Sony prevé un aumento de precios en consolas, juegos y servicios tras la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft
La guerra entre Sony y Microsoft por Activision y Call of Duty sigue abierta. La multinacional japonesa ha comunicado una previsión al organismo regulador de Reino Unido, donde asegura que la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft podría «perjudicar a los desarrolladores y provocar una subida de precios de los videojuegos, el hardware y los servicios de suscripción». Sony confía en que dicho organismo trate de bloquear esta compra, ya que de ser efectuada podría suponer una «disminución sustancial de la competencia». Además, la compañía ha admitido que Xbox Game Pass lidera el mercado de servicios, donde Sony pretende competir con el renovado PS Plus y recalcan que Microsoft planea comprar Activision Blizzard para «convertir a Sony en Nintendo«.
«Sony Interactive Entertainment (SIE) confía en que la segunda fase de la investigación de la CMA confirme que la transacción puede reducir sustancialmente la competencia y debe ser prohibida«, queda recogido en este comunicado. «Microsoft controlaría un contenido insustituible (haciendo referencia a Call of Duty) que impulsa la participación de los usuarios. Después de la transacción, Microsoft controlaría el contenido de Activision, que genera más participación de los usuarios en PlayStation que todos los mejores títulos first party de SIE juntos«. Los directivos de Sony no se muestran conformes con la oferta de permanencia de 10 años que propuso Microsoft: «Microsoft tendría la capacidad y el incentivo para excluir o restringir a los rivales, incluyendo PlayStation y PlayStation Plus, de tener acceso a Call of Duty».
Tal y como afirma la empresa nipona, los juegos de Activision y Microsoft suponen entre el 30 % y el 40 % de los minutos totales jugados en consolas de Reino Unido, lo cual significa que, si Microsoft anexionara, a modo de títulos exclusivos, todo el contenido de Activision, esto perjudicaría a consumidores, competidores y desarrolladores independientes. «A medio plazo, un número significativo de usuarios de PlayStation probablemente se pasaría a Xbox y/o a Game Pass. Ante una competencia más débil, Microsoft podría: aumentar los precios de las consolas y de los juegos para los usuarios de Xbox, aumentar el precio de Game Pass y reducir la innovación y la calidad», manifiestan los de Sony en el comunicado (vía VGC).
Para concluir, afirman que «si Microsoft excluyera a PlayStation/PlayStation Plus, probablemente se convertiría en un canal de distribución crítico para los desarrolladores independientes. En esa posición de negociación debilitada, los desarrolladores independientes probablemente recibirían peores condiciones para su contenido por parte de Microsoft o incluso se les exigiría que prometieran exclusividad a cambio de la distribución, disminuyendo así la capacidad y el incentivo de los desarrolladores independientes para invertir en nuevos juegos de alta calidad. Esto, a su vez, también perjudicaría aún más a los consumidores».