Tengo que admitirlo, a pesar de conocer bastante bien la obra de Suda51, nunca me había aventurado a probar uno de sus juegos. Esta es una afirmación que debería avergonzar a cualquier jugador que se precie, puesto que aquí nuestro amigo Goichi Suda ha firmado alguno de los juegos más únicos de la industria del videojuego.
Obras como Lollipop Chainsaw o Killer is Dead son auténticos clásicos de culto que no hacen más que engrandecer el currículum de este excéntrico creador. Pero, si hay una saga que popularizó y sabe definir a la perfección a este creador esa es la irreverente No More Heroes.
Es precisamente con esta saga, concretamente con su tercera entrega, con la que este humilde analista deja de ser una persona ajena a la obra de Suda51 para convertirse directamente en un creyente. Para celebrar esta conversión, desde HelGames nos hemos encargado de acompañar a Travis Touchdown en su última aventura hasta el momento.
Pero, antes de empezar me gustaría plantear una pregunta: ¿qué mejor forma hay de adentrarse en No More Heroes III que jugando a su mejor versión? El juego de Marvelous y Grasshopper Manufacture acaba de llegar a PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC, tras su paso por Nintendo Switch el año pasado. Una buena noticia a la que tenemos que sumar una edición física para PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X de la mano de Meridiem Games.
Ahora sí. ¡Bienvenidos todos de nuevo al Jardín de la Locura!
En No More Heroes III encarnamos a Travis Touchdown, un asesino y antihéroe que deberá salvar la tierra de la invasión llevada a cabo por una organización alienígena liderada por el príncipe Jess Baptiste VI (FU para los amigos). Con esto en mente, Travis deberá deshacerse de diez asesinos y escalar a lo más alto de la Clasificación de Superhéroes Galácticos para enfrentarse a FU y así eliminar de una vez por todas esta amenaza planetaria.
En Santa Destroy no existen los héroes
Al igual que sus entregas anteriores, No More Heroes III es un juego de acción frenética con ciertos elementos hack and slash. En este juego, Travis deberá hacer frente a su mayor amenaza hasta la fecha, por lo tanto esta vez la aventura no transcurrirá únicamente en la ciudad de Santa Destroy. En esta tercera entrega, Travis deberá expandir sus fronteras para llegar coronar la Clasificación de Superhéroes Galácticos, contando así con otras cinco localizaciones totalmente nuevas.
Respecto a la aventura en sí, No More Heroes III no busca reinventar la rueda. La premisa de este juego es la misma que en las dos entregas numeradas anteriores, debemos derrotar a 10 asesinos que componen un ranking hasta ser el único que queda con vida. En este caso nos enfrentaremos al príncipe galáctico FU y su ejército de alienígenas superhéroes asesinos, toda una amenaza que Travis deberá erradicar de raíz para salvar al mundo. Parece que llegó el momento de que Santa Destroy vea nacer a su propio superhéroe.
Estilazo ochentero y carisma a raudales
Creo que en el mundillo del videojuego no existe ningún título que rinda tal homenaje a la cultura friki como lo hace la saga No More Heroes. Esta tercera entrega no solo no defrauda en este aspecto, sino que es la mayor oda al «frikismo ochentero» que he tenido el gusto de experimentar en mi vida.
No More Heroes III destroza el término “obra referencial”, ya que es más referencia que juego. Es un título que vive para y por la parodia en el que no vamos a pasar más de veinte minutos sin toparnos con una mención a alguna película, videojuego o figura de los años ochenta. Por si fuera poco, tanto Travis como los demás personajes, son capaces de romper la cuarta pared a voluntad o infringir las normas de su propio juego; un recurso que el juego usa de forma magistral.
Es bastante difícil concretar qué tipo de humor y tono podemos encontrar en No More Heroes III. Podríamos definir el juego con términos como “loco” o “irreverente”, pero creo que eso sería quedarse muy corto. Y nos encontramos ante esta situación debido a un motivo muy concreto; el juego parece haber sido escrito y dirigido por un adolescente malhablado que vive fantaseando sobre sus películas y videojuegos favoritos. Una premisa que suena bastante chapucera pero que, contra todo pronóstico, crea un tipo de humor totalmente único y que nos hará disfrutar del juego de principio a fin.
Muchos de vosotros ya conoceréis a Travis Touchdown, un asesino, amante de la cultura japonesa, que se ha ganado el protagonismo de la saga pasando por el filo de su catana láser a cualquier sujeto o entidad que se entrometa en su camino.
En esta tercera entrega, Travis sigue siendo el mismo antihéroe de siempre; es la clase de persona que prefiere el insulto al diálogo, viste ropa exagerada y disfruta comparando cualquier situación en la que se encuentre con algún detalle de sus películas favoritas. En esencia, podemos decir que Travis es ese tipo de amigo que compara cualquier situación de nuestro día a día con un capítulo o frases de Los Simpson.
Con los personajes secundarios del juego pasa algo bastante curioso y es que, a pesar de que prácticamente ninguno llega a aparecer en pantalla más de media hora, son todos divertidos, sumamente carismáticos y cuentan con un diseño magnífico. De entre todos estos personajes secundarios tengo que destacar a FU, el príncipe galáctico que ha llegado para destruir el mundo y que viene acompañado de diez asesinos igual de locos y extravagantes que él.
Si quieres sobrevivir a una extinción, conviértete en extinción
Todo lo dicho suena muy bien, pero… ¿no estamos hablando de un juego de acción? Pues sí, y no hablamos de un juego de acción cualquiera, sino de la tercera entrega de una saga que es conocida por su frenetismo y brutalidad. Durante nuestra aventura en No More Heroes III vamos a ver muchísima sangre, el juego no se corta un pelo a la hora de enseñar desmembramientos, explosiones de todo tipo y asesinatos brutales.
Para salvar al mundo debemos deshacernos de un ejército alienígena y sus diez mandamases, una tarea que Travis cumplirá gustosamente. El combate es bastante simple y sigue un esquema similar a los juegos de FromSoftware, es decir, disponemos de un ataque ligero y uno fuerte, una esquiva y una guardia.
Para añadir algo más de chicha, No More Heroes III añade cuatro ataques especiales que se recargan golpeando a los enemigos. Estas habilidades van desde realizar mucho daño con una patada hasta crear una zona que ralentiza los enemigos. A simple vista estos poderes pueden parecer algo básicos, pero son capaces de decantar la balanza a nuestro favor si los utilizamos en el momento correcto, sobre todo en los enfrentamiento contra los diferentes jefes.
Por suerte, esto no es todo lo que No More Heroes III nos tiene reservado a la hora de combatir. Un elemento bastante icónico de la franquicia es la «Beam Katana», el arma que acompaña a Travis desde su primer juego. Pues bien, este arma tiene una mecánica bastante chula. Cada vez que golpeamos a un enemigo perdemos energía de la catana y si nos quedamos sin energía el arma dejará de hacer daño, para evitar esto debemos recargar la catana agitándola; momento en el que nos quedaremos totalmente desprotegidos.
Esta sencilla mecánica cambia radicalmente el transcurso de los combates, puesto que siempre debemos tener en mente la energía de nuestro arma a la vez que elegimos el momento idóneo para recargarla. Cada combate nos exigirá gestionar la energía; una situación que me recuerda bastante a la gestión de los Estus en cualquier juego de la saga Dark Souls.
Por otro lado, tenemos las ruletas, una mecánica que No More Heroes III implementa para refrescar todavía más los combates. En este título tenemos dos ruletas: la Ruleta de Ejecución y la Ruleta de Muerte. La primera ruleta se activa cuando ejecutamos a un enemigo, con cada muerte tendremos la posibilidad de ganar una ventaja en combate. Estos bonos son una ayuda tremenda que nos permitirá desde recuperar vida o ganar más dinero, hasta activar una transformación que nos hace prácticamente invencibles.
La segunda ruleta se activa cuando Travis muerde el polvo en un combate. La Ruleta de la Muerte nos da un motivo para reintentar un combate que es claramente superior a nosotros y, sin duda, es uno de los mejores añadidos del juego.
Al realizar una tirada en la ruleta recibiremos un bono que puede ser negativo o positivo. Gracias a esta mecánica comenzaremos el combate de nuevo con estados como daño aumentado, habilidades completamente cargadas o, si tenemos suerte, podemos hasta volver a la vida dejándonos justo en el momento en el que estiramos la pata en el combate anterior. La ruleta consigue eliminar parte de la frustración que sentimos con una derrota y nos empuja a seguir intentándolo.
¿Qué sería de un juego un de acción sin sus combates espaciales a los mandos de una armadura superpoderosa? Como última novedad en No More Heroes III, tenemos los combates espaciales. En estos enfrentamientos Travis usará su transformación HENSHIN! para enfrentarse a abominaciones espaciales. Si trato este tipo de combate al final del apartado es debido a que los enfrentamientos espaciales son más bien anecdóticos. Eso sí, el juego reutiliza la armadura y sus comandos como una transformación para los combates normales llegado a cierto momento en la aventura.
Un mundo abierto sacado de hace tres generaciones
Por el momento podemos llegar a pensar que No More Heroes III es un juego perfecto; nada más lejos de la realidad. El juego tiene un problema enorme que puede hacer que muchos jugadores pierdan completamente el interés. Ese problema es su mundo abierto y, por arrastre, la exploración y todo el contenido secundario.
Como comentamos antes No More Heroes III tiene seis zonas explorables. El problema con estas zonas es que su enfoque no ha cambiado en nada desde la primera entrega; resultando en un juego que parece sacado de otra época. Los escenarios no son más que una fachada, están completamente vacíos y resulta casi una tortura recorrerlos por la cantidad de muros invisibles que podemos encontrar.
Por si fuera poco, las actividades secundarias son extremadamente genéricas. Fuera de las típicos combates por oleadas o las decenas de coleccionables sin sentido, no encontraremos ninguna razón para explorar estas zonas. Convirtiendo al mundo abierto en un elemento que rompe el ritmo del juego y que nos veremos obligados a recorrer una y otra vez para avanzar en la historia.
Por suerte, como es habitual en la saga contamos con los minijuegos para dar algo de valor al mundo abierto. Si bien son extremadamente simples y se acaban volviendo repetitivos al cabo de un rato, en No More Heroes III podemos divertirnos a la vez que ganamos algo de dinero realizando trabajos parciales en forma de minijuegos. Estos minijuegos son una completa locura y tengo que admitir que he gastado más tiempo del que debería haciendo explotar cocodrilos a base de cañonazos.
Por otro lado, los enfrentamientos contra los enemigos ni si quiera forman parte del mundo abierto, sino que seremos teletransportados habitaciones aisladas a combatir contra los alienígenas. Este hecho hace que el jugador tenga que pasar por la misma transición de combate y su tiempo de carga asociado una y otra vez.
Siguiendo con los enemigos, la variedad de alienígenas con los que tendremos que enfrentaremos es completamente irrisoria. El juego dispone de literalmente 8 tipos de enemigos distintos para los combates normales; unos esbirros que combatirán contra Travis durante el transcurso de toda la aventura. Si bien cada enemigo tiene versiones mejoradas, en esencia pasaremos las más de diez horas que dura el juego combatiendo contra los mismos alienígenas.
Aquí no acaban los puntos negativos del juego, puesto que existe otro gran problema que acaba lastrando su desarrollo; hablo de la estructura que el juego sigue para contar su historia.
Veréis, No More Heroes III sigue siempre la misma fórmula: derrotamos a un asesino del ranking, se nos abre una nueva zona, realizamos tres combates contra esbirros y finalizamos combatiendo al nuevo jefe. Este ciclo acaba volviéndose un incordio más pronto que tarde, sobre todo cuando el mundo abierto y sus actividades son tan poco atractivas.
Conclusión final
No More Heroes III es, como todos los títulos de Suda51, un juego realmente único. Es verdad que ciertos apartados como su mundo abierto lastran el resultado final del título; no obstante, el alocado humor de la historia, su frenético combate y sus grandes personajes son capaces de mantenernos enganchados al juego en sus aproximadas diez horas de duración.
A pesar de no contar con una dificultad muy elevada, el juego nos brinda unas batallas contra jefes exageradamente divertidas y gratificantes. Todos los elementos del combate funcionan y consiguen crear un sistema bastante adictivo que brilla en los enfrentamientos finales.
A fin de cuentas, No More Heroes III es un juego con muchos claros y sombras. No es un título perfecto, pero tiene las papeletas para convertirse en una de las obras favoritas de muchos jugadores. Ten claro que, si te gusta el humor absurdo, la cultura friki y la acción desmedida, has encontrado un filón en la saga No More Heroes y, por suerte, esta tercera entrega no es la excepción. Aunque este sea el caso, mucho cuidado, puesto que para disfrutar plenamente del juego hay que hacer bastantes concesiones y aceptar un diseño de mapa y desarrollo bastante anticuado.
Siendo totalmente sincero, yo he disfrutado cada segundo que he pasado inmerso en el Jardín de la Locura. Tengo claro que voy a probar las anteriores entregas del asesino y genuinamente espero que, de existir una cuarta entrega, Grasshopper Manufacture invierta algo de tiempo en crear escenarios y ciudades algo más interesantes.
No More Heroes III, el juego de Grasshopper Manufacture publicado por Marvelous Inc., se encuentra ya disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC. Asimismo, a nuestro país ha llegado una versión física para PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X gracias a los amigos de Meridiem Games.
Nosotros hemos realizado este análisis jugando la versión de Xbox Series X, gracias a una clave cedida por Meridiem Games. Por último, debo comentar que, a fecha de la realización de este análisis, el juego sufre un pequeño bug en el que las texturas de los personajes tardan unos segundos en cargar. No es un error que destroce la experiencia, pero es un fallo algo molesto.