Es bastante curioso que los videojuegos relajantes resulten ser un completo nicho, indicado únicamente a aquellas personas que buscan despejarse plantando unos nabos, en lugar de masacrando unos cuantos cráneos o vendiendo toneladas de droga a un mafioso cuyo nombre es impronunciable. Los deseos del ser humano son muy raros, pero para aquellos que necesitamos algo más que bajas, una detrás de otra, para sentirnos relajados, existen los llamados juegos de «granjas». Para que nos entendamos, un buen ejemplo sería el clásico Harvest Moon, la saga que hoy en día es conocida como Story of Season, dado que la franquicia Harvest Moon ya no pertenece a sus creadores originales.
Dejando de lado todo esto, en el día de hoy, hemos venido con un análisis muy fresco de un juego de granjas, aunque con un toque especial, y el cual pertenece a una franquicia tremendamente conocida en el género, aunque podríamos decir que en occidente no ha tenido especialmente mucho tirón. En concreto, nos referimos (como podéis ver en el título) a la franquicia Rune Factory, que regresa con su quinta entrega numerada, desarrollada por Hakama, de Marvelous.
Granjas y hostias, un sueño cumplido
Antes hablábamos sobre un toque especial que tenía este título respecto al resto de juegos de su género, y es que en él, además de cuidar de nuestra granja, nuestras relaciones y demás cosas, también tendremos que explorar diferentes mazmorras que se nos presentarán en nuestro camino. Así, de primeras, esto puede parecer tremendamente extraño, debido principalmente a que lo que se suele buscar en este tipo de títulos es la relajación, o dicho de otra manera, el pasarnos horas plantando todo tipo de plantas para luego tener una conversación particularmente larga con un personaje que no entendemos que quiere (algo que, por otro lado, es totalmente posible en realidad). Lo más curioso es que, pese a pervertir lo que casi cualquier usuario busca de este género, consigue integrar los combates de una manera muy inteligente.
Realmente, salvo ciertas misiones de la historia, no estaremos obligados a combatir en las diferentes mazmorras, pudiendo en su lugar dedicarnos a plantar nabos sin tener en cuenta el factor del mazmorreo, aunque sí que os digo que, si queréis avanzar algo más que eso, deberéis adentraros en las diferentes mazmorras que nos presenta la aventura. Si de verdad queréis continuar vuestras aventuras en la magnífica ciudad que nos presenta este título, deberéis acostumbraros a ser agricultores y cazadores de monstruos por la tarde, por muy extraño o ridículo que esto pueda parecer.
Más allá de que estos dos géneros están muy bien mezclados, es necesario hablar de cómo están en general cada uno de ellos, y es que ambos son muy interesantes porque no consiguen alcanzar la perfección, pero sí que cumplen. Por un lado, en el apartado de las granjas, no estamos ante el más complejo, o el que más nos consiga relajar (para conseguir esto os tenéis que ir a títulos como Stardew Valley o los Harvest Moon clásicos), pero sí que cumple con creces en este apartado. Por el otro lado, el combate no es el más complejo de dominar, ni tampoco el más vistoso de usar, pero sí que resulta extremadamente divertido y satisfactorio, además de tener un factor RPG que es increíble para aquellas personas que amen este género.
Un isekai hecho videojuego
Los animes se han vuelto muy populares en los últimos años, pero a diferencia de lo que piensan muchas personas, estos no solo van de pegar golpes y transformarse en abominaciones cachas con un color de pelo amarillo muy chillón. Para ser un tanto más específico, el isekai es uno de los géneros más conocidos dentro de este tipo de series, y trata de una persona atrapada en otro mundo del que, en muchas ocasiones, desconoce los detalles más importantes. Os preguntaréis por qué explico esto, pero es que Rune Factory 5 tiene una trama que parece querer ser un isekai.
Nuestro personaje, ya sea el masculino o el femenino, e independientemente del nombre que le pongamos; se despertará sin recordar nada en mitad de un bosque, para, paso seguido, intentar salvar a una pequeña niña que está en apuros, momento que el juego aprovecha para enseñarnos las características principales del combate. No daremos muchos detalles, pero más adelante se nos insinúa que nuestro personaje viene de otro mundo, lo que da inicio a una trama con un punto de partida interesante, pero que más allá de enseñarte muchísimos diálogos no parece querer llegar a ningún lado.
Desde ya os digo que, no me parece mal que se utilice este punto de partida, es más, desde el primer momento consiguió emocionarme este inicio de trama porque es un concepto que me es familiar, pero la manera en la que se trata esta trama no es especialmente la mejor. El juego intenta dar más importancia a la trama, introduciendo gran cantidad de diálogos, pero esto no termina de funcionar en absoluto.
En las granjas se liga mucho, o eso dicen
Una de las cosas que más caracteriza a este tipo de juegos es la capacidad que dan al jugador de elegir a sus parejas dentro de él, permitiendo incluso casarse en la mayoría de casos, para así poder empezar a vivir una vida juntos. Rune Factory 5 no es la excepción, ya que en él podemos ligar con gran parte de los personajes que nos encontremos por la ciudad, obviando ciertos personajes que solo pueden ser amigos nuestros, en la mayoría de casos por razones obvias.
La verdad es que no nos encontramos ante un sistema de relaciones muy completo, pero la verdad es que no es necesario porque si fuera más complejo tendríamos que dedicarle muchísimo tiempo, tiempo que tendríamos que sacar de algunas de las otras tareas que tenemos que realizar dentro del título. Además, dentro de este tipo de videojuegos no se suele buscar que sean simuladores de citas muy potentes, sino que nos permita plantar nuestras frutas o verduras favoritas a la vez que entablamos simples, pero interesantes, relaciones amorosas con los personajes que viven en nuestra misma aldea.
Gráficamente cumple
Sobre el apartado gráfico, he de decir que no es el juego más espectacular en este aspecto, pero sí que consigue destacar con su estilo visual, mientras que la resolución no ayuda especialmente a que se vea bien, al menos en modo portátil. De primeras, todos los modelos del juego se ven borrosos, impidiendo que el gran diseño artístico de este título brille, además de conseguir sacarnos un poco de la experiencia.
No es en absoluto el peor juego que hemos visto en este aspecto, pero sí que resulta algo decepcionante pensar en lo bien que podría verse, y lo excesivamente borroso que se ve todo en cualquier captura que sacas de este título.
Ningún bug o error en toda nuestra aventura
Lo del apartado técnico en este título es bastante curioso porque no hemos encontrado ni un solo bug o error en todas nuestras horas de juego, o por lo menos no los hemos identificado como tal, algo que habla muy bien del apartado técnico del juego, y a la vez habla muy mal del apartado gráfico de este título. Por lo menos, en nuestra experiencia no hemos tenido problemas graves en este sentido, por lo que damos por bueno a Rune Factory 5 en este aspecto.
El problema viene cuando hablamos de la tasa de frames, esto se debe a que esta no se mantiene estable en ningún momento, haciendo de esta experiencia un tanto desagradable. No os confundáis, no es injugable en absoluto, principalmente porque la mayor parte del tiempo da exactamente igual a la tasa de frames que vaya el juego, pero cuando toca combatir es bastante incómodo que el juego tenga tirones cada dos por tres.
Conclusión final
Rune Factory 5 es un juego que encantará a aquellos que amen a esta saga y que, muy probablemente, también encandilará a los fans del género de videojuegos en el cual tienes que administrar tu propia granja, aunque las personas que busquen aquí un remanso de paz se llevarán una decepción. La mezcla de géneros entre la granja y el mazmorreo es muy buena, pero seguro que existen personas que no acabarán de ver bien esta unión.
Por otra parte, el juego de Hakama Inc. no consigue cumplir del todo en cuanto a su historia, pese a que desde el principio promete lo contrario, gracias a un inicio de lo más interesante. Además, el apartado gráfico no consigue tener un buen nivel, esto a pesar de un diseño artístico que sí que está completamente a la altura. Por último, es totalmente necesario mencionar que la tasa de frames no es en absoluto estable, convirtiendo en una odisea el simple hecho de combatir contra un enemigo normal.
Si después de leer este análisis tenéis ganas de probar este título, recordad que ya tenéis disponible una versión en formato físico para Nintendo Switch, la cual nos llega a nuestro país de la mano de Meridiem Games.