Matar, matar y matar; una gran mayoría de los videojuegos de los últimos tiempos nos proponen casi lo mismo. Sin embargo, aparecen brotes de cambio en algunos títulos y sobre todo en el mundo relacionado con la escena indie.
La respuesta a tanta muerte esta vez se encuentra en Terra Nil, un juego desarrollado por Free Lives, los creadores de otros juegos como Broforce, Gorn o Genital Justing. Terra Nil es un juego de estrategia inusual donde nuestro trabajo será vencer a la despoblación vegetal, la contaminación y replantar ecosistemas enteros. Está disponible en varias plataformas: Android, IOS y PC, y nosotros lo hemos podido disfrutar en Steam. Saca tu vena ecológica y acompáñanos en el análisis de este gran título.
Repoblar, generar y luego no molestar
Terra Nil es un juego chill, modesto y gentil donde el tema principal es no tener prisa. Si te equivocas, a volver a empezar la fase y repetir sin ningún tipo de presión la repoblación que te propone. Empezamos con un ecosistema vacío, dañado y sin vida. Tenemos hasta 8 en el juego, 4 de los cuales son evoluciones de otros ecosistemas que se desbloquean al finalizar. Dependiendo del ecosistema tendremos distintas máquinas de trabajo, animales y plantas, donde nuestro objetivo final es repoblar el mapa. Nuestro primer paso es limpiar el terreno, apuntalarlos o transformarlos para hacerlos habitables.
A partir de ahí, el segundo paso se trata de cultivar pasto, generar bosques, manglares y todo tipo de vida vegetal, y luego en el último paso atraer diferentes tipos de animales a esas áreas. Finalizando con la mejor mecánica posible (y más eficaz para no molestar al entorno creado), que es dejar el ecosistema y limpiar toda la maquinaria que hemos construido para que no haya ni rastro del paso humano por el nuevo hábitat creado.
Para lograr todo esto, solo tenemos un recurso, que dependiendo de los tres niveles de dificultad incluidos en el juego está más o menos limitado (jardinería, ecología, bioingeniería o a medida). Este recurso lo reponemos a medida que limpiamos nuestro entorno y permitimos que crezcan el césped, las flores y otras plantas. Es un recurso que para niveles bajos no debemos preocuparnos por él, ya que no es difícil de conseguir, si no, pues podemos reiniciar la fase de reconstrucción desde el comienzo del ecosistema o desde la fase en la que estemos.
Un juego relajante sin excesivas pretensiones
No hay mucho que decir sobre la trama de Terra Nil, más que nada porque no la hay, solo nos advierten al principio que hay un barco lleno de semillas y un libro sobre cómo reconstruir el ecosistema que podemos usar para exactamente eso. Su mensaje es sencillo, siéntate, juega, relájate y aprende sobre los ecosistemas y su diversidad.
Terra Nil es un juego diseñado para la diversión y la relajación, y tiene un tiempo de juego de alrededor de 12 horas. Sin embargo, puedes volver a jugar tantas veces como quieras para restaurar parte del ecosistema. Esto se debe a que la generación de mapas es procedural, por lo que no arreglamos el mismo mapa dos veces, y los pasos a seguir pueden variar al cambiar la composición del terreno.
A esto hay que añadirle que cada ecosistema tiene unas características específicas que podemos lograr o no, podemos rehabilitar una zona sin haber conseguido desbloquear toda la fauna o sin haber conseguido todas las características de ese ecosistema concreto. Esta parte es la más importante en Terra Nil, pues es la que nos desbloqueará el porcentaje total de reconstrucción del planeta.
De postal si la naturaleza lo permite
La parte estética de valorar un título free-living se puede complicar, es decir, que el mapa reconstruido es precioso, los gráficos y el diseño de cada elemento, como la flora y la fauna o toda la parte terrestre como la marina, son brutales. Podemos hacer zoom y ver muy definidos los entornos. Esto en algunos casos, y el conjunto puede dejarnos una postal muy bonita. En el título somos nosotros los que organizamos los mapas, decidimos a dónde va cada planta y cada coral y, después de todo, diseñamos cómo terminarán nuestros ecosistemas.
Lo que nos dificulta, y quizá es un proceso menos relajado, es que en Terra Nil algunas posiciones de las máquinas o del entorno solo se pueden colocar en ciertos lugares/posiciones, como rocas o en el océano, y quizá tu planteamiento inicial de como quieres dejar el mundo se acaba torciendo. A veces podemos rebobinar o quizá usar otras herramientas para reposicionarlas lo suficiente. Sin embargo, podría haber momentos donde no hay vuelta atrás y no nos queda otra que volver a empezar.
Aun con esta pequeña dificultad (siendo verdaderamente lo que nos permite llamarlo juego de estrategia), el juego nos enseña que la diversidad no siempre depende de los humanos y a veces la belleza (o querer ser dioses de todas las decisiones) no encaja exactamente con la caótica naturaleza.
Terra Nil nos ofrece, es una banda sonora muy sencilla, pero efectiva, acorde al tipo de juego que nos presenta. Música muy relajante y sin pretensiones, sin sorpresas, y que invita a seguir jugando. En cuanto a la parte técnica, no tuvimos ningún problema incluso jugando en la Steam Deck, aparte de algunos errores gráficos, pero no causaron mayores complicaciones y no afectaron al juego. El juego está totalmente traducido al castellano.
Conclusión final
Terra Nil es un título donde solo tenemos que dedicarnos a reconstruir ecosistemas y donde el paso más importante no es la reconstrucción, sino que es irnos sin que quede rastro alguno de nuestra presencia. Un juego diferente y sencillo donde podemos pasar horas escuchando música relajante mientras pensamos cómo atraer leones marinos a la costa, cómo usar el sistema de vías para llevar corales a la playa o cómo quitar esa máquina que pusimos en una esquina y que ahora no tenemos posibilidad alguna de quitar, porque está en la esquina inaccesible.
