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Análisis: Rogue Spirit

Acción, elementos roguelike y un aspecto muy cuidado son las bases de esta aventura con elementos fantásticos

Jugar siendo un fantasma con la capacidad de poder convertirnos en nuestros enemigos una vez que los derrotamos suena divertido, ¿verdad? Esta es la mecánica principal del juego del que podéis leer este análisis, llamado Rogue Spirit, un nuevo juego roguelike que nos viene a sorprender con su manera de poder enfrentar su historia de diversas maneras. 

El juego está desarrollado por Kids With Sticks y editado por 505 Games (gracias a una clave proporcionada por 505 Games os traemos este análisis), este título cuenta con bastante potencial, aunque cuenta con una dificultad algo elevada, además de que necesita pulir algunos elementos del juego. Igualmente, el título nos permite enfocar su jugabilidad de dos maneras: poder explorar con la forma espiritual debilitada, concentrarte en el sigilo o explorar en forma física y estar combatiendo sin parar

El Reino de Midra en apuros

Vamos a hablar de la historia, la cual se centra en el fabuloso Reino de Midra, un lugar que ha sido pacífico durante muchos años. Pero, un gran enemigo llamado “Rey Demonio” ha escapado de la prisión donde residía, liberándose y apoderándose de todo el Reino de Midra, haciendo destrozos y matando a todos aquel que se ponga en su camino. Aun así, para suerte de aquellos residentes del reino, los monjes atraen a un ser llamado “Expríncipe de Midra”, quien fue el que se encargó de encerrar al Rey Demonio en un pasado y que ahora vuelve en su forma espiritual. 

Esta, en resumidas cuentas, es la historia que nos propone el juego. En cierta manera no está mal, pero no deja de ser una historia que ya hemos visto habitualmente en el mundo de los videojuegos, donde nuestro deber es acabar con el malo y volver a rescatar nuestro lugar. Al iniciar la partida, los monjes que se encuentran alrededor nos pondrán en contexto sobre todo lo sucedido. 

Análisis: Rogue Spirit

Su gran fuerte, la forma espiritual

Una de las cosas que distinguen a unos roguelikes de otros son sus mecánicas principales. En el caso de Rogue Spirit, su mecánica principal es el poder convertirse en aquellos enemigos que hayamos derrotado, donde podremos usar sus habilidades y atributos (los cuales son aleatorios). Aunque seamos un ente espiritual, siempre estaremos dentro de un enemigo, aunque no hayamos eliminado a nadie, ya que, al regresar a la base principal, el juego nos habilitará un enemigo totalmente aleatorio para que lo poseamos.

Si durante un momento de la partida estamos en la forma espiritual, no podremos interactuar físicamente con nada, con lo que sí podremos interactuar, será con algunos entes y unos cofres que se encuentran ocultos en forma de coleccionables. Cada nivel que juguemos vendrá con su correspondiente mapa, que si os soy sincero sirve bastante de ayuda en esta aventura para poder guiarnos más fácilmente. Ya que podremos saber que camino queremos elegir y hacia donde se encuentran algunos elementos importantes. Cabe recalcar que un minimapa se hubiera agradecido bastante, puesto que se hace algo molesto el tener que mirar cada dos por tres el mapa en el menú.

Análisis: Rogue Spirit

Si estamos en nuestra forma espiritual, el juego nos dará la posibilidad de poder movernos más rápido por el mapa, además de que los enemigos no podrán detectarnos. Pero no todo es tan sencillo, pues los enemigos tienen un radio de visión que aparecerá en el mapa, si no nos ponemos dentro de ese cono, los enemigos no nos verán, pero como estemos un rato metidos dentro de su campo de visión, nos verán al momento. Dentro de nuestro estado de espíritu podremos pasar completamente desapercibidos, avanzar más rápido y llegar al tramo final del nivel sin muchas preocupaciones. 

En muchas ocasiones le daremos gracias a usar el sigilo, ya que tendremos en algunos momentos grandes cantidades de enemigos y poder deshacernos de ellos uno por uno nos ayudará bastante. Bajo mi punto de vista es una mecánica que funciona y me ha ayudado en la aventura.

Un combate rápido, pero básico

Ahora hablaremos de otro aspecto muy importante en el juego como es el combate. Como comento en el título, es un combate rápido, pero que a su vez es básico, donde lo que debemos hacer es esquivar y detener todos los ataques que podamos. Ya que, como dije anteriormente, la gran mayoría de veces los enemigos nos superan en número y eso significa que es casi imposible poder esquivar todos los ataques, además de que la esquiva es totalmente limitada, la cual se basa en una barra de resistencia. Algo que perjudica mucho son los ataques cuerpo a cuerpo y a distancia, haciendo que quedes totalmente en desventaja y te den los golpes. En algún momento de mi aventura llegué a frustrarme, pues me sentía en total desventaja, aunque el combate es fácil de usar, es también difícil de dominar.

Algo que me gustó fue la posibilidad de tener una zona de entrenamiento en la base, la cual nos ayudará a aprender los ataques de los enemigos que iremos viendo a lo largo de la aventura.

Análisis: Rogue Spirit

Una progresión lenta que se hace de rogar

A lo largo de nuestra aventura nos encontraremos con las llamadas “piedras de esencia”, las cuales estarán repartidas por todo el mapa y nos otorgarán habilidades que nos ayudarán en nuestro viaje, como puede ser: más daño elemental o la posibilidad de hacer daño crítico, entre otras muchas que dejaré que las descubráis por vosotros mismos. Como digo, este juego tiene bastantes cosas que son únicas, y su progresión no se queda atrás. Pero claro, estas mejoras se pierden cada vez que nos maten y volvamos a la base. Por suerte, dentro de nuestra base podremos progresar gracias a “unos fragmentos verdes” que iremos consiguiendo cuando eliminemos a enemigos y que los podremos usar para comprar mejoras que serán permanentes, lo que nos ayudará bastante. Lo malo de esto es que su progreso es bastante lento. 

Como sabemos, la esencia de los roguelike es la de repetir una y otra vez los niveles para lograr monedas o puntos que nos otorguen mejoras y de esa manera hacer que nuestro personaje sea más completo. Pero en Rogue Spirit eso es más complicado, ya que conseguir los fragmentos verdes en un nivel es complicado para poder obtener una sola mejora, por el hecho de que hay que tener en cuenta que debemos de gastar nuestros recursos antes de nuestro próximo nivel, puesto que, si por algún casual morimos, perderemos todo.

Análisis: Rogue Spirit

Una estética sobresaliente y un apartado sonoro que deja mucho que desear

La atmósfera en la que se basa el juego, siendo esta la de unos diseños tradicionales asiáticos, me ha gustado bastante, ya que hay muy poquitos roguelikes que destaquen tanto visualmente como este, en mi opinión. Como comento, es muy atractivo, con un diseño artístico bastante favorable y con una paleta de colores muy bien elegida, la cual te llama la atención rápidamente. Sumado a eso, la gran cantidad de atención al detalle que posee. Si hablamos de rendimiento, el juego se encuentra bastante bien optimizado, lo cual aprovecha bastante su apartado visual con una resolución 4K y 60 FPS

Si hablamos del apartado sonoro del juego, no puedo hablar mucho de ello, ya que no hay mucho que destacar. En algunos momentos tendremos algún acompañamiento musical atmosférico, que lo único que hace es adentrarnos un poco más en la ambientación oriental que tiene el videojuego y poco más. Me hubiera gustado que este apartado estuviese un poco más cuidado, pero me ha dejado un mal sabor de boca.

Análisis: Rogue Spirit

Conclusión final

Rogue Spirit ha sido una aventura con sus más y sus menos, siendo en algunas ocasiones un juego que frustra bastante debido a su combate. El título, en ocasiones, también es torpe, esto también se suma a la jugabilidad, que al principio está bastante bien, pero que cuando juegas algunas horas más se hace repetitiva

Pero su creatividad, que lo diferencia de otros roguelikes, está genial gracias a la forma de usar el sigilo y la mecánica de poder convertirte en el enemigo que hayas derrotado. Una idea que es muy interesante para este tipo de juegos roguelike. 

Ramón Gutiérrez

Soy Ramón, un chico de 20 años que su mayor hobby desde bien pequeñito siempre ha sido coger el mando y ponerse a descubrir en los tremendos mundos que nos ofrecen los videojuegos. Me podéis encontrar redactando en HelGames.

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