No os voy a engañar, no soy un gran seguidor del mundo del skate, aunque sus vertientes en el sector de los videojuegos me parecen de lo más entretenidas (¿quién no ha jugado a ver quién se rompía más huesos con una caída en, al menos yo, Skate 3?). En el caso de OlliOlli World, lo primero que me llamó de esta curiosa propuesta es su apartado artístico, pero, una vez dentro, acabas descubriendo un título con una gran profundidad, y teniendo en cuenta que se desarrolla con un desplazamiento en scroll lateral es bastante curioso, y con muchísimas cualidades.
A decir verdad, esta ha sido mi primera incursión en la saga, por lo que no puedo ponerla en perspectiva con las anteriores entregas. Sí que sé que OlliOlli World presenta varios cambios, tanto a nivel estético como en su ambientación, pero vaya, aquí he venido a hablar de mi experiencia con esta tercera entrega en concreto.
Realmente, al empezar mi partida no esperaba que el juego tuviese ninguna intención de contarme una historia o similar, pero resulta que si lo quería hacer, aunque más bien es un recurso para poder poner un poco de trasfondo a nuestro cometido y al resto de personajes que nos acompañan. Pues bien, la premisa de OlliOlli World es sencilla, aunque cuando te la empiezan a introducir da la sensación de que se están flipando más de la cuenta (no es el caso), simplemente somos un skater que aspira a ser la nueva leyenda del skate en Radlandia (lugar en el que ir sobre la tabla de cuatro ruedas es su religión, prácticamente) y de esta manera poder acceder al Gnarvana, donde podremos reunirnos con los dioses del skate, a los que iremos conociendo al finalizar cada zona.
Esta base argumental, si bien puede parecer, como decía antes, algo pretenciosa, no lo es ni un poco. Todo eso sirve para ponernos una meta en nuestro camino y poder disfrutar un poco más de las conversaciones que compartirán con nosotros nuestros peculiares acompañantes. Estos personajes son de lo más tonto, en plan adorable, que te puedes encontrar, todos tienen sus características y formas de vivir su pasión común, el skate, pero los comentarios que harán siempre tienen esa intención de hacernos ver que estamos en un entorno tranquilo y sin presiones, ya que son mucho de lucir un humor bastante amigable y «absurdo». Sí que es verdad que hay veces que se puede hacer algo más pesado leer ciertos diálogos (sobre todo si ya los has leído antes), pero vaya, siempre puedes escoger la opción de pasar y ponerte a patinar directamente.
A partir de ahí, una vez nos pongamos a patinar, solo tendremos que superar cada una de las zonas, estas son 5 y tienen su propia ambientación, que componen el juego y sus niveles a base de seguir el flow del skate mientras enlazamos trucos de todo tipo y realizamos combos. Como decía antes hablando sobre los acompañantes, el juego no quiere hacerte «la vida imposible», pero sabe como ponerte las cosas complicadas. Es decir, OlliOlli World tiene un poco, quizás muy poco y más por ambientación y estética, de juego de relax y de disfrutar patinando y luciéndote, y otra vertiente en la que se puede convertir en todo un quebradero de cabeza, ya que cada uno de sus niveles tienen un gran nivel de exigencia, lo que nos obligará a ser precisos. Creo que esto no es ningún punto negativo porque hace que el jugador adquiera más interés por superarse a sí mismo y seguir desarrollando su soltura con la tabla de skate.
Vas a tener que emplearte a fondo, usando sobre todo los joysticks (principalmente el izquierdo), aunque también tendremos que usar gatillos y botones de vez en cuando; para clavar cada truco y no perder el ritmo que cada zona te exija. Desde luego, es una gozada ver como están diseñados estos escenarios, tanto en lo que es puramente diseño como en lo artístico. Lo dicho, a veces pueden ser un quebradero de cabeza, pero es muy estimulante ver como vamos utilizando y perfeccionando todo lo aprendido a la vez que va avanzando el juego por todos esos escenarios de locura y repletos de ideas fascinantemente imaginativas.
Como ya he dicho, puedes pasarte el juego intentando hacer lo mínimo, aunque esto te seguirá obligando a realizar unos cuantos intentos en varias estancias, la gran mayoría, para poder superarlas (eso si, el juego cuenta con puntos de control por si no quieres repetir cada nivel desde el principio); pero el juego te ofrece distintos extras para que la experiencia sea más gratificante aún. Cuando antes decía que OlliOlli World tiene mucha profundidad es, sobre todo, porque, desde cierto punto, cuenta con una serie de rutas alternativas, que son más complicadas y desafiantes, estas abren otros caminos que merecerá la pena explorar para descubrir nuevos obstáculos, nuevos personajes, algunas misiones secundarias y muchos otros elementos que siempre te incitarán a rejugarlos. Además, para sumar más alternativas, también tenemos una serie de niveles adicionales en cada zona, otro tipo de misiones secundarias, que no influyen en tu progreso como tal, pero siempre va bien adentrarte en ellos y conseguir más recompensas con las que adornar a nuestro personaje.
Por supuesto, la cosa no acaba ahí, ya que también tendremos una serie de desafíos para completar en cada nivel, no son obligatorios, pero, al igual que el resto de extras que mencionaba arriba, nos darán más recompensas. Entre estos desafíos, podemos ver que nos invitarán a cumplir una serie de objetivos durante nuestro trayecto, estos pueden ser chocar los cinco con alguno de los personajes secundarios, realizar una cantidad concreta de trucos distintos o superar a una serie de héroes locales, entre otros tantos. Bueno, este último siempre estará activo, aunque los héroes locales serán distintos, y básicamente consiste en conseguir puntuaciones más altas que las que ellos han conseguido, antes de empezar cada nivel nos muestran las cantidades que tendremos que superar.
Realmente el tema de las puntuaciones tiene bastante importancia, algo lógico en un título de este tipo, aunque de nuevo el juego no te penaliza si no quieres batir récords; ya que tenemos a nuestra disposición un marcador en el que podremos ir acumulando puntos, según vayamos ejecutando trucos y efectuando combos, si son largos, pues mejor; así podremos escalar posiciones en una clasificación que recopila las puntuaciones de todos los jugadores y le da esa esencia de competitividad que le sienta genial. Como digo, esto es importante porque le da al título más opciones para rejugar sus niveles y poder superarnos a nosotros mismos y a otros usuarios, pero para nada es obligatorio obcecarse con esto. Al final, es un agente más en pro de la diversión, si lo enfocas de forma sana. Además, ver a gente como Víctor Martínez, de AnaitGames, o Juan Puig, de Chiclana & Friends, en lo más alto de los marcadores de varios de los niveles del juego, es cuanto menos curioso.
Ya que estamos repasando las variantes jugables de OlliOlli World y su rejugabilidad, hay que mencionar los modos que, sin duda, ofrecen más variedad a los que queráis seguir visitando el juego una vez concluyáis la historia principal. En concreto hablo de La Liga Gnarvana, el modo más competitivo del juego y que utiliza el sumar más puntos en el marcador como su principal baza, ya que será la única manera de superar a otros jugadores que competirán contigo para poder quedar lo más alto posible en la clasificación y así ascender en las distintas categorías que presenta la mencionada liga. Básicamente, hay un total de diez participantes y ascienden los ocho que alcancen las mejores marcas durante lo que dura cada jornada, el noveno se mantiene en la categoría y el decimo, y último, cae a la categoría inferior. Bastante sencillo de entender, ¿no? Sin duda, es una opción más que atractiva para los que vais buscando competición y exigencia en este título.
También hay que hablar de El portal de Gnarvana, un modo que consiste en patinar y emplearse a fondo para superar unos niveles que, dependiendo de la dificultad y el tamaño escogidos, son la mar de complejos y espectaculares. Lo curioso de este modo de juego es que, conforme vas completando zonas del juego, vas añadiendo nuevos circuitos que se generan de forma aleatoria, basados en un bioma concreto de los disponibles. Es decir, si tu entras cuando hayas completado la primera zona, se te generará un nivel con diferentes estructuras y elementos mezclados de ese primer bioma. Muy loco todo, y no sé si lo he explicado bien, yo os aconsejo que lo probéis y os adentréis en un reto sin igual.
Hablando de otro de sus puntos fuertes (el juego en sí es un punto fuerte), el apartado artístico de OlliOlli World es una gozada para la vista. El juego luce un estilo cartoon muy similar a series de animación como Hora de Aventuras, por ejemplo, que adereza con unos colores en tono pastel que le sientan de maravilla a todos y cada uno de los niveles y personajes. Como podéis ver en las capturas, es un título muy colorido, por eso creo que la elección de tonalidades pastel es perfecta, ya que sin dañar a la vista consigue darle mucha viveza y personalidad a todo el conjunto. Además, cada zona, o mundo, si preferís; cuenta con su paleta de colores y elementos que hace que los diferenciemos fácilmente, muy similar a lo que ocurre con los personajes que nos acompañan durante nuestro trayecto, todos están caracterizados de forma muy efectiva, tanto en su diseño como en su forma de ser.
Ya que estamos tratando el tema de la caracterización y el diseño de los personajes, no puedo dejar pasar la oportunidad de hablar del sistema de personalización y sus opciones. Este sistema no tiene nada que lo haga especial con respecto a otros, más allá de lo bien diseñadas que están todas las prendas de ropa y complementos y las demás opciones para personalizar a nuestro personaje. La verdad es que da gusto ir combinando las distintas opciones (cortes de pelo, camisetas y sudaderas, pantalones o gorras, entre muchas otras cosas), incluidas algunas poses y posturas a la hora de patinar. Como es obvio, y he dicho antes, todos estos elementos cosméticos, al menos los que están bloqueados en un principio, los conseguimos superando distintos desafíos y completando los niveles, lo normal en este tipo de juegos, vaya.
A nivel más técnico, teniendo en cuenta que lo he jugado en una PS5, el juego va fluido en todo momento y responde a la perfección a cada uno de los movimientos que tiene que ejecutar el muñeco que controlamos. Quizás, lo único que se ve un poco extraño son los momentos previos a cada nivel, en los que estaremos compartiendo charla con nuestros simpáticos acompañantes, ya que parece que se mueven (más que moverse como tal, gesticulan y poco más) y hablan a trompicones. Pero vaya, creo que es algo propio de la animación del juego y no influye de forma negativa en la experiencia final.
Antes de terminar, hay que hablar de la música y los efectos de sonido de OlliOlli World. En el caso de la banda sonora del título, esta acompaña perfectamente en cada una de nuestras «carreras», ya que su estilo lo-fi la convierte en algo muy integrado en el propio juego y en su estilo y ambientación. No te quitará el sentido, pero es lo que necesita el juego. Luego están los efectos de sonido, estos están ejecutados de forma magistral, cada grind que realizamos se siente increíble y cada truco que planchamos tiene más efectividad y contundencia gracias a los sonidos que estos emiten. Una delicia, vaya.
En definitiva, OlliOlli World es un juego de skate que gustará, creo yo, a todo el mundo, tanto a los que buscan una experiencia algo desafiante, pero sin querer convertirlo en un souls de los juegos de skate (tenía que hacerlo, sorry) y más en ese momento de relax para finalizar bien el día como a los que buscan un desafío extremo con distintas alternativas para saciar su sed de competitividad, precisión y superación. Luego, todo lo que es a nivel artístico, el título es una gozada de principio a fin, tanto por ambientación como por el nivel de detalle que podemos apreciar en cada uno de los niveles.
OlliOlli World, desarrollado por Roll7 y distribuido por Private Division, se estrena mañana, 8 de febrero de 2022, para todos los jugadores y, desde aquí, solo os puedo recomendar que, si os llama mínimamente, lo juguéis. Puede que pase algo desapercibido durante este mes frenético con grandes lanzamientos, pero es que es una propuesta casi perfecta en todo lo que hace y digo casi por no asustar, pero es que no veo motivos para no ponerle un 10, en el caso de que pusiéramos notas.