Undernauts: Labyrith of Yomi, o como me referiré a el a partir de este momento, Undernauts; es un título RPG y dungeon crawler que, a mi parecer, bebe mucho de las sagas Persona, Shin Megami Tensei y Final Fantasy. El juego ha sido desarrollado por Experience y Poppy Works para PS4 , PS5, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Además, cuenta con una versión física distribuida por Meridiem Games para PS4 (de la cual nos han entregado una clave para su análisis) y Nintendo Switch.
Undernauts comienza con una cinemática bastante bonita, con audio en japonés y subtítulos en inglés (el juego no esta en español), en la que nos cuentan que en los años 70 apareció en Japón un laberinto bajo tierra, Yomi, repleto de tesoros de valor incalculable, sobre todo minerales de gran poder. Pero, cómo no podía ser de otra manera, también hay monstruos grotescos que los defienden. Estas bestias son de una naturaleza incomprensible para los humanos y, aun así, mucha gente se aventura a los túneles. Varias empresas se han dedicado a crear comandos de los llamados «Undernauts», ávidos aventureros que son mandados a morir, digo, a por la gloria a Yomi (el susodicho laberinto). Y allí es donde se sitúa nuestro protagonista.
Los del seguro no estarán muy contentos
Aunque este planteamiento parece indicar que nosotros personificaremos a un sacrificio, quiero decir, héroe (no se qué me pasa hoy) que ha viajado a Yomi recientemente. En realidad somos mucho más importantes que eso. Tomaremos el papel de un empleado de Cassandra Corp, una de las empresas que están enviando aventureros a Yomi o, puede que a estas alturas, la única que se atreva a hacerlo. Además, como he dicho antes, no somos un mero peón, sino que somos el comandante de una unidad Undernaut. O mejor dicho, éramos…
Al crear nuestro personaje (y ahora llego a esto) despertaremos en el suelo, rodeado de cadáveres que no son enemigos, que va, es nuestra unidad Undernaut. Esta ha sido masacrada sin piedad, y la única persona que queda de pie, eres tú. Tras un encuentro un poco peliagudo con una bestia Yomiana (así se llaman los habitantes de Yomi, yomians) volveremos al Campamento 1, nuestra base de operaciones, donde estarán todas las cosas importantes para nuestra exploración y el lugar en el que tendremos que intentar contratar miembros para una nueva unidad Undernaut competente, y así volver a la carga en Yomi. Porque, si, habrán monstruos asesinos y nos habrán masacrado a todos nuestros compañeros hace horas, pero esos minerales no se pican solos.
¿De qué sabor te gusta la sangre?
Aquí es donde pasamos a la creación de personajes. Dentro de la tienda del administrador, donde se encontrará un hombre muy rarito que es nuestro supervisor. Podremos contratar nuevos Undernauts para explorar Yomi, y las elecciones que tendremos que hacer son: el aspecto visual, el nombre, el apodo, una pequeña descripción, el trasfondo, el trabajo y el objeto que portarán. Y, salvo estas tres últimas elecciones, todo lo demás no cambia en nada en la jugabilidad.
En cuanto al aspecto visual, tendremos una larga lista de modelos, desde magos encapuchados a hadas del bosque, pasando por terroríficos guerreros y monstruos espeluznantes que, en general, mezclan elementos de fantasía medieval con elementos mas contemporáneos o incluso, futuristas. El aspecto que seleccionamos no limita en absoluto la elección de clases o, como las llaman aquí, trabajos. En cuanto a estas tenemos:
- Estratega: Guerreros expertos en ataques a corto alcance.
- Baluarte: Caballeros que protegen al equipo con armadura pesada.
- Luchador: Un artista marcial experto en habilidades físicas y el poder del ki.
- Hechicero: Un mago que se especializa en magias letales y apoyo a sus compañeros.
- Clérigo: Un sanador que se especializa en curar y apoyar a su equipo, esencial.
- Cazador: Un Yomiano que se especializa en ataques a distancia usando arco y flechas.
- Esgrimista: Un samurái contemporáneo, experto en matar enemigos de un solo golpe y puede usar dos armas a la vez.
- Ninja: Un ninja contemporáneo que causa el caos y aniquila a tus enemigos.
Al seleccionar trabajo, podremos ver las habilidades que obtendrá nuestro personaje y aquellas que podremos adquirir por nivel (algunas, como las de curar y las de evitar enfrentamientos, podremos usarlas fuera de combate), así como los trasfondos recomendados para dicha clase. Un equipo Undernaut se compone de 6 personajes, tres que hacen la llamada «vanguardia» y otros tres que hacen la «retaguardia». Hay que tener en cuenta el rango de las armas de nuestros personajes al colocarlos, ya que las armas cortas solo podrán ser usadas desde la vanguardia mientras que las de largo alcance son indistintas de la posición. Además de esto, hay habilidades que solo afectan a uno de los dos roles o sus efectos dependen de la distancia.
Al crear un personaje tendremos que distribuir en total 13 puntos de estadísticas. 6 vienen con la clase inicial, 2 con el objeto que llevemos y los otros 5 los podremos colocar en las estadísticas libremente, estas son las típicas de un RPG:
- Fuerza: Aumenta el daño físico y la precisión.
- Inteligencia: Aumenta el daño mágico y el maná máximo.
- Sabiduría: Aumenta las curaciones y el maná máximo.
- Constitución: Aumenta la vida y la defensa física.
- Velocidad: Aumenta nuestra precisión, evasión y la velocidad con la que actuamos.
- Suerte: Afecta a la precisión, evasión, probabilidad de críticos, probabilidad de objetos tras un combate y mas cosas.
La creación del personaje no es muy compleja y la verdad es que te llevan de la mano. Además, en nuestro campamento base podremos cambiar el trabajo de un personaje en cualquier momento, de forma gratuita, y, con ello, redistribuir los puntos. No se suban suerte, consejo de amigo.
Pero basta ya de tanta personalización, vamos a la magia del juego: Yomi.
En la boca del lobo
La primera vez que nos adentremos en Yomi, nuestra misión será muy sencilla, dirigirnos al Campamento 2. Ya que, debido a que la Puerta Chinowa (el artefacto que usan los Undernauts para subir a la superficie) está inactiva, la gente de arriba, prácticamente, nos han dado por muertos. Cuando entremos en Yomi por segunda vez, desde el campamento, nuestro supervisor nos dará uno de los objetos que más usaremos a lo largo del juego, una Flor Yomi. Las Flores Yomi son artefactos místicos que se pueden crear en el Reactor de Fusión (en breve llego a esto) y que cuentan con multitud de funciones, dependiendo del tipo. Esta primera que nos han otorgado, la Flor Puerta, crea puertas en paredes especiales que brillarán al golpearlas.
A lo largo del laberinto, también habrán casillas concretas en las que podremos investigar para encontrar materiales u objetos importantes. Normalmente son muy evidentes, como zonas marcadas en el propio suelo o callejones sin salida sin mucho uso aparente. Esto añade un elemento extra a la exploración del título.
Yomi, como bien indica el nombre del juego, es un laberinto un poco intrincado y cuantas más Flores obtengamos, mas caminos podremos abrir. Lo bueno del asunto es que tenemos un mapa, y una función para movernos de manera automática a cualquier lugar por el que ya hayamos pasado, y lo podremos hacerlo a super velocidad. En cuanto al combate, en Yomi nos enfrentaremos a los Yomianos de dos maneras: o bien serán encuentros aleatorios mientras atravesamos las húmedas cavernas, o bien interactuamos con una flor de monstruo.
Las flores de monstruos tienen distintos colores: si son verdes el combate será mas sencillo, pero la recompensa menor; si son rojas el combate será mas complicado, pero nos darán un cofre al terminar; y si son violetas será un combate especial que activará eventos en Yomi. Los cofres tienen una serie de trampas que nos muestran un porcentaje para abrirlos sin comernos una trampa (lo aviso porque yo el primer cofre que vi no lo abrí, ya que pensaba que tenia un 100% de probabilidad de activar una trampa). El porcentaje que aparece es el de desactivarla. Cuanto más probable sea que la trampa se active, mejor contenido encontraréis en el cofre.
En cuanto a lo que podemos obtener de equipamiento, tenemos lo típico: armas, todas los personajes pueden llevar dos; una pieza de cabeza, una de cuerpo, ropa interior y un accesorio. Todo esto con sus estadísticas que, aunque desarrolladas, son fáciles de entender. Para mi cerebro de mico: número alto es mejor que número bajo y, en general, descartando habilidades pasivas; es así.
Además de esto, los cofres también nos otorgarán objetos consumibles que aumentan estadísticas, ya sea de manera temporal en combates o de forma permanente. También nos ofrecerán objetos que podremos fundir por AG (Argen Power) o FP (Flower Power) en el Reactor de Fusión.
Este Reactor es la estructura central de nuestro campamento, al comenzar el juego estará inactivo hasta que traigamos a un personaje que es capaz de encenderlo. El Reactor de Fusión tiene 3 funciones principales:
- Nos hace inmortales: Bueno, «inmortales», nos proporciona un beneficio conocido como la «Bendición de Regeneración», esto significa que cada vez que un personaje muere podemos ir a la tienda de restauración del Campamento 1 y revivirlo, gracias al AG que hayamos obtenido. Si todo nuestro equipo es masacrado, apareceremos en el campamento base automáticamente (a lo Pokémon).
- Nos permite extraer AG y FP de objetos: El Argen Power (AG) es la moneda de este juego; es una energía radiactiva que corre por toda Yomi y sus habitantes. Además, obtendremos AG al vencer a enemigos y al fundir objetos en el Reactor, todos los objetos dan AG, algunos más que otros, y otros como las rocas o minerales tienen el único propósito de ser fundidos por AG. El Flower Power (FP) es parecido al AG, pero solo podremos obtenerlo fundiendo materiales en el Núcleo. Es más difícil de obtener pero su uso principal es crear Flores Yomi, que nos ayudarán a explorar el laberinto con facilidad.
- Podremos crear y mejorar objetos: Si eres un gran jugador y no tienes que gastar tu AG reviviendo a tu equipo (siento decir que yo no soy de esos). Puedes, en su lugar, usarlo para adquirir armas, consumibles como pociones o mejoras de habilidades, así como mejorar equipamiento. El nivel al que podamos subir el equipamiento esta delimitado por la historia. Empezará en +3, luego +5, +7… Aunque siempre puedes encontrar, en cofres, objetos con un nivel mayor al que puedes mejorar, lo cual está bastante bien.
El combate en Yomi es el de un RPG tradicional, con sus turnos en los que atacamos ordenando a los personajes por su velocidad; contamos con opciones de ataque, defensa y habilidades, pero con un girito, el Switch Boost. Esto es un objeto que portaremos en forma de una pulsera en nuestra muñeca, y que nos lo darán un poquito más adelante en la historia. Este nos otorgará beneficios a nuestro equipo durante los combates por un turno. Hay cuatro mejoras posibles:
- Sobrecarga: Durante 1 turno, todas las habilidades no costarán maná y se lanzarán con un nivel superior al aprendido.
- Duracarga: Durante 1 turno, tu equipo recibe la mitad de daño, es inmune a efectos de estado y se cura una pequeña cantidad de vida al terminar el turno.
- Neurocarga: Durante 1 turno, tu equipo obtiene mejores a la suerte y la velocidad, además, si ganas un combate con este beneficio activo, por el cual ibas a obtener un cofre, obtienes dos en su lugar.
- Recarga: Recarga uno de los otras mejoras, una por turno y en el orden en el que fueron utilizadas.
Parecerá que las mejoras están rotas, pero que va, solo duran un turno y, como no gastes otros turnos para recargarlas, no vas a poder hacer un gran uso de ellas. Lo que yo recomiendo es empezar el combate con Duracarga o Sobrecarga, dependiendo del tipo de combate, para intentar hacer todo el daño posible o aguantar lo máximo que puedas; y reservar Neurocarga para enemigos rápidos que sabes que van a atacar primero o para el final de un combate con cofre, para obtener mejores recompensas.
Y con eso, básicamente, tendríamos el apartado jugable de Undernauts. Atravesar el laberinto, vencer a unos enemigos conocidos como «Los Pecadores», encender la Puerta Chinowa y salir de ahí con vida. Planteamiento sencillo, pero que consigue mover la fórmula en determinados momentos.
Una experiencia mixta
En el apartado visual, me encuentro en un limbo. El juego es…feote. Ha sido creado con Unity, como dato de interés. Las texturas de las paredes y las del suelo de la zona principal del laberinto, puede que sea el mayor mal trago visual que he sufrido en un videojuego recientemente. Los diseños de personajes y NPC son muy graciosos, como ya dije anteriormente, combinan ese estilo de fantasía medieval con elementos mas contemporáneos y el ejemplo más claro es nuestro supervisor, que va con un montón de armas y equipamiento, listo para la pelea. Pero a su vez es un oficinista de lo más normal, con sus gafas, camisa que no pega con su corbata, por mucho que se empeñe; y su reloj de pulsera.
Lo que si que destaca en cuanto al diseño son en los enemigos, son todos bastante vistosos, algunos por ser bonitos, otros por ser grotescos y otros son… raritos. Pero, en general, aquí es donde veo yo una inspiración hacia la saga Shin Megami y las extrañas criaturas infernales que nos encontramos.
En cuanto a la experiencia jugable, los combates no se hacen pesados, debido a que el juego cuenta con un sistema de Auto Battle. En este sistema, podremos pedir a nuestro equipo que repitan las mismas acciones que en el turno anterior (si no tienen maná para una habilidad, harán un ataque básico o defensa si tampoco pueden atacar) o que hagan todos un ataque básico (o defensa, en el caso de que no les dé el rango). Además de esto, aunque las animaciones son vistosas y no muy largas, cuenta también con un modo rápido que acelera todas las acciones y acorta las animaciones para hacerlo todo mucho más fluido.
La historia es muy cliché, típica de RPG: Empiezas matando a un pobre enemigo que, muy a duras penas, coge un arma, y terminamos matando a Dios (todos conocemos el meme, a todos nos gusta el meme y, si no está roto, pues no lo arregles).
La música está bastante bien la verdad, el tema del campamento, así como el que tenemos cuando atravesamos Yomi caminando tranquilamente, es calmada, pero tiene ese tinte de tensión porque, al fin y al cabo, seguimos encerrados en una mina rodeados de presencias sobrenaturales, dados por muertos. Además, el tema de batalla es bastante bueno, aunque en peleas más largas se puede hacer repetitivo.
Mi único problema, como ya comente anteriormente, es el aspecto visual y, además de eso, su problema general de rendimiento. Jugué en una PS4 Pro, y no sé si es porque la pobre está mayor, porque el juego va en Unity, o porque está optimizado mal, pero a veces mete tirones con el Auto Travel y otras se queda cargando demasiado tiempo un diálogo o transición que, varias veces, me hizo pensar que el juego se me había congelado.
Conclusión final
Yo no soy muy fan de los RPG, pero Undernauts: Labyrinth of Yomi es sencillo de entender. Este introduce los conceptos con calma, no te castiga demasiado los errores y no tiene una curva de dificultad que asuste, aunque si que he tenido que ir a farmear, después de que un boss borrara a la mitad de mi equipo con solo un ataque, aunque esto son cosas del género, tampoco me voy a quejar. En general, es una experiencia entretenida en la que puedes tirarte mucho tiempo dando vueltas por el laberinto recolectando recursos para mejorar el equipo de nuestros personajes, así como conseguir AG para poder crear recursos para sobrevivir.
Me lo he pasado bastante bien y aún le doy vueltas al laberinto para mejorar a mis personajes, aún no lo he acabado (y llevo más de 100 horas). Pero tampoco quiero acelerarme, esta siendo una experiencia que te lo enseña todo poco a poco y te deja disfrutar del mundo y sus habitantes. Quitando esos problemillas aislados que he comentado, es un juego bastante sólido y que, sin duda, recomiendo para cualquiera que quiera darle un tiento al género de RPG o le gusten los dungeon crawler clásicos en primera persona.
Para terminar, recuerdo que Undernauts: Labyrinth of Yomi esta disponible en PS5, PS4, PC, Nintendo Switch y Xbox One por 44.99 €, y cuenta con una versión física para PS4 y Nintendo Switch, distribuida por Meridiem Games.