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Análisis: Oxenfree 2: Lost Signals

Una secuela continuista que mantiene el encanto de su primera parte

Night School Studio se formó en 2014 por ex-trabajadores de Telltale Games que decidieron saltar del barco antes de su hundimiento. Creo que es un detalle importante comentarlo porque Oxenfree bebe mucho de esos juegos clásicos del estudio americano, pero a la vez también se siente como la evolución lógica que tendrían que haber tomado en la compañía. Tanto Oxenfree como otros juegos, como Firewatch tomaron todos los elementos que se vieron en los juegos de Telltale y crearon sus propios conceptos de lo que tendría que ser una aventura gráfica conversacional.

La fluidez en las opciones de diálogo sigue siendo su punto fuerte

En 2016 lanzaron su primer videojuego, Oxenfree. Un thriller sobrenatural en forma de aventura gráfica en la que los diálogos eran el epicentro de todo el videojuego. Pero al contrario de los juegos que producían en Telltale Games, en Oxenfree las opciones de diálogo que el jugador puede elegir, salen en tiempo real, sin cortes, simplemente un bocadillo encima de los personajes y una franja de tiempo para elegir que queremos contestar. La fluidez de este sistema, junto a una historia sobrenatural y unos guiones propios de las grandes series de Netflix, hicieron que rápidamente se convirtiera en un éxito. Hablando de Netflix, el 2021 la plataforma americana adquirió al estudio y en parte creo que es uno de los motivos por los que tenemos esta secuela.

Oxenfree 2: Lost Signals es una continuación directa de Oxenfree, haciendo, que si bien no es obligatorio, sí es muy recomendable jugar a la primera entrega, ya que si no, hay posibilidades que nos perdamos algún detalle de la trama. Además, el sistema de juego es exactamente el mismo, tenemos que ir recorriendo la historia mientras vamos eligiendo opciones de diálogo en tiempo real. Todas las decisiones y opciones que elijamos tendrán algún tipo de repercusión y nos llevarán a un final u a otro, ya que existen varios finales, algunos muy diferentes entre ellos.

El escenario ofrece un mapa mucho más grande que en la primera entrega

En Oxenfree 2 tenemos un mapa mucho más grande y ligeramente más libre que en la primera entrega, si bien sigue siendo completamente lineal. Sí que existen caminos alternativos e incluso algunas notas que sirven como contenido secundario. Estas notas nos darán algunos matices de la historia y sus personajes.

Aparte de los diálogos y el ir de un lugar a otro, también tendremos algunos puzles muy simples que dan variedad al juego, pero tampoco aportan ningún grado de dificultad. Al igual que en la primera entrega, también tendremos una radio que sirve muchas veces para resolver estos puzles.

Una novedad en Oxenfree 2 es la implementación de un walkie-talkie, el cual tendremos libertad para usarlo cuando queramos y servirá para hablar con otros personajes que por un motivo u otro están conectados con la trama.

El guion y las conversaciones salvan una historia demasiado lenta

Hemos hablado de la jugabilidad, pero vamos a hablar de lo más importante, la historia y el guion: La historia, como he comentado antes, es continuación directa de la primera parte. En el juego nos trasladaremos a Camena, un pueblo costero próximo a la de isla Edwards, escenario del primer juego. Manejaremos a Riley Poverly, una exmilitar, la cual ha vuelto al pueblo después de muchos años y la han contratado para poner una especie de transmisores para realizar un estudio. Y al igual que en la primera entrega, todo se tuerce y comienza una historia de ciencia ficción con viajes dimensionales, saltos en el tiempo, fantasmas del pasado y todos los elementos que hemos visto, por ejemplo en series de Netflix, como Stranger Things o Dark.

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Si bien la historia mantiene el interés, toda la aventura se me torna demasiado lenta, sobre todo al principio. Tarda demasiado tiempo en arrancar y además tampoco llega a hacerlo del todo, aun así, creo que es suficiente para mantener al jugador enganchado al juego. Aparte de la trama principal, el juego deja entrever matices de historias más humanas, metidas dentro de esos diálogos que tenemos con los otros personajes. Destacando las conversaciones con Jacob Summers, compañero de la infancia de Riley, que nos acompañara toda la aventura.

Lo interesante de estos diálogos es que parecen las típicas conversaciones entre desconocidos que intentan sofocar la incomodidad del silencio. Saldrán temas como la crisis de los 30, los traumas del pasado, la vuelta a casa tras mucho tiempo, la soledad, los objetivos fallidos o como la vida puede cambiarte completamente en cualquier momento. Y estas conversaciones son, sin lugar a dudas, lo mejor del juego, sobre todo la evolución que generan nuestras decisiones. De apenas hablar del clima o simplemente estar en silencio y decidir no responder a oír historias mucho más personales.

La duración de la aventura puede variar ligeramente si queremos encontrar todos los documentos o nos equivocamos de camino o se nos atraviesa un puzle, pero ronda las 5-6 horas. Su rejugabilidad es subjetiva en mi opinión, si bien hay varios finales, la sensación de decidir las opciones de diálogo que tomarías si estuvieras en la piel del personaje solo existe en la primera partida. El resto de intentos te forzarás a seguir diálogos que jamás tendrías y, para mí, se desvirtúa gran parte de los encantos de la obra. Aun así, 5 horas para este tipo de juegos es una duración más que aceptable.

Unos efectos de sonido y una banda sonora increíble

Gráficamente, igual que la primera parte, 2.5D en escenarios planos. Artísticamente, un deleite completo, no hay mucho que decir aquí. Donde se puede sacar más, es en el sonido y el doblaje: La banda sonora y los efectos de sonido son especialmente buenos y nos recordará continuamente a series como Dark o Stranger Things o a juegos como Control. El doblaje, aun estando solo en Inglés, es magnífico, es literalmente de película. Los textos y menús están en completo castellano.

Conclusión final

Si os gustó la primera entrega id a por él de cabeza. Es una secuela completamente continuista en absolutamente todo, sumando un mapa bastante más extenso y abierto que su precuela. Artísticamente precioso y con un apartado sonoro propio de las superproducciones de Netflix. Quizás la historia tarda demasiado en arrancar y está menos inspirada que en la primera entrega, pero el guion y los diálogos siguen en un nivel difícilmente igualable por otros juegos. Igual, una mayor cantidad y complejidad en los puzles podrían poner la guinda a un juego increíble.

Alejandro Treceño

Redactor en HelGames. Apasionado a los videojuegos, especialmente a la marca PlayStation.

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