Nueva York ha abierto una nueva demanda a Activision Blizzard, criticando la venta a Microsoft bajo el liderazgo de Kotick
Todo empezó con el proceso legal iniciado por el estado de California en julio del año pasado. Ahora llega una nueva demanda desde Nueva York a Activision Blizzard, compartido con Axios en un documento público. Concretamente, viene del Sistema de Retiro de los Empleados de la Ciudad de Nueva York y del plan de pensiones para sus docentes, agentes de policía y bomberos. Se trata de grupos que poseen acciones de la empresa y argumentan que la gestión de la empresa ha disminuido considerablemente su valor.
Las quejas de Nueva York se centran sobre todo en Bobby Kotick como director de Activision Blizzard y la venta de la empresa a Microsoft. «Dada la responsabilidad personal de Kotick por el estado fracturado de Activision como puesto de trabajo, debería haber sido claro que la Junta no estaba en condiciones para negociar la venta de la Compañía. Pero no lo ha sido». Comentan que la adquisición permite «a Kotick y sus directores simpatizantes una vía de escape de su responsabilidad por su escandaloso incumplimiento del deber fiduciario».
Según informan, Nueva York ha estado pidiendo documentación por parte de Activision Blizzard desde el otoño pasado. Su objetivo original habría sido averiguar cuantos detalles del abuso sexual en la compañía eran conocidos para Bobby Kotick. En noviembre, Wall Street Journal publicó un reportaje con documentos internos que indicaban que Kotick supo de estos casos durante años.
Ahora, la demanda insiste en que Activision Blizzard debe compartir material acerca de la compra por Microsoft, detalles sobre cinco potenciales compradores que fueron citados en la descripción oficial de la negociación de la adquisición de Activision, notas de la Junta, y más. Defenden la posición de que Kotick aceleró las conversaciones acerca de la compra precipitadamente, para evadir los problemas de la empresa. Así, los $95 por acción que ofrece Microsoft serían una infravaloración de la compañía. Sostienen que la empresa ya mantenía estos niveles de forma independiente antes del proceso legal. Por ahora, la adquisición de Microsoft sigue en investigación por las políticas antimonopolio de Estados Unidos.