Impresiones: Honey, I Joined a Cult
¡Los cultos no son fáciles de gestionar!
Antes de empezar, debo de admitir que no juego a muchos títulos de gestión, y no es precisamente porque no me gusten. Esto se debe a que la mayoría de videojuegos de este género son lanzados en exclusiva para PC, y mi ordenador no tiene precisamente las mejores especificaciones. A pesar de esto, este título del que vamos a hablar hoy, el cual aún se encuentra en acceso anticipado, si podía funcionar perfectamente en mi PC. Por esta razón, y por su premisa tan particular, fue por lo que me decidí a darle una oportunidad.
Como ya hemos dicho, estamos ante un título de gestión, desarrollado por Sole Survivor Games y editado por Team17. En este caso, nosotros deberemos gestionar un culto o secta creada desde cero por nosotros mismos. Esto se traduce en que se nos permitirá a nosotros elegir algunos de los detalles más importantes dentro de la gestión de este tipo de asociaciones. También tendremos la tarea nada desdeñable de construir nuestras salas más importantes dentro del recinto habilitado para ello.
Los títulos de gestión tienden a ser demasiados complejos para que más usuarios puedan adentrarse en ello. No sería la primera vez que intento jugar a un título de este género, pero acabo desistiendo por la exagerada complejidad en sus mecánicas y menús, pero este no es el caso. Estamos ante un videojuego de gestión ameno e intuitivo, pero a la vez con un punto de complejidad que le da un toque muy interesante. De esta manera, Honey, I Joined a Cult consigue traernos un título que amarán tanto los usuarios novicios, como aquellas personas que están curtidas en mil títulos de gestión.
Esta complejidad se ve reflejada en la gran cantidad de cosas que el usuario tiene que controlar al mismo tiempo. La acumulación de diferentes tareas será una constante dentro de nuestra aventura en este título. Sobre esto, al principio, cuando empezamos a jugar, da la sensación de que las horas pasan muy lentas, pero poco a poco nos vemos colmado de misiones, llegando a sentir que necesitamos más horas en el día para todo lo que tenemos que hacer.
Como secta que es, tendremos tanto fieles como creyentes dentro de nuestras filas. Los primeros son las personas que viven en nuestro recinto, y, por lo tanto, será nuestra responsabilidad cuidar de ellas para que no les pase nada, así como cubrirles las necesidades básicas de cualquier persona. Respecto a los segundos, son personas que viven fuera de nuestra congregación, pero que vienen cada día a hacer diversas actividades dentro de ella. He de decir que la manera en la que se unen los creyentes me parece muy buena, teniendo que mejorar a la persona que se encarga de captar adeptos, sin embargo, la forma en la que se pasa de creyente a fiel me parece simple en exceso. Esta consiste, simplemente, en que pasen los días, ya que después de varios días, en tiempo del juego, podrás darle a un botón, y si tienes suerte se unirá a tu congregación.
Es necesario decir que el juego cuenta con una historia para poder justificar el hecho de que tengamos que crear nuestra secta desde los cimientos, pero tengo que decir que esta resulta poco interesante y lenta. Esto se ve especialmente reflejado en la cinemática inicial, la cual intenta explicarte que pasó antes de que empiece el juego, pero que solo consigue aburrir al jugador. Aburrimiento que se ve agravado por la imposibilidad de saltar dicha cinemática.
Respecto al apartado gráfico, he decir que es simplón, pero a la misma vez resultón. Este juego no resulta especialmente bonito, pero tampoco es en absoluto feo, simplemente funciona para el tipo de videojuego del que se trata. En mi opinión, estos gráficos tan simples son los que, precisamente, necesita un título de este estilo.
Sobre su rendimiento en PC, debo decir que es genial. La mayoría de ordenadores podrán correr perfectamente el early access de este título. Las bajadas de frames no son comunes, aunque en situaciones específicas si que tendremos alguna bajada, pero estas no son demasiado pronunciadas, ni afectan demasiado a la jugabilidad. Por esta razón, no me cuesta recomendar este título a prácticamente cualquier persona.
Como conclusión, me gustaría decir que Honey, I Joined a Cult parece ser un gran juego de gestión, que además resultará una buena puerta de entrada al género. No olvidemos que estamos ante la versión de acceso anticipado, por lo que si los desarrolladores solucionan los pocos errores que tiene el título, y terminan de pulir la jugabilidad al máximo, puede llegar a ser uno de los mejores juegos de este género.