El terreno de las secuelas es bastante escabroso, y es que siempre se tiende a pensar que un buen juego, tendrá una secuela que no estará a la altura de las expectativas. Por suerte, hay ciertos títulos que consiguen romper esta supuesta estadística, la cual usan algunos para atacar, pero que no deja de ser una creencia popular. Ahora, nos ha llegado la secuela de un videojuego que fue bastante controvertido en su momento, no por los temas que trata, ni por nada así, sino porque muchos jugadores lo amaron, pero otros muchos no fueron capaces de meterse en su mundo.
Sí, en efecto, estamos hablando, como habréis podido intuir por el título, de la franquicia Octopath Traveler. Y es que nosotros hemos tenido el placer (gracias a una clave proporcionada por PLAION) de probar esta secuela, y aunque más adelante os daremos nuestros argumentos, estamos hablando de un juego que comprende los problemas que tuvo su predecesor, y consigue trabajar para mejorarlo en prácticamente todos los aspectos posibles.
Muchas historias y, lo más importante, muchos personajes
Si por algo se caracterizó la primera entrega, siendo la razón principal por le que se lo consideraba un juego innovador dentro de su género, es porque no nos presentaba la historia de un personaje, ni tampoco de un grupo unido entre ellos; sino que más bien podíamos vivir las aventuras y desventuras de distintos personajes, con distintos dilemas e historias completamente distintas. Esta fue una de las cosas que más enamoró de este Octopath Traveler, pero también una de las que más dividió a los usuarios, y es que estas historias no se sentían cohesionadas entre sí.
En este caso, las historias de ciertos personajes se cruzarán en ciertos momentos, algo que, hasta nos lo pudimos encontrar en nuestra aventura, pensamos que sería algo insignificante, pero la verdad es que hemos quedado satisfechos, aunque por suerte, aquí no acaba todo lo que nos ha impresionado de esta secuela en este aspecto.
No solo es que las historias se sientan más cohesionadas, y parte de un mismo todo, sino que incluso los personajes parecen más trabajados, es decir, con más trasfondo. Por poner un ejemplo, os hablaremos de la historia con la que nosotros elegimos empezar: Temenos, un inquisidor de la iglesia, el cual un buen día (o más bien malo) descubre un hecho que lo deja con más preguntas que respuestas, lo que le lleva a emprender un viaje en busca de las respuestas que tanto ansía. Los que hayáis jugado al juego, y hayáis llegado a la historia de este personaje lo sabréis, pero todo en este personaje consigue sorprender, pero especialmente se siente natural su personalidad, la cual no pega con alguien del clero, pero que por alguna razón lo hace con todo a su alrededor.
Por supuesto, esto lo podemos trasladar a prácticamente todos los personajes principales del juego, pero la verdad es que nuestros favoritos han terminado siendo el propio Temenos y Partitio, un mercader muy talentoso, que por circunstancias de la vida no salió del lugar donde prácticamente se crió hasta muchos años después, por lo que ahora le toca ver mundo; y nosotros seremos partícipes de esto.
Es hora de combatir, pero tienes que esperar tu turno
Probablemente, el chiste (si es que se le puede llamar así) del titular sea de los peores que hemos hecho nunca, pero también uno que ejemplifica muy bien cómo es este juego. En una época en la que Square Enix ha decidido apostar por el combate en tiempo real, precisamente para su franquicia estrella (Final Fantasy), en este Octopath Traveler II, al igual que pasaba en su predecesor, encontraremos un combate por turnos, aunque uno que se adapta a la mil maravillas a los tiempos modernos.
En este sentido, podemos decir que esta secuela sigue los pasos del original, aunque hemos podido sentir que está más pulido. No es algo que podamos cuantificar, porque tampoco es que exista mucho cambio en este aspecto, pero si bien en la primera entrega se sentía tedioso, en esta secuela hemos llegado a buscar combatir en muchas ocasiones, hasta hemos terminado llegando a los jefes con mucho nivel, por lo que no han sido tan difíciles.
Eso sí, si eres de esas personas a las que no les gustan los combates por turnos, deberías alejarte de este título, y es que si bien no es extremadamente profundo, lo es lo suficiente como para resultar una mala puerta de entrada. En cambio, si queréis introduciros en el género, tenéis una gran cantidad de alternativas que sí se enfocan en ser muy accesibles, introduciendo niveles de dificultad muy bien delimitados y ejecutados, algo que en este caso no hemos podido encontrar.
Por último, es necesario señalar que no estamos hablando de un combate que solo se destaque por lo jugable, y es que a pesar de lo que pueda parecer, principalmente por la estructura que plantea, este resulta ser muy estimulante a nivel visual y sonoro. Más adelante hablaremos de la banda sonora, pero más que a eso, nos referimos al diseño de sonido: los golpes con la lanza, o las flechas al impactar en el enemigo. Eso, en conjunto con los efectos de partículas y demás aspectos gráficos que podemos ver en ciertas situaciones, han conseguido que nos enamoremos de la estructura jugable de Octopath Traveler II.
La belleza del 2D
Muchas veces se suele tildar al 2D de ser el estilo de los indies, algo que no resulta ser despectivo en absoluto, pero que muchos usuarios usan para lanzar oleadas de odio a los estudios más grandes que deciden usar estilos de este tipo. Sí, ya probablemente lo habréis pensado, pero ni Octopath Traveler ni esta secuela, emplean un 2D como tal, sino que más bien es una mezcla entre un 2D para los personajes, y 3D en los escenarios. Esto ha hecho que se le considere como un estilo único, el cual también hemos podido ver en otros títulos posteriores de Square Enix, como puede ser el remake de Live a Live.
Aun teniendo en cuenta que esto no es novedoso en absoluto, podemos decir que es de los juegos que mejor usa este estilo artístico, llegando a poder afirmar que es el mejor lo usa. Los paisajes que nos dejan parecen sacados de pinturas, y a cada paso que das terminas sintiendo como si estuvieras en un mundo de ensueño, en el que te ataquen enemigos de forma aleatoria, pero al fin y al cabo consigue enamorarnos.
Lo habréis notado, pero en nosotros han conseguido calar especialmente los paisajes, los cuales enamoran a la primera, pero esto no es lo único destacable si hablamos del apartado artístico. El diseño de los personajes, por poner otro ejemplo, también resulta sublime, tanto en las ilustraciones que vemos en ciertos momentos (principalmente nada más iniciar la partida), como en sus modelos dentro del juego. Cada uno se siente único y diferente, algo que no solo es gracias a que combaten de maneras muy variopintas, y con armas que no tienen nada que ver entre sí, sino porque a la vista ya puedes encontrar sus diferencias.
La importancia de una buena banda sonora
Estamos hablando de un juego de Square Enix y, por tanto, es totalmente necesario hablar de la banda sonora, y es que esta compañía no solo se caracteriza por sus grandes JRPG, sino que también lo hace por las increíbles piezas que acompañan al jugador durante sus aventuras. Por supuesto, y al igual que pasaba con el título anterior, Octopath Traveler II no decepciona en este aspecto, albergando, dentro de su repertorio, gran cantidad de canciones que nos han hecho tener sensaciones muy diferentes, aunque podemos destacar la que suena cuando recorremos el mundo.
Cada uno tendrá su pieza favorita, al igual que cada uno tendrá un personaje favorito entre todos los que podemos elegir, pero la verdad es que no podemos decir que ninguna canción sea mala, o incluso relativamente peor. En la línea de la propia Square Enix, en este aspecto no podemos ponerle un solo pero.
Conclusión final
Octopath Traveler II es un juego que amplía y mejora lo que vimos en el original. Se nota perfectamente que los desarrolladores han prestado atención a las quejas de los fans, y han decidido implementar soluciones para estas, algo que se agradece especialmente.
No es un juego perfecto, y no vamos a afirmar que lo sea, pero sí que podemos decir que es un total imprescindible para los amantes de los JRPG. En una época en la que Square Enix está dejando de lado lo clásico en su franquicia estrella, también nos traen este título, el cual sienta cátedra de cómo se debe hacer un JRPG clásico, pero moderno al mismo tiempo.
