota lento en todos sus aspectos, desde el movimiento de nuestro personaje hasta la velocidad de reaparición una vez nos han conseguido tumbar. Si bien esto puede parecer un punto negativo, a la hora de la verdad creo que esta característica suma más que resta a la experiencia, ya que consigue que nos sintamos vulnerables ante el peligro y, a su vez, logra que la estrategia y la comunicación entre miembros del equipo sea un pilar fundamental dentro de cada partida; creando así una inmersión y una atmósfera única dentro de un shooter multijugador.

Esta inmersión se ve potenciada gracias al sistema de escuadras y chat que Hell Let Loose implementa en sus partidas. El título cuenta con escuadras con dos tipos de rangos: el soldado raso y el comandante de la escuadra. El comandante se encarga de dar órdenes y guiar a su pelotón a lo largo de la partida mientras que el soldado raso debe cumplir las órdenes mientras que avanza posición en el campo de batalla y, en muchas ocasiones, podemos ser testigos de cómo los propios jugadores encarnan de verdad al personaje que están controlando; actuando como si estuvieran viviendo esa batalla y roleando hasta el último detalle.

Hell Let Loose divide a los soldados en tres clases: infantería, blindaje y reconocimiento

Aunque el sistema de escuadras consigue por sí mismo que la inmersión sea fantástica, esta se ve todavía más potenciada gracias al chat que incorpora el título. Dentro de una partida encontramos tres tipos de canales de voz: el canal por proximidad, donde escuchamos a los compañeros que tengamos cerca; el canal de equipo, donde solo escuchamos a los compañeros que conforman nuestro pelotón y, por último, el canal de comandantes, donde los comandantes acuerdan estrategias para intentar ganar la partida. Este sistema es simplemente espectacular y hace que cada partida se viva de forma totalmente distinta dependiendo de nuestro rol o nuestro grado de implicación dentro del juego.

Gracias a estos dos elementos Hell Let Loose convierte a la inmersión en una característica esencial para disfrutar de su propuesta jugable, pero estos no son los únicos elementos que hacen que sintamos que el campo de batalla es un entorno real y tangible.

Hell Let Loose busca que nos sintamos un soldado en plena Segunda Guerra Mundial y, para meternos en el papel, nos sorprende con un apartado gráfico y sonoro impecable. Cada disparo, cada grito y cada avión que escuchamos sobrevolando el terreno se sienten reales y consiguen crear una atmósfera de juego que, sinceramente, no pensaba encontrar en un juego que no fuera catalogado como triple A.

Gracias al sonido de los pasos o los disparos seremos capaces de detectar enemigos

Fuera de los apartados más técnicos y adentrándonos en la parcela jugable, este juego tiene un objetivo bastante claro; volver al pasado, tanto en su época histórica como en su fórmula jugable.

Hell Let Loose es un shooter construido a imagen y semejanza de los clásicos de la vieja escuela. No busca tener mil opciones de personalización de armas, camuflajes chillones o bailecitos y gestos para realizar con amigos, sino que pone todos sus recursos en crear un gameplay interesante para las personas que disfrutan de la simulación de guerra con algún toque arcade.

Antes de entrar en el campo de batalla debemos escoger un soldado y su especialización, para ello contaremos con varias clases diferentes: fusilero, médico, francotirador, antitanque… Cada clase cuenta con una o dos armas, granadas y un objeto exclusivo de nuestra especialización, entre los que podemos encontrar: morfina, lanzacohetes o balizas de reaparición… Este sistema de especializaciones está prácticamente calcado del clásico sistema de clases de la saga Battlefield y, aunque no propone ningún tipo de novedad o cambio en este, la verdad es que funciona a las mil maravillas.

El título cuenta con un arsenal bastante limitado de armas y, además, estas no cuentan con ningún tipo de personalización, es decir, no podremos poner accesorios a las armas ni cambiar su apariencia. Dentro de la selección encontraremos “viejas confiables” como la clásica MP40 alemana o la M1 Garand americana, armas que ya hemos visto en cientos de juegos que comparten la misma temática.

Con la clase seleccionada y un punto de reaparición escogido dentro del mapa ya estaremos listos para entrar a la acción. Dentro del campo de batalla nuestro objetivo será tomar o defender cinco puntos repartidos por el mapa para lograr hacernos con la victoria. Este es el único modo de juego que encontraremos en Hell Let Loose y, una vez más, nos es imposible no pensar en Battlefield, puesto que funciona de forma idéntica al modo asalto que el equipo de DICE incluye en prácticamente todos los juegos de la saga.

Cada mapa en Hell Let Loose está compuesto por varios sectores separados por una línea que divide a los dos equipos

En general, podemos decir que Hell Let Loose es un shooter clásico: mapas grandes, armas con gran retroceso, ambientado en la Segunda Guerra Mundial y en el que la comunicación y el trabajo en equipo es la única forma de salir victoriosos.

La atmósfera que crea el título, su apartado sonoro y su sistema de chat y escuadra son elementos que hacen que Hell Let Loose destaque entre la gran mayoría de shooters con los que comparte temática y estilo jugable. Si bien estos puntos son bastante positivos, creo que la falta de modos, la inexistente personalización de armas y el movimiento lento pueden echar atrás a muchas personas que busquen un juego más desenfadado y accesible. Morir de una bala y que el jugador tenga que pasar más de diez minutos corriendo por el campo para reincorporarse a la batalla no ayuda a la inmersión; solo frustra y nos hace perder tiempo y, por desgracia, esto es algo muy habitual en cada partida de Hell Let Loose.

A pesar de contar con estos defectos y teniendo en cuenta que el título cae en la repetición tras varias partidas al no contar con más modos de juego o un sistema de progreso interesante. Creo que Hell Let Loose es un juego para tener en cuenta entre los amantes de los FPS exigentes. No es un shooter perfecto y apela a un nicho de jugadores muy específico, pero su “vuelta a las raíces” dentro del género resulta en una propuesta muy interesante en los tiempos que corren y, además, resulta una experiencia extremadamente divertida cuando disfrutamos del juego con amigos.

Hell Let Loose se encuentra disponible a un precio de 39,99 € en PC, Xbox Series X/S y PS5. Si dispones de una PS5 y de una suscripción activa a PlayStation Plus y te interesa probar el título, el juego forma parte de los juegos Plus de octubre de 2021 y puede ser descargado de forma gratuita.

Alejandro Camacho

Catador de lejía a tiempo parcial. Amante de los JRPG o de cualquier otro juego que me permita sumar un puntito de salud más a mis estadísticas.

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